Fascinada por la palabra y la comunicación, Noemí G. Sabugal es una periodista vocacional y una joven narradora leonesa, nacida en Santa Lucía de Gordón, que está teniendo gran proyección en el panorama de la literatura española a resultas de la publicación de El asesinato de Sócrates y en breve Al acecho, que verá la luz el próximo mes de febrero.
Con su primera novela, El asesinato de Sócrates (Ed. Alianza, 2010), fue finalista del XI Premio de Novela Fernando Quiñones y resultó elegida por el Ministerio de Cultura para representar a España en el XI Festival Europeo de Primera Novela de Budapest. «La elección para ese festival significó la traducción de extractos de la novela y varias reseñas en periódicos húngaros sobre la obra. También me dio la oportunidad de conocer a escritores del resto de Europa con los que pasé unos días estupendos y comprobé que compartía muy parecidas expectativas y temores», señala. «Sin embargo, para que una novela traspase fronteras hace falta otra editorial además de la del país de origen. Pero todo llegará, seguro», añade con realismo optimista.
Todo llegará, claro que sí, porque Sabugal ha conseguido el Premio de Novela Felipe Trigo en la XXXI edición por su segunda obra, Al acecho (Ed. Algaida, 2013), con la que se siente satisfecha porque «va mucho más allá que la primera, es más compleja y ambiciosa (literariamente) y me ha exigido mucho más». Ambas novelas tienen un nexo común, a saber, el género negro en que podrían incluirse, por sus historias criminales. Sin embargo, Sabugal aclara que el hecho de que sus dos primeras novelas publicadas se puedan encuadrar en el género es circunstancial. «Me gusta la novela negra, sin duda, y la considero un fantástico escalpelo para diseccionar la sociedad… Más adelante vendrán otras historias».
Con El asesinato de Sócrates nos muestra la vida de una pequeña ciudad desde el punto de vista de su protagonista: un inspector de Policía, que es un personaje caracterizado como un «indigente emocional», incapaz de quererse y de querer a los demás, un reflejo, en el fondo, de la sociedad en la que vive.
Para Noemí Sabugal es muy importante la creación de personajes. Confiesa su querencia por los personajes perdidos, complejos y torturados (véase al prota de El asesinato de Sócrates) porque «tienen mucho más que decir sobre el lado negativo del ser humano», y es que la buena literatura, como dijera un afamado escritor, no se hace con buenos sentimientos, antes al contrario, y los personajes «desequilibrados» siempre acaban dando más juego y sustancia, no sólo en la literatura, sino en la propia vida. «Mis personajes femeninos suelen ser más positivos que los masculinos, más afectivos y nobles… También es muy importante para mí sugerir en lugar de enunciar. En la vida no siempre decimos lo que pensamos o sentimos, son nuestros actos los que al final nos quitan la máscara». Por eso tal vez a Sabugal le gusta escribir sobre lo marginal y diferente, el conflicto y la obsesión, además de preguntarse por qué somos como somos.
Con su segunda novela, Al acecho, que toma el título de El hombre acecha, de Miguel Hernández, nos invita a reflexionar sobre hombres al acecho en el marco de los meses previos a la Guerra Civil, «que pudo no haber ocurrido nunca y de esa forma no tendríamos un país con víctimas bajo las cosechas».
Como periodista ha trabajado para distintos medios de comunicación, no sólo provinciales, sino de ámbito nacional, siendo reconocida su labor en 2005 con el Premio de Periodismo de Castilla y León Francisco de Cossío por su reportaje De cruce de caminos a cruce de culturas, sobre la inmigración en el barrio leonés del Crucero. «Para mí este premio fue una sorpresa inesperada y un estímulo, claro. Sobre todo por un reportaje que realmente disfruté y que estaba en la línea del periodismo social que me gusta hacer», dice.
Noemí Sabugal es consciente de que «el periodismo está viviendo un cambio de modelo a causa de Internet y esto está provocando una esquizofrenia en los medios tradicionales, sobre todo en los periódicos, que a veces intentan competir absurdamente con la inmediatez de un medio totalmente distinto en vez de defender su propio modelo y basarse en un periodismo bien escrito (más literario, si se quiere), documentado, con artículos y reportajes de fondo». Ahora la periodista y narradora leonesa —para quien «la literatura es más libre que el periodismo, pero también más solitaria»—, está escribiendo una novela que narra una historia de segundas oportunidades. «Este año publicaré algunos relatos en antologías», especifica Sabugal, que recuerda con afecto su infancia rural, llena de lecturas; las montañas, la minería, y los inviernos de su tierra.
Fuente: El Diario de León.es 29-01-2013