El leonés David Fernández Sifres probablemente nunca habría hablado con la princesa Letizia de no ser por un mendigo y un niño sin pierna. Son los protagonistas de Luces en el canal, novela con la que ha ganado El Barco de Vapor, de la editorial S.M.
Sifres era consciente de que la princesa («el premio te lo entrega S.A.R.», le dijeron en la editorial) iba a robarle todo el protagonismo. Al fin y al cabo, este funcionario de Tráfico que escribe a ratitos «sólo» ha ganado uno de los premios mejor dotados del mundo en su categoría (35.000 euros), pero en la calle ya está el polémico libro escrito por el primo de Letizia, David Rocasolano (Adiós, princesa), todo un escándalo.
El jurado otorgó el premio a la novela de Sifres por ser «un relato tierno que nos cuenta cómo los niños saben mirar e ir más allá de los prejuicios, poniéndose en el lugar del otro. Escrito con un lenguaje directo, aunque hacia un realismo mágico al que no sabes cómo has llegado tras disfrutar con una lectura que te ha hecho crecer como lector».
Sifres, que ha ganado con sus últimos libros, El faro de la mujer ausente y Un intruso en mi cuaderno, los premios Alandar y Ala Delta, ambos de la editorial Edelvives, aborda ahora la relación entre dos marginados, un mendigo que vive en los canales de Amsterdam y un niño lisiado al que le falta una pierna.
Los marginados
«Son personajes a los que nadie quiere conocer», cuenta el autor. «De la barca del mendigo salen ruidos y luces extrañas y al único que le interesa desentrañar el misterio es al niño». Luego, la novela da un giro del realismo a la fantasía.
Horas antes de recibir el premio en la Casa de Correos, en la Puerta del Sol, Sifres pensaba en disfrutar del acto, aunque reconocía que, probablemente, «la literatura infantil será la invisible. Es fácil que estos premios queden un poco ocultos», aseguró. Letizia, a la que su primo llama «la rubia implacable», se convirtió anoche a su pesar en protagonista de los galardones de literatura infantil, que también otorgaron a la mexicana Verónica Murguía el Premio Gran Angular, igualmente dotado con 35.000 euros, por Loba, una obra de fantasía épica.
Luces en el canal llega hoy al público en su versión digital. Es una estrategia de la editorial, hacer público el premio cuando el libro ya está impreso. Para esta historia, el escritor leonés echó mano de un relato inédito. «Un cuento que tenía sin publicar», confesó a este periódico. La transformación en novela consistió en imaginar qué les había ocurrido «antes» a los personajes. La historia se le ocurrió sentado en un parque, mientras observaba una señora dar pan a unas palomas junto a un mendigo que pedía para comer con un cartel que ponía: «Tengo hambre».
A Sifres no le interesa dar «el salto» a la literatura de adultos. Todo -a su juicio- es literatura. «Es como si a un profesor de Instituto le preguntan cuándo dará clases en la Universidad». Además, el escritor leonés recuerda que comenzó escribiendo relatos cortos para adultos. De lo que sí está convencido es de que el lector infantil es más agradecido. «Son más sinceros. Visito colegios y te dicen si un libro les ha gustado o si les ha hecho reír o llorar».
Pasión por concursar
El escritor leonés confiesa su pasión por los concursos. Lo cierto es que desde que publicó en 2008 su primera novela infantil, ¡Que viene el Diluvio!, todas sus historias han sido premiadas. «Los concursos tienen la emoción de si ganas o no, es una forma de saber si lo haces bien y si gustas», aclara. «Pero no escribo pensando en los concursos ni en los premios. Escribo lo que quiero».
El funcionario leonés no se plantea vivir de la literatura. «Es muy difícil. Me daría miedo. Escribo porque disfruto, pero sin obligación. Es un pasatiempo». Ya está inmerso en una nueva trama juvenil y tiene otras dos historias infantiles «medio empezadas».
Fuente: El Diario de León.es 10-04-2013