Ricardo Cantalapiedra (1944-2017): De León al Mundo Pasando por Malasaña

Cantautor protesta, a veces de corte cristiano (el, que bordeaba el ateísmo), seminarista, militante comunista, escritor, periodista, guionista, cantante de boleros, gran jugador de billar… Todas estas facetas o fragmentos del puzzle vital de Ricardo Cantalapiedra, nos ayudan a entender a tan peculiar personaje. Rara avis de la música española, su obra no deja indiferente a nadie. Y aunque fue corta, en el tiempo, su peculiaridad ha hecho que se recuerde hasta el día de hoy.

Fallecido a finales del mes pasado. Ricardo Cantalapiedra nació en 1944, y pudo presumir de amistades tan dispares como Julio Iglesias o Marcelino Camacho. Esto resume a la perfección la evolución constante que supuso su vida.

De monaguillo pasó a entrar en el seminario, que posteriormente abandonó. Estudió Filosofía y Periodismo. De su militancia en organizaciones cristianas de base paso a entrar en el entonces clandestino Partido Comunista de España.

Primer single de Cantalapiedra, Editado en 1968

A partir de 1967, con su traslado a Madrid, Ricardo empieza a componer canciones religiosas. Muchas de ellas fueron cantadas insistentemente a lo largo de los siguientes años en la celebraciones litúrgicas. Esas canciones no pasan desapercibidas. Por esos años se funda el sello discográfico Pax, dependiente de la Iglesia Católica, que le ficha.

En 1968 realiza sus primeras grabaciones con tres singles de corte más social que religioso. Posteriormente grabaría dos LPs que se pueden considerar como lo mejor dentro de la canción cristiana realizada en nuestro país: “Salmos de Muerte y Gloria” (1971) y “El Profeta” al año siguiente (1972). Antes había publicado su disco menos conocido: Once Canciones” (1969), producido por Manolo Díaz. Esta obra sufrió el azote de la censura, a pesar de venir avalada por el sello episcopal.

La acción de la censura, esta es una de las constantes en la carrera de Cantalapiedra de aquellos años. Canciones que se cantaban en las iglesias y luego eran censuradas al publicarse en disco. Momentos tan esperpénticos, como censurarle todas las canciones menos una en un recital en Astorga, y cumplir con lo acordado de cantar durante una hora repitiendo constantemente la única canción autorizada con la complicidad y el regocijo del respetable.

El Profeta (1972)

En 1973 deja a un lado la canción religiosa. Graba con Phillips, y edita: “De Oca a Oca y Canto Porque me Toca”. Álbum producido por  Patxi Andión, en el que disecciona sin piedad la sociedad tardofranquista. En 1975 publica “En Casa de la Maruja”. Es un intento casi imposible de convertirse en un cantautor costumbrista, con letras muchos menos comprometidas.

A partir de aquí, Cantalapiedra inicia una lenta despedida de la canción para volcarse a tiempo completo en su vocación de escritor y guionista. Tendrá un postrero acercamiento a la música a mediados de los noventa, transmutado en Rocky Bolero. Actuando en los garitos de Malasaña, cantando canciones tristes para seducir a mujeres alegres, bajo el manto del humo del tabaco y el tintineo del hielo de los combinados.

Queda el recuerdo de este leones universal. Exegeta de un Dios en el que casi no creía. Cronista de un tiempo pasado, cuyo recuerdo es más lejano de lo que testifica el calendario.

Ricardo Cantalapiedra (Recopilatorio de sus Mejores Temas)

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