Greg Lake (1947-2016): En la Corte del Rey Carmesí

“Ayer perdí a mi mejor amigo tras una larga y dura batalla contra el cáncer. Greg Lake permanecerá en mi corazón para siempre, donde siempre lo ha estado”. Con esas palabras lo despidió su mánager Stewart Young. Y con la partida del músico Greg Lake, a los 69 años, se fue también una parte fundamental de la historia del rock progresivo de los setenta.

Si la legendaria banda Emerson, Lake & Palmer tuvieran que reunirse de nuevo en un concierto especial, en el cartel sólo pondría Palmer. No es una broma macabra. Es la desgraciada constatación de que en 2016, año funesto de por sí para el rock en general, nos han dejado dos de los tres miembros de un grupo que llevó el rock progresivo a sus máximas cotas de complejidad. Si Keith Emerson se quitó la vida el pasado marzo; este 7 de diciembre, Greg Lake, quien fue la voz también de los primeros King Crimson, ha muerto a los 69 años de edad a causa de un cáncer.

Con la muerte de Lake se va otra leyenda del rock. Quizás menos conocida que algunas de las grandes estrellas que han fallecido este año, pero leyenda al fin y al cabo. Guitarrista y bajista, será recordado especialmente por su voz potente e intensa, con la que cantó grandes himnos del rock progresivo desde finales de los años sesenta y principios de los setenta.

King Crimson (1969)

Porque los primeros pasos en la música de este inglés nacido en 1947, fueron nada menos que con su compañero de escuela Robert Fripp, en la banda King Crimson. Debutaron con un álbum excepcional: “In the Court of the Crimson King” (1969), que muchos consideraron fundacional del nuevo estilo. Su voz, y también su bajo, impregnó las grandes canciones de aquel disco, que fue un gran éxito. Pero el hechizo duró poco y Lake, por diferencias con la dominante personalidad de Fripp, decidió abandonar la banda apenas un año después.

King Crimson (In the Court of the Crimson King) 1969

En 1970 surgió la sociedad con Keith Emerson, teclista que venía de The Nice, y Carl Palmer, batería que había pasado por Atomic Rooster. Con este grupo pudo desarrollar sus ideas musicales y plasmarlas en una de las más interesantes bandas británicas del rock progresivo de los setenta.

La potencia del rock, el coqueteo con la música clásica (con las obras de Bartók, Janacek o Músorgski, especialmente este último) y algunas canciones bellísimas como “Lucky Man”, escrita e interpretada por Lake. Fueron algunas de las características de esta banda que se terminó con la década, en 1979 y que se reagrupo en 1991. El regreso duró hasta 1998 y más tarde hubo un reencuentro fugaz en 2010 con tono de celebración.

El álbum debut “ELP” (1970) supuso un gran éxito, en el que Lake contribuyó decisivamente con la canción más recordada, la antes mencionada “Lucky Man”, que compuso cuando todavía estaba en el colegio. Los siguientes discos, “Tarkus” (1971), “Trilogy” (1972) o “Brain Salad Surgery” (1973), entre otros, mantuvieron un listón alto de complejidad, una de las marcas de la casa del ambicioso proyecto, cada vez más alejado de los estándares comerciales. Personalmente, fue su edad de oro. Se convirtió en una de las voces más reconocibles del rock con los temas épicos de la banda. “Still You Turn Me On” o “From the Beginning”, entre otras, llevan su sello inconfundible.

Emerson, Lake & Palmer (Lucky Man) 1970

En medio de esos intervalos Greg Lake hizo una carrera solista donde no faltaron algunos éxitos, como “I Believe in Father Christmas”. Entre 1981 y 2002 publicó siete álbumes en solitario. Durante todo ese tiempo también colaboró con grupos como Asia.

En 2005, vivió una suerte de segunda juventud en solitario volviendo retomando grandes giras y sorprendiendo a sus fans con una voz más profunda y densa. Sus grandes éxitos de los sesenta y setenta volvieron a recorrer medio mundo.

Greg Lake (I Believe in Father Christmas) 1974

 

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