El aprendizaje de una segunda lengua genera los mismos beneficios que el bilingüismo

14/01/2015

Investigadores británicos han descubierto que el mero acto de aprender una segunda lengua provoca los mismos beneficios en el cerebro que el bilingüismo, y pueden producirse tanto en la juventud como en la adultez.



Fuente: Shutterstock

El bilingüismo de inmersión genera cambios estructurales que pueden aportar beneficios en la edad avanzada

Las personas que aprenden inglés como segundo idioma generan una materia blanca en el cerebro que se asemeja a la que generan la personas bilingües, y que les permite una mejora en la cobertura de mielina, que es la que asegura la transmisión de conocimiento. Así lo afirma el nuevo estudio británico publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), que además revela que los efectos positivos del aprendizaje de idiomas se producen no sólo en jóvenes sino también en edades adultas.

 

 

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Los experimentos realizados demuestran cómo funciona la materia blanca y cómo la cobertura de mielina que asegura la transmisión de conocimientos dentro de esa materia, mejora notoriamente en quienes son bilingües y en quienes aprenden un idioma de forma inmersiva.

 

 

Aprender otra lengua aumenta la capacidad de transmisión de conocimiento

De acuerdo con el coautor del estudio e investigador de la Escuela de Psicología de la Universidad de Kent, Reino Unido, Christos Pliatsikas, “la materia blanca se denomina así porque los axones están envueltos en una capa de grasa, la mielina. Esta sustancia es como un aislamiento que impide la fuga de información en el axón –las avenidas principales que transfieren información– y asegura una mejor comunicación entre las neuronas”.

 

 

Explica que “utilizamos un método de resonancia magnética denominada Diffusion-Tensor Imaging (DTI), que analiza el movimiento de las moléculas de agua a través de la materia blanca del cerebro”, y que “cuando detectamos una mayor dificultad del agua para moverse a través de la sustancia blanca, supusimos que tenía un mejor ‘aislamiento’, es decir, una mayor mielinización de los axones”.

 

 

Agrega además que “antes, se decía que los bilingües natales conservaban la estructura de la materia blanca debido a las mayores demandas cognitivas que vienen producto del manejo de dos idiomas durante muchos años. Ahora creemos que cualquier beneficio del bilingüismo en la estructura del cerebro es simplemente un efecto de manejar activamente dos idiomas sin presuponer su uso permanente, pues nuestros participantes tenían unos 30 años de edad y habían sido bilingües activos durante cerca de 7-8 años”.

 

 

El estudio revela algunos misterios en torno a qué cambios se producen a nivel cognitivo con el aprendizaje de idiomas, y sugiere que manejar 2 lenguas desde temprano afecta la manera en la que se estructura la materia blanca en el cerebro y conserva la integridad en edad avanzada.

 

 

Próximamente los investigadores planean estudiar la evolución de la actividad bilingüe durante un período de 3 años o más, para ver los efectos del tiempo y “hacer una gran balance de los beneficios para el cerebro al aprender una segunda lengua en un entorno inmersivo”, sostuvo Pliatsikas.

 


Fuente: Agencia SINC

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