El profesor de Historia de la Universidad de León Francisco Carantoña ofrece hoy, jueves 13 de febrero, en la Fundación Sierra Pambley la conferencia Hacia el liberalismo: Jovellanos y el pensamiento político de la Ilustración.
Destaca el historiador que la Ilustración no tenía un pensamiento único, tampoco en lo relacionado con los sistemas políticos, «pero sí puede afirmarse que la mayoría de ilustrados compartían los planteamientos de Locke y Montesquieu sobre la necesidad de separar los poderes del Estado, esto es, que era preferible que el poder legislativo residiese en un órgano colegiado y representativo, que los tribunales debían ser independientes e inamovibles y que nadie podía ser juzgado más que por leyes anteriores a la comisión del delito, así como la defensa de la libertad de imprenta y la tolerancia religiosa. De hecho, como recuerda el profesor, era general la admiración por el sistema político británico, idealizado por Montesquieu.
«Es cierto que lo que podríamos llamar la ‘concepción pedagógica de la actividad pública’ condujo a relevantes ilustrados como Voltaire y Diderot a convertirse en consejeros de monarcas absolutistas, pero el primero nunca ocultó su simpatía por el sistema político inglés y el segundo manifestó su admiración por la nueva república, ya casi democrática a finales del siglo XVIII, que había nacido en Norteamérica», sostiene Francisco Carantoña.
Jovellanos, anglófilo
En España, Jovellanos era también un anglófilo: «Mi deseo era preparar por medio de nuestro plan una Constitución modelada por la inglesa y mejorada en cuanto se pudiese, y a esto se dirigía la forma que ideamos para la organización que la asamblea había convocado», le escribía a Lord Holland en 1810.
Destaca el profesor que Jovellanos «era un reformista, temía las consecuencias de una revolución radical y sostuvo siempre que en la Constitución tradiciona la soberanía residía en el monarca, aunque debiera legislar con las Cortes, y eso le parece, además, conveniente porque es un freno contra la democracia». Si la nación es soberana podría legislar libremente y, por ejemplo, abolir la monarquía: eso conduciría a un conflicto civil, al enfrentamiento entre clases, y tendría consecuencias nefastas, pudiendo acabar en la peor de las dictaduras, como consideraba a la época del terror». Así pues, ¿era reaccionario ese planteamiento de Jovellanos? Habrá que acudir a la conferencia para descubrirlo.
Lugar: Museo Sierra Pambley. Entrada por Dámaso Merino.
Hora: 20.00.
Fuente: El Diario de León.es 13-02-2014