Tres leoneses vuelven a copar el Premio de la Crítica de Castilla y León. El poeta Antonio Gamoneda y los novelistas José María Merino y Alejandro M. Gallo optan al galardón que se fallan el próximo viernes y concede el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua. Gamoneda y Gallo acogieron ayer con sorpresa su candidatura, de la que se enteraron por este periódico. El jurado seleccionó a diez finalistas para la undécima edición del premio, que reconoce la obra literaria de un autor de Castilla y León publicada durante el último año.
Entre los narradores, el académico José María Merino, con su novela El río del edén, compite con el jefe de la Policía Local de Gijón, el astorgano Alejandro M. Gallo, seleccionado por su ‘gesta’ Morir bajo dos banderas. Los otros cinco candidatos en novela son: Enriqueta Antolín, por Qué escribes, Pamela’; Jesús Ferrero, con El hijo de Brian Jones; Julio Izquierdo y su Boa norte; Me hallará la muerte, de Juan Manuel de Prada; y Gustavo Martín Garzo, por el libro Y que se duerma el mar.
En el capítulo de poesía han sido seleccionados Luis Javier Moreno, con Figuras de la fábula, y el Cervantes leonés por su Canción errónea. Finalmente, el jurado, que este año no ha elegido ningún ensayo, ha nominado también a José Luis Alonso de Santos por su obra teatral Los conserjes de San Felipe.
Gamoneda ya recibió el Premio de la Crítica hace nueve años por su poemario Arden las pérdidas. «Lo que sea, sonará. Agradezco la nominación, pero no me estremezco», confesó ayer el autor de Canción errónea, con la que rompía ocho años de silencio poético. .
Dos bandos
Alejandro M. Gallo, uno de los escritores de novela negra más reconocidos del país, no para de recibir solicitudes para presentar su épica Morir bajo dos banderas, lo que le impedirá avanzar en su próxima aventura editorial, que ya ha comenzado a escribir.
Curiosamente en esta edición se enfrentan los dos ‘bandos’ de la Guerra Civil. Mientras Gallo aborda en Morir bajo dos banderas el periplo de los soldados republicanos que combatieron y murieron contra el fascismo en todos los campos de batalla en la II Guerra Mundial, el zamorano Juan Manuel de Prada rescata a la División Azul en Me hallará la muerte.
El autor de La orilla oscura, el académico José María Merino, fue finalista en el 2010 por La sima. Ahora, en El río del edén, Merino se atreve por primera vez a novelar una historia de amor, con la complicación de que está narrada en segunda persona. La hija del académico leonés, Ana Merino, también fue finalista a este mismo galardón en el 2011 con el poemario Curación.
El año pasado, por primera vez en la historia del premio, el galardón se otorgó ex aequo al poeta leonés Antonio Colinas por su libro El laberinto invisible y al pensador abulense Olegario González de Cardedal por El rostro del Cristo.
Aparte de Gamoneda y Colinas, otros dos leoneses han ganado el Premio de la Crítica. Luis Mateo Díez lo recibía en el 2009, tras dos años consecutivos de ser finalista, con Los frutos de la niebla, uno de los doce libros que forman parte de ese gran universo bautizado como Las fábulas del sentimiento, una suerte de ‘novelas ejemplares’ en la estela de las cervantinas y una de las empresas literarias más ambiciosas de la narrativa de las últimas décadas.
El escritor de origen berciano Raúl Guerra Garrido conquistó el Premio de la Crítica de Castilla y León en la tercera edición, con el libro La Gran Vía es Nueva York.
Fuente: El Diario de León.es 02-03-2013