La Vía de la Plata es una larga arteria hecha de encinas, bodegas, puentes, joyas románicas, tramos de calzada empedrada y extensos pastizales que de Norte a Sur y viceversa va cosiendo prácticamente todo el oeste español, precisamente ese oeste cuyas provincias y comunidades se sitúan entre las más deprimidas y despobladas del país. Y por eso mismo, para fomentar la divulgación de estas tierras preñadas de naturaleza y de patrimonio, el Museo de León abrió el pasado jueves la exposición fotográfica Paisajes en la Vía de la Plata, que podrá verse hasta el 30 de junio en la sede de la institución, el edificio Pallarés de la plaza capitalina de Santo Domingo.
Aunque está siendo progresivamente hollada por peregrinos y caminantes —al modo de ruta jacobea mucho más solitaria y vivencial—, la Vía de la Plata, con sus enormes extensiones adehesadas, castillos y pueblos serranos y riberanos, es todavía una gran desconocida incluso para las poblaciones que se sitúan en su trazado o muy cercanas a éste. La Junta, en colaboración con la Unión Europea y un programa de cooperación transfronteriza, ha puesto en marcha esta exhibición itinerante que ya pudo verse en la ciudad de Zamora y que ofrece imágenes de la Vía a su paso por las provincias de León, Zamora y Salamanca, paisajes hermanados por vestigios lingüísticos, música, arte, etnografía… propios de la región cultural leonesa. Santiago Santos es el fotógrafo que se ha encargado de la parte salmantina y Mara Jiménez, de la zamorana y leonesa.
Calzada de siete metros
En la presentación se recordó que la Vía de la Plata es el nombre con el que se conoce la calzada romana que unía Mérida (Emerita Augusta) y Astorga (Asturica Augusta), «un importante eje de comunicación que enlazaba las regiones romanizadas del sur de la península ibérica con las zonas del noroeste, a través de la meseta. Esta calzada era, a su vez, origen de otros ejes transversales, y mantuvo su importancia durante varios siglos. La anchura de la calzada, si contamos los taludes laterales que normalmente podrían ir cubiertos por la propia capa de rodadura, se sitúa en torno a siete metros y medio, lo que supone el tránsito fácil de personas y vehículos en las dos direcciones».
Además, se remarcó que las características de esta notable construcción de ingeniería civil «son una buena muestra de la importancia con la que contó este camino en época romana y en siglos posteriores. Y así, por ejemplo, la calzada estaba señalizada con miliarios que marcaban las distancias en millas (1.481 metros)».
El parque astorgano de la Eragudina, la modernista Plaza Mayor de La Bañeza, el castillo de Quintana del Marco, el airoso puente de la Vizana sobre el Órbigo, cerca de Alija… son algunos de las imágenes pertenecientes a la provincia leonesa.
La muestra cuenta con un audiovisual de cinco minutos de duración que recorre la calzada desde la Sierra de Béjar hasta Astorga, y en él, un mapa va situando al espectador por los lugares que recorre un caminante que efectúa la ruta. Además, tres interactivos permiten al visitante acercarse a lugares especiales en torno a la vía con vistas de 360 grados, seguir una guía virtual por los miliarios y disponer de una guía arqueológica de este camino cultural.
Fuente: El Diario de León.es 03-06-2013