«Desde el principio me di cuenta de que no tenía ningún margen maniobra y me siento engañada». Quien así se expresa es Eva González Sancho, la directora del Musac, que —ayer se hizo público— presentó su dimisión el pasado 13 de mayo. «He enviado dos cartas a la Junta de Castilla y León, una el 13 de mayo y otra el 25 de mayo. A día de hoy no he recibido acuse de recibo», se lamenta González Sancho, cuyo nivel de aguante ante las «injerencias» de la Junta no ha soportado siquiera los tres meses.
La responsable del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León recuerda que el suyo es un contrato de alta dirección, un título que implica la toma de las decisiones artísticas y de gestión del museo. «Sin embargo, la Fundación Siglo me ha impedido llevar a efecto todo lo que he propuesto. Nada de lo que llevaba en el proyecto con el que me presenté al concurso se me ha permitido y así no puedo trabajar», sostiene González Sancho, que recuerda además que nunca antes había tenido que enfrentarse a algo parecido. Y es que la todavía ‘flamante’ encargada del centro leonés —ni siquiera ha podido cumplir los cien días de gracia— ha sido comisaria de un centenar de exposiciones en toda Europa y antes de llegar a la ciudad trabajó en el Frac de Bourgogne y la Etablissement d’en face projects en Bruselas. «En ambos permanecí ocho y cinco años, respectivamente, mis decisiones se respetaron y siempre me sentí valorada», subraya la ya directora en funciones del Musac, que incide en que en su relación con la Junta todo han sido «obstáculos».
«No es por el presupuesto»
Y es que Eva González Sancho deja claro que su dimisión no se debe a los problemas presupuestarios del centro, que ha visto recortada su partida a la mitad. «Con el presupuesto que tenemos se pueden hacer muchas cosas. El problema es que no te dejen margen de acción», acusa. Esta afirmación está avalada por el hecho de que la directora en funciones aceptó la responsabilidad con un 30% de recorte salarial respecto a lo que percibía su antecesor.
Uno de los proyectos que la Junta no permitió llevar a cabo fue la creación de un comité artístico. «Nunca lo entendí, sobre todo porque una de las claves que defendió la consejera el día de mi presentación fue la internacionalización del museo y este grupo de trabajo iba directamente en esa dirección», precisa. ¿Por entrar en colisión con el comité de adquisiciones? «En absoluto. La mayoría de los museos del mundo tienen estos dos comités. Incluso les propuse que se definiera como grupo de trabajo, pero se me negó sin darme ninguna razón, y eso que todos ellos habrían trabajado de manera gratuita», deplora. Este grupo habría estado integrado por profesionales de la talla de Xabier Arakistain, Béatrice Josse, Manuel Olveira, Philippe Pirotte, Filipa Ramos, Mats Stjernstedt y Octavio Zaya.
Eva González Sancho se refiere también a la exposición de Ángel Marcos en la Bienal, y explica que para esa muestra, para la que se implicó al Musac sin su conocimiento, se detrayeron del presupuesto del museo 60.000 euros, «sin ni siquiera una explicación». Eva González Sancho acusa a la Junta de estar buscando una figura de director virtual para validar decisiones ajenas. «Yo tengo un currículo y no puedo plegarme a esta situación», expresa.
La directora en funciones del Musac explica además que su propósito es una cancelación de contrato de mutuo acuerdo. «Si no se puede conseguir, permaneceré tres meses más en el cargo y me iré, pero sé que hoy —por ayer— están reunidos para nombrar un nuevo director», aseguró.
Por su parte, la Asociación de Directores de Museos de Arte Contemporáneo ha hecho llegar a la consejera de Cultura, Alicia García, una carta en la que expresan su «malestar y desacuerdo ante las decisiones políticas que han forzado esta dimisión». «Por desgracia, son actuaciones y comportamientos que no terminan por quedar desterrados de las prácticas políticas de nuestro país», acusan. Además, los directores de museos se preguntan si la elección de Eva González Sancho a través de un concurso internacional —acogiéndose a las recomendaciones del Documento de Buenas Prácticas— no ha sido en realidad una «coartada» que esconda la falta de autonomía del director «que impide desarrollar el proyecto para el que se le contrató».
Intromisión política
Pero los profesionales de Adace no se quedan ahí y denuncian que la situación vivida en el Musac se agrava por la «creciente intromisión política en decisiones artísticas y administrativas», reflejada en el rechazo de propuestas, así como en las «imposiciones claras o veladas en el programa de actividades del museo».
Desde su inauguración en el 2005, el Musac ha tenido tres directores, y los tres se han ido motu propio, bien por «agotamiento», caso de Agustín Pérez Rubio, por «responsabilidad con el museo», como destacó Rafael Doctor el día de su despedida, o por sentirse «maniatada», como González Sancho ha declarado. Lo llamativo del caso es que ninguno de ellos ha llegado más allá de los años estipulados en el contrato. Doctor Roncero anunció su renuncia en el 2009, mientras que Agustín Pérez Rubio dejó el cargo en el 2012.
Fuente: El Diario de León.es 04-06-2013
