Científicos detectan por segunda vez las ondas gravitacionales predichas por Einstein

Una vez más, se trata de la fusión, o coalescencia, de dos agijeros negrosUna vez más, se trata de la fusión, o coalescencia, de dos agujeros negros

El pasado 26 de diciembre, los investigadores de las colaboraciones LIGO (en Estados Unidos) y Virgo (en Italia) recibieron un inesperado regalo navideño cuando, a las 03:38:53 UTC, los detectores de LIGO captaron una nueva señal de ondas gravitacionales. Hacía sólo tres meses que el mismo instrumento había conseguido la primera detección de la Historia de las ondaspredichas hace un siglo por Einstein. Por eso, encontrar un segundo caso tan pronto era algo que nadie se habría atrevido siquiera a imaginar.

Una vez más, la señal, una leve distorsión en el tejido espaciotemporal, llegó hasta la Tierra procedente de los últimos instantes de la «danza gravitatoria» de dos lejanos agujeros negros, que tras incontables millones de años orbitándose mutuamente, se fusionaban en uno solo. La fusión, o coalescencia, de dos agujeros negros es, precisamente, una de las muchas fuentes de ondas gravitacionales que persigue LIGO. Otros objetos espaciales, como púlsares o estrellas de neutrones en rápida rotación, también son capaces de generar ondas gravitacionales.

Leer la noticia completa

Print Friendly, PDF & Email

Los comentarios están cerrados.