Esta maravilla del Vaticano y otras escaleras de caracol forman una espiral de oro basada en la sucesión de Fibonacci
La verdad es que por mucho que nos disguste las matemáticas nos acompañan en muchos momentos de nuestra vida, desde el crecimiento de una flor hasta la explosión de un motor, pasando por el diseño de una bóveda o una escalera de caracol.
Uno de los puntos más icónicos y fotografiados de los Museos Vaticanos (Ciudad del Vaticano) es la escalera de Bramante, que a través de una doble hélice enrollada hacia la derecha produce un efecto infinito. En realidad no es una única escalera, son dos enroscadas, una para bajar y otra para subir. La doble hélice está inscrita en un tronco de cono, invertido y de base elíptica u ovalada.