A pesar de la difícil relación con la ciencia, la nación de Don Quijote y Sancho ha dado al mundo un gran número de investigadores y genios que, también hoy, deben luchar contra gigantes
Prototipo del traje espacial diseñado por Emilio Herrera Linares para vuelos estratosféricos, 1935
Cuando Unamuno pronunció aquella imprudente frase de «¡que inventen ellos!», lo dijo contagiado por algunos de los tópicos que extranjeros y nacionales pensaban sobre España, representada por la Leyenda Negra y los prejuicios de la Ilustración como un páramo cultural y científico. Le hubiera bastado al escritor levantar la cabeza para descubrir que, aun con dificultades, los españoles estaban batiéndose contra los elementos para sacar adelante innovaciones que cambiaron el mundo en esas mismas fechas.