De olvidos y recuerdos

En esta semana, cuyas raíces se entierran profundamente en el fértil huerto de la tradición, queremos hacer un homenaje a otro elemento fundamental de nuestra cultura: la lengua.

Últimamente causa alboroto, porque no es cuestión baladí, la noticia de que palabras como “floripondio”, “lechuguino” o “zarrapastroso” sucumben cada día en la hecatombe del olvido. Muchos pensarán: “¡Córcholis! Pero si son palabras fetén. Menuda paparrucha esta pantomima de las palabras olvidadas. ¿Quién es el zoquete que piensa que “alhaja”, “apremio” y “melifuo” son adefesios rimbombantes? Siempre habrá un espacio en el batiburrillo de nuestra lengua para “cachivache”, “mamotreto” y “patatús”, y quien crea lo contrario no es más que un papanatas”. Otros, sin embargo, han advertido que “adamar”, “bribón”, “correveidile”, “deleznable”, “encandilar”, “fausto”, “gandul”, “hogaño”, “indómito”, “jolgorio”, “laminero”, “manjar”, “nimio”, “ñiquiñaque”, “opíparo”, “potosí”, “quehacer”, “retahíla”, “sopetón”, “triquiñuela”, “ubérrimo”, “vetusto”, “yantar” o “zascandil” están desapareciendo de nuestro vocabulario cotidiano.

Si perteneces a este último colectivo, entra en la La Tienda de las Palabras Olvidadas y compra una de sus productos. El único precio es compartir en redes sociales sus fantásticas creaciones. Nosotros ya hemos elegido las que más nos gustan:

#FANTOCHE

#CÁSPITA

#RECHUPETE

¿Cuáles son vuestras #PalabrasOlvidadas preferidas?

Compartidlas con nosotros en Twitter (@tULEctura_ULE), en Facebook (@tulectura.unileon) o en Instagram (@tulectura.unileon)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *