Ni una gota de sangre más, porque no hace falta. «La hay en las escenas en las que la hay, porque no es necesario inventarla», cuenta Martín, al lado de los ejemplares de esta edición. Que luego, a la vista, aparece todo, ilustraciones y texto, perfectamente encajado. Digno de lectura y disfrute y enriquecido con los colores y formas del creador leonés. El Quijote de Martín es el que camina por el lado salvaje de la vida, con B de Cerbantes y a lo bruto, y que como presentó ayer en Casa del Lector, en Madrid, es la vuelta de tuerca transgresora que aporta para que también sean las ilustraciones de la parte pecadora de las sagradas escrituras de la literatura universal. Pero en el todo hay un tono clásico como marca de vigencia.
José María Merino, otro ilustre leonés de la cultura, apadrinó el acto como vía de escape irónica, y que, desde esta perspectiva alternativa, en el fondo, todo contribuye a aumentar lo monumental que resulta ser, le hagan lo que le hagan, la novela más célebre de las letras españolas. Merino elogió a los autores y afirmó que es «la edición que faltaba, y que aporta cosas». Además de remarcar el valor de futuro, por el tratamiento de la edición, o el diccionario que incluye junto a otros apéndices, destacó la modernidad que le aporta Martín: «No es un cómic pero tiene toda su apoyatura. Y como decía Martín: qué gozada ilustrar un novela clásica. Y lo que les ha salido es un Quijote del siglo XXl», relató el autor y académico leonés. Quedó claro que Martín puede con todo y está en forma, hasta tal punto que, desde esos suburbios creativos que maneja, emerge con facilidad a salones de la impronta de, por ejemplo, esta Casa del Lector del ex ministro socialista César Antonio Molina.
También participó el que casi lo fue, en este caso con Aznar, Luis Alberto de Cuenca. Y entre el público, se contó con en el lujo de la presencia de l escritor leonés Luis Mateo Díez, que presenció el acto desde las butacas, al igual que César Antonio Molina. El tirón del tándem Martín-Cervantes se traduce en los 70 euros que cuesta la edición, con dos tomos en tapas duras y tamaño Quijote… Y que se vendían allí mismo con cierta alegría. Pero la caja también va a sonar dentro de un orden, porque como explicaba ayer el propio Martín, los dibujos originales que componen este Quijote (149 en total) tienen novias de sobra y lo que falta es decidir a quién.
El Diario de León.es 21-10-2015