El Museo del Prado presentaba en enero un artesonado fechado en 1350 procedente de la iglesia de Santa Marina de Valencia de Don Juan. Esta joya del gótico leonés fue donada al museo por José Luis Várez Fisa y luce en la sala dedicada a su colección. La pieza, vendida en su día por cinco mil pesetas a un particular, es una demostración más de la suerte que ha corrido el patrimonio leonés. Desamortizaciones, ventas en momentos de guerra o penuria económica, clérigos oportunistas, comerciantes sin escrúpulos y robos puros y duros están detrás de unos silencios que, a veces, logran romperse.
Como ahora. La casa de subastas Ansorena subasta el próximo 16 de julio uno de esos tesoros ‘extraviados’, un tesoro que, también, como el artesonado del Prado, procede de Valencia de Don Juan, en este caso de la iglesia de San Juan, hoy desaparecida. Se trata de un óleo sobre tabla atribuido al maestro de Palanquinos, del siglo XVI titulado El Banquete. La pieza, que tiene un precio de salida de 18.000 euros, es uno de los doce elementos que presidían el altar mayor del citado templo, cuyo ‘domicilio’ se perdió entre las esquinas de 1929 y 1930.
Según destaca el historiador Alejandro Valderas, existe constancia de que estas piezas se quisieron vender en 1929 por doce mil pesetas (mil por tabla). «El caso es que la comisión provincial de monumentos prohibió la venta», explica el archivero, que añade que las tablas se trasladaron poco después a la iglesia de San Pedro . «Allí se perdió la pista y en 1930 ya apareció fotografiada en libros de arte americanos. Todo hace pensar que finalmente la pieza se vendió», subraya.
Pruebas de identidad
Hay pruebas que demuestran que se trata de la tabla del maestro de Palanquinos. Así, hay que destacar la descripción realizada por Manuel Gómez Moreno en el Catálogo Monumental de León (año 1900). El historiador andaluz precisa, por ejemplo, las medidas de la tabla: 1,30 por 1.02 centímetros. Las que proporciona la casa de subastas Ansorena son 131 por 95 centímetros. Casi las mismas. La ligerísima diferencia la explica Valderas en la dificultad de que el tamaño de las tablas góticas coincida en las diversas fuentes. «Es complicado medirlas cuando están montadas en los altares, ya que parte de su superficie se oculta con marcos góticos de formas caprichosas; una vez desmontadas, el espacio pictórico crece y aún más el tamaño de la pieza de madera. Sin embargo si es mucha la madera que sobra y como frecuentemente están en mal estado, era frecuente que se recortara su tamaño para venderlas», sostiene.
Lo mismo ocurre con la descripción que realiza Gómez Moreno de la pieza: óleo, figuras perfiladas en oscuro, fondos de oro, suelo de losetas en perspectiva y ropas brocadas, destacando sobre el resto los detalles de las telas de los personajes que están en primer término y del rey.
Además, la imagen aparece en A history of spanish painting, la obra de Chandler Rathfon Post publicada en 1930 y es idéntica a la que muestra Ansorena. La tabla que el próximo 16 de julio vende la casa de subastas está restaurada, pero es la misma que la que aparece a la derecha y corresponde a la tabla perdida de la iglesia de San Juan. En cuanto a lo que el historiador califica de «tipos característicos», los define como «rostros angulosos de modelo casi flamenco en los hombres, mientras que las dos mujeres recuerdan el tipo de retrato oficial de Isabel la Católica». Alejandro Valderas recuerda que las escenas de banquetes son frencuentes en la pintura española del siglo XV, ilustrando escenas como El baile de Salomé (ciclo de San Juan Bautista), la cena de Emaús (ciclo de la Resurrección de Cristo) y la boda de Canaán (ciclo de milagros de Cristo). Explica Valderas que el hecho de que no aparezcan ni Cristo ni la Virgen demuestra que la tabla pertenece al ciclo de la vida de San Juan Bautista, especialmente por la presencia de la figura coronada (Herodes) y las dos mujeres ejecutando música y danza (Salomé).
El archivero añade que en la reseña de la revista Subastas se menciona la existencia de una obra muy similar a la que actualmente sale a pujas como La dance de Salomé, que alcanzó los 20.000 euros en diciembre del 2010 en París.
Fuente: El Diario de León.es 03-07-2013