El Museo Etnográfico de Mansilla recibe en donación más de mil objetos en el último año

Objetos cotidianos que el tiempo convirtió en ‘reliquias’ y bártulos cuyo valor es más sentimental que económico forman parte del legado que cada año recibe el Museo Etnográfico Provincial, con sede en Mansilla de las Mulas. La última ‘remesa’ asciende a 35 lotes.

 

El museo ha aceptado en un año una herencia que supera el millar de objetos. Desde un baúl de viaje de Valdesogo de Arriba del siglo XX a mantas, cestos, mantones, mandiles, un perchero de Mansilla de las Mulas, postales, periódicos, publicaciones, juguetes, indumentaria, recordatorios… o manuscritos de finales del siglo XIX. Mil objetos en los que hay mil vidas. Pequeños tesoros, enseres y ‘telares’ que representan un estilo de vida perdido.

Entre las donaciones destaca el fondo bibliográfico íntegro de la investigadora leonesa Concha Casado Lobato, que además de libros incluye documentación y efectos personales.

También resulta curiosa una colección de elementos de pastoreo, remitidos desde varias localidades de la provincia y datados a mediados del siglo XIX, como zapatas o un cubo de ordeñar. La colección del museo comenzó a forjarse hace 42 años, cuando el médico maragato Julio Carro Carro, regala a la Diputación Provincial su colección de etnografía y arqueología.

Objetos y visitantes

Las ‘dotes’ han permitido al museo de Mansilla acumular una amplia colección que supera las 7.000 piezas. Con regularidad el museo que gestiona la Diputación organiza exposiciones en las que exhibe los objetos más interesantes cedidos por particulares y rescatados generalmente de desvanes, baúles o de herencias.

Más de 15.000 personas visitaron el año pasado el Museo Etnográfico Provincial y un alto porcentaje participaron también en alguna de las actividades culturales. Una de esas iniciativas fue el programa Aula y Museos, en la que participaron más de un millar de escolares de doce centros de la provincia, además del plan de didáctica con el que cuenta el Museo, a través del que se realizaron seis talleres a los largo del último año.

La Diputación de León destaca, en una nota de prensa en la que hace balance del último año del museo, las seis exposiciones temporales, que fueron visitadas por más de 9.000 personas, como Mujeres, tipo y estereotipo, Ramón Carnicer, Viaje a La Cabrera, La colección Gago del Río y Jonás, el primitivismo poético.

En mayo del 2009 el museo se unió a la idea de promocionar mensualmente un objeto y, bajo el título La pieza del mes, rescata para los ciudadanos algunos de los objetos más curiosos y singulares que atesora en su colección. Actualmente, la pieza del mes es El Jurru, el antruejo de Alija del Infantado.

Fuente: El Diario de León.es 26-02-2013

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Eva González-Sancho se convierte en la nueva directora del Musac

La consejera de Cultura, Alicia García, anunció ayer el nombre de la nueva directora del Museo de Arte Contemporáneo (Musac). Se trata de Eva González-Sancho (España, 1970). Ha sido directora del Frac Bourgogne en Dijon desde mayo de 2003 hasta junio de 2011. Con anterioridad se hizo cargo de la oficina de proyectos Etablissement d’en face projects en Bruselas (1998-2003), ciudad donde vivió desde los 15 años.
Nombrada a finales de mayo de 2012 integrante del equipo curatorial del Lofoten International Art Festival 2013, junto a la la noruega Anne Szefer Karlsen y el egipcio Bassam El Baroni, también impartió clases de Historia de las Exposiciones en la Universidad de Metz.

González-Sancho está interesada en los numerosos problemas provocados por el espacio público y la percepción y función del espacio, vista en el contexto expositivo. Sus proyectos incluyen una relación con el lenguaje y el texto o interpretaciones de la historia, además de poner en duda los problemas de la conciencia y la percepción de sí mismos de los seres humanos en cualquier lugar. Explica que su trabajo de curaduría se fija en la práctica del arte “no autoritario”, el cual ofrece al público un margen muy amplio para maniobrar e interpretar, y que reconoce la individualidad y la responsabilidad del espectador.

Fuente: El Diario de León.es 22-02-2013

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Entrevista al ilustrador leonés Javier Zabala

Javier Zabala es de León y, además, uno de los ilustradores más brillantes del mundo. Premio Nacional, este año vuelve a estar nominado a los prestigiosos galardones Andersen que concede la feria internacional de Bolonia cada dos años, y ya van dos. El autor de Marcelino, Pan y Vino, José María Sánchez Silva, ha sido el único español en lograr este reconocimiento. Zabala será el primero en adjudicárselo en la categoría de ilustración. Mientras tanto, sigue editando sin descanso. La crisis editorial no parece afectarle y acaba de publicar dos libros Árboles, de Mario Benedetti, y Las ventanas más pequeñas del mundo, del mexicano Jorge Luján. Además, auncia cuatro para un plazo inmediato.

El ilustrador loenés Javier Zabala.

—Este año vuelve a estar nominado a los premios Andersen. ¿Qué supone ser el único español que va a ganar este galardón en la modalidad de ilustración?

—Muchas gracias por tu confianza Cristina… Solo que me hayan nominado otra vez, en un país como el nuestro en el que tenemos tantos profesionales que son referencia internacional en el mundo de la ilustración, es ya una enorme satisfacción. Después tendría que quedar por segunda vez entre los finalistas a nivel mundial, que es siempre muy, muy difícil. Por último, ser elegido entre los mejores… En la última convocatoria del premio estuvimos cerca, pero me temo que debemos esperar hasta 2014 para ver qué sucede esta vez… fácil no es, desde luego. Hablamos del premio internacional más importante de esta profesión y en el mundo hay muchos y muy buenos ilustradores, por suerte.

—¿Cambió algo ganar el Nacional de ilustración?

—Sí, creo que cambia un poco tu actitud ante el trabajo. Siempre es reconfortante que reconozcan tu labor, y esto te puede dar más seguridad a la hora de plantear propuestas gráficas novedosas, más valientes, que crucen, al menos un poco, la línea del mercado, que estén más allá de las etiquetas previas. Por otro lado, también sientes una mayor responsabilidad como autor, pero creo que en este sentido, la responsabilidad debe estar ahí siempre con o sin premios. Responsabilidad contigo mismo y con el trabajo hecho lo mejor posible en cada reto cotidiano. Creo que uno debe quedar vacío después de acabar un libro, no dejarse nada dentro, aunque, por el bien del libro, muchas de las cosas que has creado se queden en los cajones de tu estudio.

—¿Qué lecturas, qué experiencias, qué visiones han modelado su sensibilidad artística?

—Todas las que he vivido. Absolutamente todas para bien o para mal. Siempre he dicho que en las profesiones creativas solo puedes trabajar desde lo que esencialmente eres, y somos lo que hemos ido recogiendo por la vida. No creo que podamos inventar o improvisar nada si no lo somos previamente… En este sentido, hay una cierta tendencia a la verticalidad en mi trabajo y en realidad estoy convencido de que tiene mucho que ver con mi infancia y adolescencia en León y sus altos chopos, las agujas de la catedral… Igual no es ésta la razón, pero a mi me gusta pensar que es así.

—¿Dónde reside la potencia expresiva que tienen sus ilustraciones?

—Mmmm, qué elogio más bonito. Quizás, y digo quizás, en la sencillez, que es lo más difícil de conseguir. Expresar lo máximo posible con solo los elementos imprescindibles. Que nada sobre y que nada falte. Conseguir hacer realidad esa famosa frase: «menos es más».

—¿Cómo consigue que figuras tan esquemáticas transmitan tanto?

—Pues, profundizando en lo que he dicho anteriormente, creo que intentando ir a la esencia gráfica y emocional de lo que que tratas de representar, permitir que solo aparezca aquello que lo define, que contiene su esencia y después, conseguir la mayor tensión posible entre todos los elementos ya sean gráficos o literarios.

—¿Qué autores cree que van mejor con su expresión artística?

—Con un texto tengo que conseguir algún tipo de conexión fuerte, sea narrativa, estética, filosófica… Últimamente suelo trabajar con textos muy abiertos donde mi mundo gráfico, anímico, intelectual, no sienta demasiado los corsés. Por suerte, hay muchos textos con estas características.

—¿Cuál es su proceso creativo? Quiero decir si trata de interiorizar el mundo literario del autor que va a ilustrar o si lo hace a partir de la idea subjetiva que tiene de ese autor en concreto.

—Una de las tendencias cada vez más presente en la ilustración contemporánea es trabajar desde la premisa de que el lenguaje gráfico es siempre distinto del literario y como tal debe proponer una lectura paralela y/o entrelazada con el texto. La imagen no debe ser una mera repetición de lo que dice el relato, sino que debe aportar algo más, plantear situaciones y sentimientos nuevos, complementar el texto, incluso, por qué no, potenciarlo. Aquí es donde yo me siento cómodo.

—En ocasiones, su obra se apodera del texto. ¿Es intencionado?

—En realidad no sé si esto que me dice es bueno o malo. Sí que es cierto que a veces sucede, pero también puede suceder que el texto se apodere de la ilustración. Imagino que lo que sería deseable, como en un dúo de una ópera, es que las dos voces se complementen… Por otro lado, hay libros, como los álbumes ilustrados, en donde el texto es casi testimonial y aquí, la imagen debe mandar por derecho propio y por la propia naturaleza de este tipo de libro.

—¿En qué invierte ahora el tiempo?

—En estos momentos estoy terminando varios proyectos a la vez, un mes antes de la feria de Bolonia. En varios de ellos llevo trabajando meses o incluso años, pero, por casualidad, van a salir todos con poco tiempo de diferencia. Eso sí, en distintos mercados. Acabo de finalizar un libro para Thule, una editorial española, con un texto ingenioso y deliciosamente absurdo de una querida amiga escritora. Estoy ultimando otro para una editorial francesa del que no puedo hablar mucho por ser el texto de domino público. También un fantástico relato de Gianni Rodari para Italia y por último, estoy acabando Prosa del Transiberiano y la pequeña Jeanne de Francia de Blaise Cendrars, para México, la primera poesía cubista de la historia, según se dice. Un verdadero placer para mi trabajar en un texto tan increíblemente sugerente y profundo.

—¿Y después de la feria?

—Después de la feria, más proyectos…

Fuente: El Diario de León.es 24-02-2013

 

 

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CEP2013 – II Congreso de Estética y Política: En torno al pensamiento de Jean-Luc Nancy

 

La Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia organiza el II Congreso Internacional de Estética y Polí­tica, que llevará por tí­tulo «En torno al pensamiento de Jean-Luc Nancy».

El Congreso se celebrará los días 15 y 16 de mayo de 2013 en la Universidad Politécnica de Valencia.

Las personas interesadas en enviar una comunicación, deberán remitir por correo electrónico los siguientes datos antes del 8 de marzo del 2013:

  • Nombre y apellidos
  • Datos de contacto del autor (dirección de email y número de teléfono)
  • Centro de procedencia o filiación académica
  • Tí­tulo de la intervención
  • Resumen de 300 palabras de su propuesta de comunicación

La documentación debe enviarse a la dirección de e-mail: estetica_politica@yahoo.es

OBSERVACIONES:

– Las propuestas de comunicaciones deberán ser inéditas y no haber sido presentadas con anterioridad en otros Congresos.

– Las comunicaciones podrán presentarse en castellano, catalán, francés o inglés.

EVALUACIÓN:

Las propuestas recibidas serán evaluadas por dos miembros del comité científico del congreso.

Antes del 15 de marzo, el comité organizador informará, vía correo electrónico, de cuáles han sido seleccionadas para la participación en el congreso. La confirmación por parte del autor conllevará la participación en la conferencia.

Más información aquí.

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Desvelan un manuscrito del I Decreto de Abolición de la Inquisición en España

Cuando se cumplen 200 años de la promulgación del primer decreto de la abolición en España de la Inquisición, la Fundación Sierra Pambley de León ha desvelado el hallazgo en sus archivos de una copia manuscrita de este decreto, sancionado el 23 de febrero de 1813.

Este documento, que se encontraba entre los 300.000 que tiene esta fundación, fue localizado durante un inventario que se hizo hace dos años en la institución, si bien hasta ahora no había trascendido, según ha explicado a EFE en León el director del archivo, Javier González Cachafeiro.

Se trata de una copia manuscrita de este decreto, que llegó al archivo de la Fundación a través del leonés Felipe Sierra Pambley (1774-1823), diputado en las Cortes de Cádiz y secretario de Estado y del Despacho Universal de Hacienda, bajo el reinado de Fernando VII.

Este documento, que era uno con los que trabajó el político, forma parte del archivo de esta Fundación, que hoy dedica una jornada a este manuscrito, que lo exhibirá esta tarde por primera vez al público.

Desvelan un manuscrito del I Decreto de Abolición de la Inquisición en España

En la fundación, creada en 1887 y dedicada a la cultura y la educación, se encuentran otros documentos con los que trabajó el político relativos a la Inquisición, si bien ninguno de ellos describe un acontecimiento tan importante.

En virtud de este decreto, firmado el 23 de febrero de 1813 en las Cortes de Cádiz, se pone fin al tribunal de la inquisición, ya que se considera que es incompatible con la Constitución.

Esto no quiere decir que España no siga siendo «Católica, Apostólica y Romana», es más la Constitución establece que las Cortes están obligadas a «proteger por leyes sabias y justas» esta religión «que los españoles tienen la dicha de profesar», según consta en el manuscrito, a cuya copia ha tenido acceso EFE.

En este decreto, se suprime el «tribunal inquisidor» y se sustituye por un «tribunal eclesiástico».

Así, se critica que los inquisidores sean los «árbitros de la vida y honor de los españoles», sin que ellos a su vez sean «responsables de los defectos ilegales que pudieran cometer», teniendo en cuenta que son «hombres y por lo mismo estaban sujetos al error».

«Los inquisidores gozaban de privilegios que la constitución niega a las autoridades y atribuye únicamente a la sagrada persona del Rey», explica el decreto.

Así, se decreta suprimir el tribunal de la inquisición, pero se deja «la vigilancia de las leyes» en manos de «arzobispos, obispos, cabildos, párrocos y demás eclesiásticos», que se encargarán de «castigar» a «los obstinados que intenten insultar la religión y trastornar el estado».

Eso sí, se velará porque «no se confunda al inocente con el culpable».

Y es que, antes de este decreto, al acusado se le llevaba «a cárceles secretas, sin permitirles comunicar con padres, hijos, parientes y amigos hasta ser condenados o absueltos»; además ni siquiera «se le descubría en ningún caso el nombre del acusador o de los testigos que habían dispuesto contra él».

En el decreto, se alega que este método de juzgar a la gente es «oscuro e ilegal».

La Fundación Sierra Pambley, situada en frente de la Catedral de León, inauguró su primera escuela en 1886; en la actualidad cuenta con un museo, dedicado al siglo XIX; y enseña español a emigrantes.

En el archivo, hay unas 800 cajas de documentos, en total más de 300.000, relativos a la familia y a la fundación de las escuelas.

Esta tarde se mostrará el documento, en una jornada dedicada a la inquisición, que comenzó en 1478 y se abolió definitivamente en 1834.

Según ha explicado a EFE la historiadora Ariadna González, que trabaja en la Fundación, el primer decreto por el que se deroga la inquisición data en 1813, pero luego se volvió a restaurar, y no fue hasta 1834 cuando se elimina definitivamente.

 Por Belén Molleda Fuente: eldiario.es 19-02-2013

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Túa Blesa: «La obra poética de Panero es el relato de la desolación»

El poeta Leopoldo María Panero en una imagen reciente.

Su madre le ingresó en un hospital psiquiátrico en 1986. Lo abandonaba once años después para regresar tres meses más tarde. «Yo no entiendo por qué estoy aquí. Por qué me he pasado de manicomio en manicomio, por España, como si trabajase en la Guía Campsa». Y es que el sanatorio de Las Palmas ha sido desde entonces el hogar de Leopoldo María Panero, un lugar en el que ha escrito la inmensa mayoría de su obra poética. La editorial Visor publica el trabajo creativo del escritor entre 2000 y 2010, continuación de la aparecida en el 2001 y que compilaba la obra desarrollada por el poeta entre 1970 y el 2000. El encargado de la edición es el catedrático de la Universidad de Zaragoza Túa Blesa, sin duda quien mejor ha desentrañado la potencia lírica del escritor.

Destaca Blesa que en este volumen se incluye una veintena de títulos del autor, compilación sin embargo en la que se ha descartado la producción literaria en la que Panero trabaja ‘alimón’ con otros autores (Jose Águedo Olivares y Félix J. Caballero.

Comienza el catedrático de Literatura Comparada el prólogo refiriéndose al abrigo hospitalario del poeta. Y es que a partir de entonces, la obra de Leopoldo María Panero comienza a aventurarse por el camino de la autodestrucción. «La disolución del yo aparece ahora por doquier y la vida se identifica con la muerte», explica Túa Blesa, que añade que es a partir de entonces cuando la voz poética de Panero asume otras personalidades. El catedrático añade que una de las características del poeta es la cita continua, de Mallarmé a Dante, pasando por Cátulo. «La escritura de Panero reitera y reitera citas, en realidad un repertorio más bien reducido que incluye algunos pasajes de, entre otros, Guilhem de Peitieu y Raimbaut d’Aurenga, Cavalcanti, Dante, Nerval, Baudelaire, Mallarmé, Yeats, Pound, Eliot, Salinas, Gimferrer y algunos más tomados de su propia escritura en un ejercicio de intratextualidad».

Creación en la locura

Reflexiona acerca de la supuesta demencia del poeta y considera que en un país en el que el malditismo no ha sido frecuente puede decirse que sí, que Panero es el último maldito vivo. «El asunto de la locura y la creación es un asunto clásico de la estética», explica Blesa, que expone como exponentes a William Blake o a Vicent Van Gogh para alertar a continuación de la dificultad que entraña abordar la realidad del desorden psiquiátrico desde la teoría literaria. ¿Hasta qué punto el transtorno del poeta es elegido, hasta qué punto no es la suya sino una degeneración de la lucidez? «Es cierto que la locura potencia la creatividad. Creo que ciertas dosis de locura, indudablemente, desinhiben ciertas reglas de la creación», reflexiona. El experto, para quien la enfermedad de Leopoldo María Panero es real, «para bien y para mal», destaca que la biografía nos construye y entre las razones que esgrime para entender la manera de comportarse de la mente de Panero subraya las relaciones familiares «que no eran idílicas»—, cualidades genéticas, el alcohol o los desarreglos de la vida. «Dice Benito Fernández en la biografía de Leopoldo María Panero que las anécdotas de extravagancias eran continuas», resalta.

Túa Blesa destaca la variedad temática y formal de la obra del escritor. «Tiene muchísimos registros —asegura— pero a partir del momento en el que entra en Mondragón comienza su autodestrucción», explica. El catedrático añade que el infierno en vida se convierte entonces en un tema recurrente, lo que no quita para que siga existiendo una gran riqueza de lecturas. Blesa define la obra del escritor como el relato de la desolación, como el «testimonio del desastre, el acta de defunción de la vida». Consciente de que es una de las pocas personas con ascendiente sobre Panero, Túa Blesa asegura que la conversación literaria con el poeta sigue siendo brillante. «Uno de los poetas preferidos de Panero es Mallarmé», manifiesta, para recordar a continuación que el maldito francés tenía poco que ver con Panero desde el punto de vista formal. «El caos verbal de Panero se asemeja poco a la palabra calculada y la rima precisa de Mallarmé», ironiza. Otro de los predilectos, según Blesa, es Ezra Pound, el gran poeta de la modernidad con quien Panero comparte «la figura del destruido». La desolación de la ruina, o como destaca Blesa en el prólogo, «testimonio del desastre, acta de defunción de la vida, poemas que relatan lo que queda tras la consunción general, la de los restos de un hombre, de la humanidad, de la belleza…»

Fuente: El Diario de León.es 20-02-2013

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Una arqueóloga leonesa localiza un campamento romano en Villaquilambre

Ocupa cinco hectáreas. Es un nuevo campamento de la Legio VI o la VII, hasta ahora desconocido, situado a escasos metros de la villa romana de Navatejera. También está relativamente cerca de la necrópolis situada en el campus de Vegazana. Su descubridora es la arqueóloga leonesa Mónica Castro de Lera, que ha utilizado tecnología Lidar (Light Detection and Ranging ), desde satélite, para localizar este acantonamiento militar. El hallazgo ha sido tan precipitado y en pleno fin de semana, que esta historiadora se lo ha notificado por correo electrónico al Ayuntamiento de Villaquilambre. Las imágenes son categóricas. «Hablan por sí solas, pero hay que ser prudentes», afirma Castro.

Imagen de satélite donde se ve el ‘rectángulo’ del campamento romano, a poca distancia de la villa de Navatejera.

«Es posible que hubiera un campamento temporal mientras construían el definitivo de León o bien se empleó como campo de entrenamiento o como puesto de avanzada», explica la investigadora. Sólo unas excavaciones permitirán determinar la importancia de este descubrimiento. Se trataría de un foso con empalizada, similar a la primera ‘muralla de tapines’ que erigió la Legio VII en León y de la que apenas se conservan restos a los pies de San Isidoro y en la casona de Puerta Castillo. Es una ‘fortificación’ que ocuparía la cuarta parte del campamento de la Legio VII que dio origen a León y con idéntica forma rectangular. La estructura está enterrada a más de un metro de profundidad en unos campos de cultivo; de ahí que hasta ahora no hubieran aparecido vestigios. La ‘arqueología aérea’, que ha sido decisiva para localizar importantes construcciones romanas en toda la provincia, ha sacado ahora a luz este nuevo enclave. La rotundidad de las ‘marcas’ revela que fue ocupado durante un largo período de tiempo, según Castro. La historiadora, que ha ‘rastreado’ toda la ciudad con la misma herramienta Lidar, así como el campamento de Lancia y la ciudad romana de Puente Castro (Ad Legionem), no ha encontrado nada similar ni tan nítido. «En Lancia no se ven estructuras de esta magnitud», aclara. Tampoco en los ‘barridos’ que ha efectuado sobre enclaves de la ciudad donde aparecieron vestigios romanos. «Y esto es lo asombroso».

«Entre los restos romanos encontrados en el recinto de lo que fue el campamento de la Legio VI primero y de la Legio VII después, se han encontrado huellas de cuatro tipos sucesivos y superpuestos, cuya datación más antigua es augustea y pertenecen al acantonamiento definitivo tras las guerras cántabras. En ninguna parte de la ciudad han sido hallados restos anteriores. ¿Podrían ser estos?», se pregunta Castro.

El satélite además deja en evidencia dos interrupciones «muy marcadas» en los lienzos Este y Sur, que se corresponderían con accesos a lo que en opinión de Mónica Castro parece «un clarísimo recinto militar romano por su forma y dimensiones, independientemente de su uso exacto y su cronología».

Fuente: El Diario de León.es 18-02-2013

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Base de datos de libre acceso con materiales musicales anteriores al siglo XX

Handel: Te Deum-Jubilate, HWV 278-9, IRL-Dmh Ms 2, f.1rRISM Irlanda anuncia el lanzamiento de una nueva base de datos de libre acceso con materiales musicales anteriores al siglo XX existentes en colecciones de toda Irlanda. Se trata de una primera fase que ha sido dirigida por la Dra. Catherine Ferris (RISM Irlanda / DIT Conservatorio de Música y Drama) con la ayuda del Dr. Laurent Pugin (Oficina Suiza del RISM), Dra. Sandra Tuppen y Richard Chesser (RISM  Reino Unido/ Trust / British Library) y Eoin Kilfeather (DIT Digital Media Centre).

El trabajo de RISM Irlanda ha sacado a la luz numerosos manuscritos y partituras desconocidas, olvidadas o perdidas y que son una importante fuente de información para musicólogos e intérpretes. Este lanzamiento pone de manifiesto un importante proyecto de investigación que se publicará en la base de datos: la colección musical de The Mercer Hospital.

La contribución de RISM Irlanda ha estado hasta este momento asociada a las actividades de RISM del Reino Unido, en donde hasta la aparición de este nuevo recurso todos los registros irlandeses aparecían libremente en el catálogo RISM UK. Por otro lado, la redacción central de RISM aglutina los registros irlandeses, ingleses y de 33 países más de todo el mundo, entre ellos la delegación española situada en la Institución Milá y Fontanals del CSIC.

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El Archivo Histórico recibe el fondo documental del arquitecto Jesús Arroyo

Son 472 unidades documentales, y comprende tanto proyectos realizados por él como fotografías, apuntes de sus estudios de arquitectura, proyectos, memorias, estudios urbanísticos y más de 3.000 planos. Se trata del fondo documental del arquitecto leonés Jesús Arroyo Quiñones, que trabajó en el desarrollo del Ensanche de la ciudad a partir de 1939. Uno de los edificios que concibió el arquitecto fue el complejo Santo Domingo, incluido hace dos años en la lista que la Fundación Docomomo (Documentation and Conservation of buildings, sites and neighbourhoods of the Modern Movement), realizó con los 37 mejores edificios de León.

El fondo de Jesús Arroyo incluye un gran número de imágenes en las que se puede contemplar aún la fisonomía que la ciudad tenía a mediados de siglo.

Jesús Arroyo Quiñones fue uno de los arquitectos que colaboró en el desarrollo del Ensanche, el desarrollo urbanístico de León que se fraguó a finales del XIX. Las imágenes cedidas por la familia al Archivo Histórico son una cartografía nostálgica del León de mediados del siglo pasado. En ellas puede contemplarse aún el pavimento del centro de la ciudad, el caos circulatorio, edificios que hoy ya solo pueden contemplarse acudiendo al proyector de la memoria, los comercios de principios de siglo que aún no habían sufrido la competencia de las grandes superficies, las señales de antaño, etc.

Arquitecto del Ensanche

El investigador Juan Carlos Ponga destaca que fue entonces cuando comenzó a idearse la necesidad de hacer una nueva ciudad fuera de los límites que hasta entonces habían marcado las murallas.

Al concurso sólo se presentó un proyecto, inspirado en el Plan Cerdá, por el que se reformó Barcelona a partir de 1860 y que seguía criterios del plan hipodámico, con una estructura en cuadrícula, abierta e igualitaria. Corría el año 1897 y el plan lo firman un grupo de ingenieros de Caminos, Canales y Puertos —Pedro Díez Tirado, Manuel Díez Bercedóniz y José María Rodríguez Balbuena— junto al arquitecto Manuel Fernández y Álvarez Reyero.

«El de León era calcado al que se realizó en la Ciudad Condal», destaca Ponga, que explica que lo único que se exigía en el caso de León —una ciudad que por entonces no superaba los 16.000 habitantes— era que se respetara la calle Padre Isla, por entonces carretera de Asturias, Independencia (salida a Galicia y Madrid) y, por supuesto, Ordoño II. «El Ensanche se basaba en un urbanismo de manzanas cuadradas que debían mirar a los cuatro puntos cardinales para que los vientos del norte no entraran directamente en las calles», destaca el investigador, que califica el proyecto de higienista y saludable. Añade Ponga que después de varios años, en los que se introducen numerosas reformas, el proyecto se aprueba a finales de 1904.

Fueron los propietarios los que hasta los años cincuenta desarrollaron el trazado del plan del Ensanche y a finales del siglo XX el trazado está consolidado y casi construido.

La capital se llenó de suntuosas construcciones, señoriales chalés, edificios administrativos, bancos y teatros, de la mano de arquitectos como Cárdenas, Sanz, Torbado o Ugalde. Gustavo Fernández Balbuena, que diseña en 1919 el casino (hoy sede del BBVA), fue un arquitecto que transformó el urbanismo de Madrid. Su proyecto del Parque Lineal en la zona Sur de Madrid ha sido una constante referencia en el urbanismo madrileño. Manuel de Cárdenas, pionero de una saga, ha sido uno de los arquitectos que más impronta ha dejado en León. Diseñó el chalé de los Fierro, la Casa Goyo, el Museo de León, la Casa Ciriaco, la Casa Lubén, el edificio de Correos (el de la Catedral), el Teatro Emperador, el edificio Sopeña (Oscus)… Pero, además, también hay que destacar la actividad y la obra de Juan Crisóstomo Torbado Florez, responsable de los edificios 16 y 18 de la avenida de Roma, el 9 y el 11 de Ramiro Balbuena y el 16 de Ordoño II esquina a Alcázar de Toledo, de Andrés Valcarce Martínez, al que le debemos el número 6 de Alcázar de Toledo y de Arsenio Alonso Ibáñez, responsable del edificio de San Agustín con esquina Alcázar de Toledo. También trabajaron en la urbanización del Ensanche arquitectos como Isidoro Sáenz Ezquerra y Rozas, Francisco Javier Sanz Martínez —autor del hotel Oliden y la Casa Arce—, Luis Aparicio Guisasola o Ramón Cañas del Río, que proyectó la conocida como Casa Ceremonias.

Las fronteras

La memoria del concurso ubica el Ensanche al oeste de la ciudad, hacia el río y la estación del ferrocarril, en el espacio delimitado hoy por las calles y plazas: Independencia, Santo Domingo, Ramón y Cajal, Renueva, Suero de Quiñónez, Paseo de la Condesa de Sagasti, Guzmán el Bueno, Paseo de Papalaguinda, Lancia (Paseo del Infierno) y el Jardín de San Francisco. «El proyecto se ideó con manzanas de 100 x 100 metros y calles que iban desde los 12 metros —las más estrechas— a los 20 metros, caso de Ordoño II y Gran vía de San Marcos, pasando por las de 16 metros. En este último grupo se encuadran calles como la avenida de Roma y República Argentina», manifiesta el investigador. En este sentido, recalca que las calles que se proyectan están orientadas poblicuamente a los distintos puntos cardinales para que no estén nunca orientadas directamente ni a los vientos fríos del norte, ni a los vientos cálidos del sur. «Las esquinas se resuelven con chaflanes para mejor visión del tráfico y se proyectan plazas para la distribución del mismo», añade.

Juan Carlos Ponga destaca que la Plaza de Santo Domingo se diseña de tal manera que se convierte en el centro de visión y orientación. Desde ella se ven la catedral, San Isidoro, San Marcos y la estación del ferrocarril. «Se desarrolla desde 1900 hasta 1950 en que ya están diseñadas todas las calles y construidos más del 90% de los solares», manifiesta. Subraya asimismo que el diseño del Ensanche se repite en el planeamiento del Barrio de San Claudio, si bien en esta zona de la ciudad el planeamiento se realizó con calles más estrechas y manzanas más pequeñas con la finalidad de aprovechar de manera más eficiente el terreno.

La ocupación de esta nueva zona de la ciudad se realiza siguiendo unos férreos códigos sociales. De esta manera, el centro del Ensanche lo ocupa la alta burguesía leonesa, formada por médicos, abogados e industriales. «Más allá de la avenida de Roma. Entre San Marcos y República Argentina se asienta lo que podría calificarse de clase media media».

Los fondos de Jesús Arroyo se unen de esta manera a un legado documental que conserva, por ejemplo, imágenes de todos los edificios de la provincia y las primeras imágenes aéreas que se hicieron en León. Además, los fondos del archivo también custodian documentos curiosos, como el expediente del primer alumbrado público que tuvo la ciudad y que data de 1916, el expediente del proyecto (1913) para poner en marcha un tranvía que uniera la estación de Renfe con la Catedral o los expedientes de los puentes que se volaron durante la guerra civil.

Fuente: El Diario de León.es 10-02-2013

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La niña de sus ojos

La niña de sus ojosDos cuentos de padres e hijas vienen a la vida en un matrimonio único e intenso de las mentes.
«Cualquiera que sea la chispa que poseo ha sido transmitida a Lucía, ‘ dijo una vez James Joyce de su hija con problemas. Sin embargo, Lucía Joyce pasó casi toda su vida adulta en la atención psiquiátrica. Ahora, su trágica historia es contada en un extraordinario nuevo libro de memorias gráfico-biograficas escrita por el equipo de marido y esposa María y Bryan Talbot.
La niña de papá contrasta la propia Lucía – sus estudios de danza con Isadora Duncan, su enamoramiento con Samuel Beckett, su terapia con Carl Jung y el descenso final a la locura – con el de la propia Mary Talbot. Talbot es una reconocida autora, erudita e hija del eminente pero terriblemente autoritario joyceano académico James S. Atherton. Ambos relatos juegan a la narración visual llamativa en esta galardonada novela gráfica.

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