León acoge la mayor exposición de papiros egipcios que se ha hecho nunca en España. El Museo Bíblico alberga hasta el 15 de julio nueve fragmentos, de apenas unos centímetros. Minúsculos de tamaño, pero de excepcional valor. Los adquirió José O’Callaghan Martínez, el jesuita español que descifró un fragmento del evangelio de San Marcos encontrado entre los enigmáticos manuscritos localizados en 1947 en once cuevas de Qumrán, junto al Mar Muerto. O’Callaghan logró reunir 2.000 papiros egipcios gracias al mecenazgo de su cuñado, Palau-Ribes, que da nombre a la colección.
Son textos escritos entre el siglo VIII antes de Cristo y el VIII de nuestra era. Hay documentos bíblicos, de carácter administrativo, mágicos y literarios.
Entre los nueve que ha recibido en préstamo el Museo Bíblico hay un pedazo minúsculo de La Ilíada, de Homero, copiado en el siglo I antes de Cristo y con faltas de ortografía. Otro es un precioso papiro del período faraónico, en el que aparece el dios Set, que se sabe que fue usado como amuleto por los cinco pliegues aún visibles. También hay un texto de la Teogonía, de Hesíodo —el más antiguo de los poetas helenos después de Homero—, así como una carta en árabe, del período islámico, que es un ejercicio de escritura, una especie de caligrafía. Están escritos en egipcio hierático, en demótico, en copto, en griego y en árabe. Los nueve papiros, que el Museo Bíblico custodia en una vitrina especial, resumen el espíritu de los 2.000 que conforman los fondos Palau-Ribes.
Clases de papirología
En León no sólo estarán expuestos al público, sino que servirán de ejercicio de lectura a los alumnos de lenguas antiguas del Instituto Bíblico y al público en general que quiera asistir a un curso de papirología, del 6 al 11 de mayo (dos horas diarias).
Las clases las impartirá el mayor experto en papiros de España y profesor de la Pompeu Fabra, el leonés Alberto Nodar, artífice de que los nueve fragmentos egipcios —de un valor arqueológico incalculable— hayan salido por primera vez de Cataluña para viajar al museo ubicado en San Isidoro.
Doctor en Filología Clásica por la Universidad de Oxford, Nodar es uno de los creadores del portal Dvctvs, que ha digitalizado los aproximadamente 5.000 papiros inventariados que hay en España —2.000 de la colección Palau-Ribes, un número similar de la colección Roca-Puig (que se conserva en al abadía de Montserrat) y los 800 que integran la colección de la Fundación Pastor de Estudios Clásicos de Madrid—. Papiros que raramente se enseñan a estudiosos y nunca al público.
La Ilíada con mala ortografía
«El secreto más sobrecogedor es la vida bajo las letras. Es conmovedor descubrir la falta de ortografía en un texto como La Ilíada o en una tragedia de Eurípides, a los que estamos acostumbrados a enfrentarnos como realidades inamovibles y, sin embargo, dependen de esas manos anónimas que los han copiado para nosotros, con los mismos despistes, en los mismos días de euforia o de bajón en los que nosotros hoy, tan humanos, realizamos nuestro trabajo», afirma Nodar.
La importancia de los papiros que han llegado a León, cuyo origen exacto se desconoce, y que O’Callaghan compró en tres viajes a Egipto en los años sesenta, reside en que «permiten conocer los primeros escritos cristianos», subraya Jesús García Recio, director del Museo Bíblico. Nodar ya ha conseguido crear una pequeña escuela de papirología en León, una disciplina que a él le inculcó el profesor Gaspar Morocho cuando era alumno de la Facultad de Filosofía y Letras en León.
Los nueve fragmentos cedidos a León durante tres meses por el Archivo Histórico de los Jesuitas en Cataluña, que custodia la colección Palau-Ribes desde la muerte de O’Callaghan en el 2001, son perfectamente legibles pese a su antigüedad.
Estos minúsculos pedazos que un día fueron parte de largos rollos de papiro permiten verificar la fidelidad de los textos cristianos, teniendo en cuenta que durante siglos los manuscritos en hebreo más antiguos que se conservaban eran del siglo IX, por lo que cabía sospechar que las frases incómodas de los originales habrían sido mutiladas.
«Lo importante de este material es que puede cuestionar nuestra percepción de los textos antiguos. Estos son testimonios directos o casi directos de personas que vivieron al tiempo que el personaje histórico de Jesús», dice Nodar.
Fuente: El Diario de León.es 16-04-2013