Urraca tardó menos en erigir San Isidoro que Bankia en el papeleo de la reforma

El edificio de San Isidoro que proyectó la infanta Urraca se erigió en diez años. En cambio, la reforma del museo lleva camino de ser más larga que la construcción del propio templo en el siglo XII, pese a todos los avances tecnológicos que se han producido en los nueve siglos que han transcurrido desde entonces. La obra lleva ‘enquistada’ ocho años. En este tiempo, sólo ha habido trámites y papeleo, pero nada de fechas y, menos aún, la entrega del dinero comprometido.

La joya del románico espera 2,5 millones de euros (dos con cargo a Caja Madrid y otros 500.000 que aportará el Cabildo) para reformar el museo y restaurar las pinturas del Panteón Real, considerada la Capilla Sixtina del románico. Esta partida fue comprometida en 2006 por Caja Madrid, la entidad de ahorro más antigua de España, que, tras una polémica gestión y como consecuencia de la reestructuración del sistema financiero, se transformó en 2012 en Bankia.

La Fundación Caja Madrid no ha quitado de su web la rehabilitación de San Isidoro, colgada en Internet desde 2006 sin cambiar una coma ni aportar plazos. Pero, lejos de descartar el proyecto, rubricado en marzo de 2010 por el entonces director de Fundación Caja Madrid, Rafael Spottorno, en una gran ceremonia oficiada en el salón del pendón de la colegiata, la entidad mantiene su intención de reformar el Museo de San Isidoro para convertirlo en «uno de los mejores de Europa», según Isidro Bango, catedrático de arte antiguo y medieval en la Universidad Autónoma de Madrid y responsable del proyecto de musealización. Bango presentó hace meses un documento de trabajo de más de 1.300 folios en el que realiza una propuesta de las piezas que se pueden exponer y cómo esta ‘actualización’ puede suponer una puesta en valor de toda la Colegiata.

Anteproyecto del anteproyecto

Si se le pregunta a Bankia algo tan sencillo como cuándo comenzarán las obras de San Isidoro, su respuesta es así de enmarañada: «El jueves concluyó la elaboración del anteproyecto de arquitectura y museografía de la Colegiata de San Isidoro. Este anteproyecto se suma al anteproyecto de colecciones o contenidos elaborado antes de las pasadas Navidades, así como a otros muchos estudios y documentos relativos a la configuración institucional del museo, a la seguridad y la conservación preventiva, a la comunicación y difusión, y a su organización administrativa y económica», según un correo remitido a este periódico por el departamento de Conservación del Patrimonio de la Fundación Caja Madrid. Y añade: «En estos momentos, y durante las próximas semanas, se está trabajando en un anteproyecto integrado de arquitectura, contenidos, museografía y plan museológico, de modo que pueda someterse a la valoración de la Junta de Castilla y León y del Cabildo de la Real Colegiata, si bien este último, como es lógico, participa activamente junto a la Fundación Caja Madrid en la elaboración de todos los estudios y propuestas».

La conclusión es que tras ocho años, los planes para reformar el Museo de San Isidoro no han alcanzado siquiera el grado de proyecto. A este ritmo, cuando concluyan los estudios es previsible que muchos queden anticuados y San Isidoro haya acusado el paso del tiempo y exija nuevas intervenciones.

Bango ha realizado una catalogación que incluye 600 piezas y cómo se deben juntar, cómo deben ser vistas y cómo deben ser explicadas. Para este profesor, responsable de la recordada exposición Tesoro sagrado, que reunió por primera vez las riquezas de Fernando I y Sancha que expoliaron a San Isidoro, el museo requiere un cambio radical. «Yo no dejaría nada en su sitio. San Isidoro es una joya que tiene escondidas la mayoría de sus piezas», aseguró.

La Colegiata padece problemas de accesibilidad, de recorrido y tránsito, de seguridad, de acondicionamiento e instalaciones, de interpretación de contenidos y de gestión cultural que es necesario resolver.

La rehabilitación del Museo se inscribe dentro de una macrorreforma, en la que la Junta invirtió 1,7 millones para limpiar los muros y paramentos del interior de la iglesia —acometida hace seis años— y la restauración de la fachada del edificio románico, así como el rebaje del atrio (excavaciones incluidas), que se llevó a cabo en 2011.

Fuente: El Diario de León.es 10-02-2014

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