
Bernhard Riemann. Este alemán propuso una conjetura para explicar el comportamiento de los números primos que funciona. Pero nadie ha podido demostrar su validez de forma indiscutible – YOUTUBE

Bernhard Riemann. Este alemán propuso una conjetura para explicar el comportamiento de los números primos que funciona. Pero nadie ha podido demostrar su validez de forma indiscutible – YOUTUBE

A 440 kilómetros de distancia de Bruselas, en la ciudad francesa de Estrasburgo, el Parlamento Europeo dijo ‘sí’. Que periodistas, cineastas, productores, escritores, todos los creadores en definitiva, tienen derecho a ser remunerados cuando sus obras sean compartidas en el ciberespacio. La Eurocámara abría así un paraguas legal, conocido como directiva del copyright, que va a proteger sus derechos ante gigantes tecnológicos como Google o Facebook.
Una vez que Internet pegó el gran salto de ser ARPANET (Advanced Research Projects Agency Network) a lo que se conoce a día de hoy como propiamente dicho, la Web, habría que retrotraerse a lo que en su día fue el European Laboratory for Particle Physics (CERN) de Suiza, en el año 1989. En ese preciso momento y gracias al protocolo http, con páginas creadas al principio a través del lenguaje de programación de HTML, al que se fueron uniendo otros lenguajes más sofisticados como PHP, Java, JavaScript, APS, entre otros, se dio el pistoletazo de salida a lo que más tarde se ha denominado arquitectura de la información.
En los primeros momentos de la Red de Redes, el objetivo de sus ingenieros o artífices era dotar a Internet de una estructura interna que tendría que ver con una configuración clara de cada página web. Y, fue en el año 1996 cuando Richard Saul Wurman en su libro Information Architects (Arquitectura de la Información) dotó a esta disciplina de una definición específica. En la portada del libro ya aparece definido el arquitecto de información como: “un individuo que vuelve claro lo complejo, una persona que crea una ruta para que otros encuentren lo que buscan”.
El Energy Observer, el primer barco de este tipo hará escala en Valencia del 31 de agosto al 6 de septiembre para completar una nueva etapa de su “Odisea para el Futuro”, una gira mundial de 6 años, 50 países y 101 escalas, en busca de soluciones para la transición ecológica.
En cada escala, el equipo se encuentra con las iniciativas locales de innovación para la transición ecológica. Y gracias a la producción de contenido documental para televisión y redes sociales, Victorien Erussard y Jérôme Delafosse pueden promover las soluciones sostenibles y concretas para el desarrollo sostenible.
Tras varias paradas en las islas Baleares, Energy Observer atracará en Valencia, en la que será la segunda escala importante de 2018, después de la ciudad italiana de Venecia.
El «impulso solar de los mares»
Desde su salida de Saint-Malo (Francia) en junio de 2017, Energy Observer ya ha recorrido más de 8.000 millas náuticas, sin emisión de gases de efecto invernadero o partículas finas, para salir al encuentro de los pioneros que innovan para la transición ecológica.
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El sector de la eólica offshore se está consolidando como una de las fuentes de energía renovable de referencia, especialmente en Europa, y en auge tanto en Asia como en Estados Unidos. Actualmente la mayoría de los parques eólicos offshore, como el proyecto Wikinger de reciente construcción en el mar Báltico, están fijados al suelo marino mediante jackets – las plataformas sobre las que se colocan los aerogeneradores –. Estas torres solo se instalan en aguas someras (profundidad máxima de 50 a 60 metros), lo que supone una limitación para el desarrollo del sector.
Este proyecto de investigación, denominado Flow, pretende aportar una solución mediante el desarrollo de un aerogenerador flotante y su demostración a escala real que permita la construcción de parques eólicos offshore en zonas más profundas. El proyecto abordará todas las fases de ingeniería de diseño, la ingeniería de detalle y la ingeniería de fabricación de un aerogenerador flotante a escala real con el claro objetivo de posicionar al País Vasco en la vanguardia de este sector estratégico y potenciar las capacidades de las empresas vascas en toda la cadena de suministro de la eólica marina flotante.
Después de más de dos años sin eclipses totales de Luna visibles desde Europa, el próximo día 27 de julio la Luna volverá a cruzar la sombra de la Tierra.

Los eclipses lunares ocurren cuando nuestro satélite pasa por la sombra de la Tierra. Esto no sucede todos los meses, porque la órbita de la Luna está inclinada con respecto a la de la Tierra-Sol (eclíptica). A diferencia de los eclipses solares, los eclipses lunares son visibles desde cualquier lugar del mundo, una vez que la Luna está sobre el horizonte en el momento del eclipse.
El 27 de julio de 2018 se producirá un eclipse total de Luna con el máximo centrado en el Océano Índico según datos proporcionados por la NASA. La fase de totalidad del Eclipse durará 1 hora y 42 minutos -el más largo del siglo XXI- comenzado a las 19:30 horas UT (UT son las siglas en inglés de Tiempo Universal; debemos sumar una hora más en Canarias y dos en la Europa continental) y finalizando a las 21:13 horas UT. La Luna empezará a eclipsarse -entrada en la sombra terrestre- a las 18:24 horas UT. Desde el África oriental podrá observarse el eclipse en su totalidad. Desde la Europa Occidental (España, Portugal, Reino Unido, Francia o Italia) solo podrá observarse la segunda parte del eclipse con la Luna amaneciendo en el horizonte este.
Del 2 al 10 de Julio: 8:00 a 19:15 h.
Del 11 al 31 de Julio: 08:00 a 14:00 h.
Del 01 al 19 de Agosto: C E R R A D O
Del 20 al 31 de Agosto: 08:00 a 14:00 h.