En un château francés, a 54 kilómetros de París, un centenar de «hackers» y de «makers» se dieron la mano durante cinco semanas a la busca de soluciones ante el cambio climático.
En un château francés, a 54 kilómetros de París, un centenar de «hackers» y de «makers» se dieron la mano durante cinco semanas a la busca de soluciones ante el cambio climático.