Dos grandes salas de medieval y una más para ilustrar el arte andalusí. Ángela Franco, directora de la sección medieval del Museo Arqueológico Nacional, desvela cómo se han dispuesto las piezas leonesas que se exhibirán en el remodelado centro de Serrano, que con toda seguridad abrirá sus puertas el próximo 20 de marzo. «Sólo resta cuadrar las agendas de las personalidades que presidirán el acto de inauguración», destaca.
El tesoro de San Isidoro será el inicio de la visita. En este espacio estarán, por ejemplo, una arqueta de plata y esmalte del siglo XI, así como la cruz de marfil de Fernando I y doña Sancha. La cruz de Fernando I y Sancha, una las piezas más singulares del Arqueológico Nacional, mide 54 centímetros y está considerada como la obra cumbre de la eboraria del siglo XI. Es una cruz relicario de marfil formada por la cruz propiamente y el crucificado, en cuya espalda está horadado un receptáculo para albergar una reliquia de la Vera Cruz. Frente a ellos, lucirá el arco de San Pedro de las Dueñas. La propia Ángela Franco desveló hace cuatro años el lugar en el que se habría encontrado en su origen: la entrada al claustro. En ese mismo lugar habrá un capítulo dedicado a la escultura gallega y, a continuación, la exhibición se centrará en los tesoros de Sahagún. En este lugar se ha dispuesto uno de los mayores tesoros del Arqueológico Nacional: la lápida del sepulcro de Alfonso Ansúrez, que el museo madrileño recuperó en 1933 canjeándosela por otra pieza al Fogg Museum de Harvard, así como la conocida Virgen con el Niño.
«Avanzando un poco en la exposición se podrá ver una vitrina grande con piezas del Camino de Santiago», precisa. Será precisamente aquí donde se muestren algunas de las arquetas leonesas más valiosas de la colección. Allí se podrán ver varios cofres, como el de limoges del año 1230 procedente del convento de San Marcos, que será una de las estrellas del exhibidor.
Ángela Franco ha ideado a continuación un espacio a modo de iglesia con dos calvarios y la Virgen y San Juan procedentes de Gradefes. Además, se han montado dos hacheros del siglo XV procedentes de la Catedral. Se trata de dos piezas circulares que se formularon para ser colocados sobre la pared. «Las piezas tienen una decoración en tracería extraordinaria. Se han limpiado y han quedado preciosas», asegura Franco Mata.
Por otro lado, la conservadora jefe del MAN destaca que con la nueva exposición se hará un guiño a las piezas a las que no suele darse el valor que merecen, como las renacentistas, por ejemplo. El Museo Arqueológico también mostrará una de las piezas más importantes del Museo Arqueológico, el sarcófago de San Justo de la Vega, un tesoro de mármol blanco en cuyo frente se narran escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento. De izquierda a derecha se representan los siguientes temas: la resurrección de Lázaro, el prendimiento de San Pedro, el milagro de la fuente, Adán y Eva junto al árbol de la ciencia, la multiplicación de los panes y los peces y el sacrificio de Abraham. Fechado alrededor del 310 d. C., ingresó en el Museo Arqueológico Nacional en 1869, tras haber sido reutilizado en la catedral de Astorga.
Por último, habrá una sala dedicada a la huella andalusí. En ella se podrá ver, por ejemplo, la espada nazarí de San Marcelo, con toda probabilidad una donación de Fernando el Católico.
Fuente: El Diario de León.es 24-02-2014