Arsenio Sánchez Hernampérez, experto del departamento de Preservación y Conservación de Fondos la Biblioteca Nacional de España, nos comenta sobre el tema de desinfectar los libros de la biblioteca. Ahora ha sido publicado su post en el Blog BNE. Lo que, en resumen nos dice, es que
1– Es contrario a la desinfección ya que los productos que son efectivos en superficies duras son dañinos para el papel o las tintas y podrían causar oxidación e hidrólisis ácida de la celulosa.
2– El agua genera debilitamiento del soporte, deformaciones, y solubilización de los adhesivos de la encuadernación.
3–La esterilización con radiación UV causaría una fuerte oxidación en los soportes y sólo sería efectiva en las partes expuestas a la radiación, quedando sin desinfección las ocultas, especialmente en la zona de la costura en los libros encuadernados o en el interior de las solapas de las encuadernaciones rústicas modernas. Todas estas zonas son inaccesibles a la radiación UV y podrían retener carga viral durante horas. Por tanto, tampoco es viable su utilización.
Termina diciendo que paradójicamente, la desinfección más efectiva sería no hacer nada salvo esperar y mantener los libros en una cuarentena durante 14 días.