La Catedral de León marcó su infancia. Es el último maestro vidriero de la Catedral del Mar. Figura en los principales manuales de vidriera, incluida la ‘Biblia’ en este ámbito, La vidriera española, de Nieto Alcaide. El leonés José Fernández Castrillo, afincado desde los ocho años en Barcelona —«aunque estudié 5º de Bachillerato en los Agustinos de León y 6º en Astorga», puntualiza— no sabe con exactitud hasta qué punto le influyeron las vidrieras de la Catedral. «Ya entonces me quedaba embobado mirándolas. Son las mejores de España. No me canso de verlas», dice.
Fernández Castrillo, que imparte sus conocimientos en universidades de México, en Italia o en la prestigiosa Pilchuck Glass School de Seattle (Estados Unidos), hizo olímpica la Catedral del Mar de Barcelona. Era el año 1992 cuando le encargaron un vitral conmemorativo de los Juegos Olímpicos para uno de los ventanales del templo gótico, que estaba cegado. La vidriera contiene una alegoría sobre el fuego olímpico y sobre Santa Eulalia, que según la leyenda fue crucificada en la plaza del Ángel de Barcelona y da nombre a la capilla de la catedral donde colocó su vitral Fernández Castrillo.
Este leonés de 69 años, natural de Regueras, es un referente en el mundo de la vidriera, como creador de un arte con el que renovó un oficio de siglos. «Imaginaba cosas que no veía hechas». Así comenzó a desarrollar una técnica que un crítico de La Vanguardia definió como ‘vitrografía’ y que Castrillo empleó en la remodelación del edificio de Botines, en más de 40 ventanales de los patios interiores. La vitrografía, según su inventor, consiste en considerar el vidrio como un lienzo; y consigue que cambie el paso de la luz y crea texturas. Castrillo reconoce que es una técnica «muy complicada» y que «necesita mucho oficio». «Hay que manipular mucho los vidrios, pero se obtienen resultados que no se logran con otras técnicas. Es dibujar con la luz», explica.
Él lleva haciendo vidrieras desde los 19 años, cuando para sufragarse la carrera de Arquitectura Técnica entró a trabajar en una empresa de arte litúrgico que hacía vidrieras. «Me encargaron un proyecto para El Escorial al que la empresa ya había presentado dos trabajos que les habían rechazado. El mío les gustó». Desde entonces no ha dejado de investigar en los secretos del vidrio.
Sus vidrieras están también en el edificio Bayer y en el Clinic de Barcelona. El artista leonés no se ha ceñido sólo a las vidrieras para edificios históricos, sino que también ha realizado numerosas obras escultóricas y vidrieras exentas, como la que acaba de colocar en el Museo de la Radio de Roda de Bará, por encargo del periodista leonés Luis del Olmo.
Su admirado Luis García Zurdo, al que considera «un sabio», «no sólo como vitralista, sino también como pintor», a propósito de las vidrieras de la Catedral le contó «que había que restaurarlas tanto como sea necesario, pero tan poco como sea posible». No lo ha olvidado.
Castrillo es, desde hace más de tres décadas, patrón vitalicio de la Fundació Centre del Vidre de Barcelona. Ha realizado numerosas exposiciones en Barcelona, París, Louisville o Lausanne. Sus obras están en edificios públicos de diversos paises de Europa y América, utilizando casi exclusivamente la técnica de la vitrografía.
Fuente: El Diario de León.es 04-07-2013