Pink Floyd (The Piper at the Gates of Dawn): 50º Aniversario

Para todos los que conocen la trágica historia de la ascensión y el descenso meteórico de Syd Barrett en el mundo del rock, consideran que “The Piper at the Gates of Dawn” sigue siendo un testimonio de una mente que, por un breve período, no vio fronteras. Grabado en el período previo al verano del amor en un estudio junto al que los Beatles estaban dando los toques finales al Sgt Pepper, este álbum sigue siendo un pináculo de la música psicodélica inglesa. Está lleno de reflexiones de un poeta infantil, de una mente todavía no oprimida, pero libre de vagar entre los cuentos de hadas y exploraciones cósmicas y aún estar en casa a tiempo para el té.

“The Piper at the Gates of Dawn” ha inspirado a mucha gente, pero lo que es profundamente irónico,  es que una de los pocas bandas que no lo han copiado son ellos mismos, Pink Floyd. Antes de perder la cabeza, el principal compositor de Pink Floyd fue Syd Barrett, un estudiante de arte de clase media, sensible y atractivo de Cambridge. Sus canciones en “The Piper at the Gates of Dawn” reúnen a un grupo de gatos, zapatos de plata, unicornios, ratones llamados Gerald, motos, gnomos, y los colocan en la música psicodélica más inventiva y sorprendente jamás grabada.

Pink Floyd en 1967: Richard Wright, Roger Waters, Nick Mason y Syd Barrett

Los estudiantes de arquitectura Roger Waters, Nick Mason y Richard Wright y el estudiante de arte Syd Barrett habían actuado bajo varios nombres desde 1962, y comenzaron a hacer giras como “The Pink Floyd Sound” en 1965. Se convirtieron en profesionales el 1 de febrero de 1967 al fichar por EMI. Su primer single, una canción sobre un travesti cleptómano titulado “Arnold Layne”, fue lanzado el 11 de marzo, creando alguna controversia por su temática, no siendo emitida en algunas radios.

Tres semanas más tarde, la banda fue presentada a los principales medios de comunicación. El comunicado de prensa de EMI afirmó que la banda eran “portavoces musicales de un nuevo movimiento que implica la experimentación en todas las artes”, pero EMI trató de poner cierta distancia entre ellos y la escena underground en la que se originó la banda. La banda regresó al estudio de Sound Techniques para grabar su próximo single, “See Emily Play”, el 18 de mayo. El single fue lanzado casi un mes después, el 16 de junio, y alcanzó el número seis en las listas.

El título del álbum se toma de un capítulo de uno de los libros favoritos de Syd Barrett, “El Viento en los Sauces”. Las imágenes líricas del álbum están llenas de colorido infantil, aunque filtradas a través de la lente perceptiva del LSD. Las canciones pop melódicas y pegadizas de Barrett, se equilibran con piezas más largas y experimentales que demuestran los trastornos instrumentales del grupo, a menudo usando temas de viajes espaciales como metáforas para experiencias alucinógenas. “Astronomy Domine” es un buen ejemplo de lo que decimos, Pero pistas como “Interstellar Overdrive” son algunas de las primeras incursiones en lo que ha sido etiquetado como rock espacial.

Pero a pesar de que las letras y melodías de Barrett son en su mayoría juguetonas y humorísticas, la música de la banda no siempre da fe de esos sentimientos. El trabajo de orquesta de Rick Wright, la disonancia, el cromatismo, los ruidos extraños y los efectos de sonido vocal se emplean en varios casos, dando la impresión de caos, y confusión al acecho bajo una brillante superficie. “The Piper at the Gates of Dawn” captura con éxito ambos lados de la experimentación psicodélica: los placeres de expandir la mente y la percepción, y una amenaza subyacente de trastorno mental e incluso de locura; Esta dualidad hace al disco aún más convincente a la luz del derrumbe posterior de Barrett, y lo clasifica como uno de los mejores álbumes psicodélicos de todos los tiempos.

“The Piper at the Gates of Dawn” es uno de los discos más influyentes en la historia. Su avanzado sonido, experimentación y combinación de distintos géneros como rock, pop y folk ha inspirado a distintos artistas. La exploración sónica del disco es absoluta: cuenta con cambios de métrica (pasando del regular 4/4 a métricas como 11/8). También podemos encontrar progresiones de acordes inusuales (“Astronomy Domine”) y escalas poco comunes en la música popular.

El álbum fue inicialmente recibido con críticas frías, pero con paso del tiempo se ha ganado un lugar en el olimpo de la música. George Starostin afirmó que este álbum es “La Biblia astral de la psicodelia”. En NME, sobre la versión de 40 años de aniversario, escribieron que “Incluye dos singles de Barrett, censurados, no incluidos en el álbum original: “Arnold Layne” y “See Emily Play”, que son tan buenas como cualquier cosa que los Beatles hayan grabado. Sobre esto, el portal Pitchfork comentó que “Mientras The Beatles ejercían un control absoluto en las herramientas del estudio, Pink Floyd usaba el estudio para perder el control”. Los mismos también dijeron “Mientras la mayoría de los discos del Verano del Amor eran positivos y unían, The Piper era fracturado y terrorífico”.

Después del lanzamiento del álbum en agosto de 1967, Pink Floyd continuó actuando en Londres, con audiencias cada vez más grandes. Pero el estado mental de Barrett continuó deteriorándose, y pronto llegó al punto en el que no podía actuar en el escenario. Aparte de unas pocas canciones más y una canción en el siguiente álbum del grupo, Barrett no volvería a tocar con la banda de nuevo, haciendo de “The Piper At the Gates of Dawn”, una obra verdaderamente única.

Enlace a la Lista de Distribución del Álbum 

Pink Floyd (Arnold Layne) 1967

Pink Floyd (See Emily Play) 1967

Documental Dedicado a la Figura de Syd Barrett

 

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