Durante los días 7 y 8 de mayo de 2015 tendrán lugar las segundas Jornadas de la Red Internacional de las Universidades Lectoras que se celebren la Universidad de León (¿recuerdas las primeras?).
El objetivo de estas Jornadas es aproximarnos a la evolución y estado de la cuestión de la literatura actual y su significación sociocultural, realzar la importancia de la lectura en el ámbito universitario y ofrecer una enseñanza complementaria y directa al alumnado de la Universidad de León
Pero estas Jornadas no solo están destinadas a los alumnos de la Universidad de León y a los especialistas e interesados en el ámbito de estudio de la literatura actual, sino a cualquier persona de la sociedad atraída por la temática abordada. Todas las sesiones tendrán lugar en la sala de conferencias de la Biblioteca General San Isidoro, pero además, ofrecemos las posibilidad del seguimiento on-line de las mismas.
Aquellos estudiantes matriculados que quieran obtener créditos (3 créditos de Libre Configuración o 1’5 ECTS) deberán superar una prueba final y asistir (presencialmente o en modalidad on-line), al menos, al 80% de las horas.
Este es nuestro programa:
Jueves 7 de mayo
17:15 Inauguración
17:30 Isaac Rosa. Un escritor en crisis
19:00 Tomás Sánchez Santiago. Poética de lo inmediato
Viernes 8 de mayo
12:15 Juan Bonilla. Pedro y el lobo
16:45 Pablo Andrés Escapa. Certezas de un inventor de fábulas
18:00 Ana María Shua. Ser escritor, técnica y misterios
19:30 Clara Obligado. Clara Obligado y la escritura excéntrica
Puedes ver la información completa sobre las ponencias y el tríptico de las Jornadas.
Isaac Rosa: Un escritor en crisis
Tras casi dos meses desde las jornadas hemos hecho bien la digestión de las innumerables aportaciones literarias y por fin podemos echar la vista atrás valorando estas visitas con la distancia necesaria. Sin buscarlo, los posos de todo lo que se habló son ahora el cimiento que condiciona el camino a seguir, y es que las lecturas y los nombres de autores que se escucharon seguramente ahora formen parte de las actuales o futuras lecturas de quienes estuvimos. La gran mayoría de los autores que nos visitaron -de forma consciente o no- se hicieron eco de la sensación actual de que no solamente la economía está en crisis.
Isaac Rosa abrió las jornadas con una charla que desde el mismo título trataba de suponer una reflexión sobre la función de la literatura y del escritor aludiendo a la crisis en un sentido polivalente: ¿qué papel tiene la literatura en nuestra sociedad?, ¿importa a alguien lo que se escribe?, ¿podemos hablar de una crisis editorial, en los lectores o en la calidad de lo que se escribe? ¿para qué escribir entonces? La respuesta del autor es clara: además de por necesidad, búsqueda de la belleza, contar una historia, etc. la literatura debe ser una forma de intervenir en el mundo, un acto político. Como creación humana el arte siempre es político, y cabe preguntarse en estos momentos convulsos si lo que se lee supone una forma de cuestionar la realidad.
Las obras de Isaac Rosa son un ejemplo de los puntos clave que él mismo postula a la hora de establecer unos principios de los que debe partir la novela y que recomendamos encarecidamente. Así, la relación de la obra con el lector debe ser por excelencia incómoda en tanto que el reconocimiento mutuo sea lo menos condescendiente, y la relación con la realidad debe huir de la superficialidad (no en la forma) en tanto que reflexione sobre la esencia. Y por supuesto, que la obra parta de una idea que contar y no de lo anecdótico, que contenga una tesis, unas determinadas ideas además de una historia.
Tras reflexionar sobre ello, Isaac Rosa no dudó en emitir una imagen de la narrativa actual no demasiado complaciente comenzando la crítica por sí mismo, y es que tras los parámetros anteriores la novela no parece estar a la altura del momento. Sin embargo debemos preguntarnos ¿lo ha estado alguna vez?, ¿en algún momento la literatura ha tenido un papel relevante a la hora de crear conciencia, de promover el civismo?, ¿es verdad que no se escriben buenas novelas en la actualidad o pese su supuesta limitación a la hora de generar conciencia sí que se está publicando obras nada desdeñables? Ante petición de recomendaciones de autores y novelas imprescindibles Isaac Rosa señaló alguna ya publicada durante el franquismo como Jugadores de billar o La mina. La visita de Isaac Rosa y sus palabras fueron necesarias en un sentido parecido a lo que se escuchó poco después durante la visita de Marta Sanz. La palabra más repetida en estos días ha sido sin duda compromiso, de ahí que Rafael Chirbes o Rafel Reig han sido los nombres más repetidos en ponencias como esta, abriendo el camino a las demás conferencias que han continuado sin quererlo haciéndonos pensar en otros tipos de compromiso como el de la realidad inmediata o el de la propia literatura consigo misma.
Y si quieres más, aquí tienes el vídeo de Isaac Rosa.
Tomás Sánchez Santiago: poética de lo inmediato
Continuando con la preocupación ya expresada por Isaac Rosa, Tomás Sánchez Santiago ha incidido en su charla en el compromiso que el escritor debe tener para con el mundo, en este caso el poeta para con las cosas cercanas donde a veces cabe un mundo. Como intentando dar respuesta a lo planteado por Rosa, toma postura y plantea que el escrito no solamente está por definición en “crisis”, sino que debe transmitir ese desasosiego por las cosas al lector, desordenar sus creencias empezando por lo que le rodea. Tomás Sánchez Santiago, a quien perfectamente podríamos calificar como el poeta de las cosas y con la especial profundidad en la expresión a la que nos tiene acostumbrados, hace un repaso por diferentes estadios de lo cotidiano como el cuerpo o el concepto de lo inmediato, recordándonos y haciéndonos disfrutar tras una mirada especial de la poesía que se puede encontrar en cualquier parte.
Y si quieres más, aquí tienes el vídeo de Tomás Sánchez Santiago.
Juan Bonilla: Pedro y el lobo
Juan Bonilla -a quien hace bien poco tuvimos el honor de tener con nosotros en el club de lectura- vuelve de nuevo teorizando sobre la ficción. Como ocurrió mientras contestaba a las preguntas de los socios del club (y como de hecho suele dejarse ver en las reflexiones metaliterarias presentes en su obra), Juan Bonilla hace apología constante del proceso de ficcionalización en cualquiera de sus formas. Partiendo de la afirmación de Nabokov de que el origen de la misma podría explicarse a través del cuento popular “Pedro y el lobo”, desvía laatención de la tan comentada finalidad del arte para centrarse esta vez en el papel del receptor. Es decir, siempre hablamos de dónde y quién hace la literatura, ya que estamos bien servidos de ficción suficiente hasta el fin del mundo y, sin embargo, sin lectores no habría literatura.
Consciente de los problemas actuales de la literatura, Juan Bonilla resalta también el compromiso, pero no el del autor con la literatura o con el mundo como se habló en las charlas anteriores sino el compromiso que tenemos los lectores en el proceso de creación de la obra literaria. Como ejemplo, el del propio Nabokov a quien solamente leían durante sus primeras publicaciones intelectuales en el exilio y lectores de otras nacionalidades, gracias a los que ganó visibilidad hasta convertirse en uno de los mejores narradores del siglo XX. Más allá del caso de Nabokov, hemos perdido la conciencia del papel del lector tanto en la creación como en la vida de la obra. ¿Cuántos de los clásicos son en realidad leídos y cuáles no hubieran desaparecido de nuestra memoria de no ser por los cánones filológicos?, ¿por qué hay obras que se convierten en atemporales y que superan los condicionantes del contexto en el que fueron creadas?. En definitiva, ¿no es el lector responsable de la calidad de lo que se escribe?. Si la literatura es reflejo de la sociedad en la que surge y los lectores permitimos que esta se llene de “corruptos”, ¿no tenemos nada que decir ante el desprestigio de las humanidades, ante la necesidad de educar a lectores competentes? Bonilla termina su llamada de atención con un un exordio final (que bien podría considerarse un poema) defendiendo la importancia de lo “inútil”, de “lo que se lee y nos pasa” que arrancó los aplausos bien merecidos de un auditorio conmovido.
Y si quieres más, aquí tienes el vídeo de Juan Bonilla.
Pablo Andrés Escapa: Certezas de un inventor de fábulas
Pablo Andrés Escapa, uno de los nombres más sonados actualmente en la narrativa española nos ha contado con elegante retórica sus “certezas” como narrador. Para abrir boca nos ha recordado los que concibe principios a la hora de escribir que no son otros que los clásicos: la mímesis que ya no busca reproducir con exactitud, sino crear una realidad paralela con sus propias leyes, el pacto de ficción o la verosimilitud entre otros.
Respecto a su concepción particular, la literatura supone la “conversión del acontecimiento en lenguaje”, algo que tiene su origen en la memoria, en los cuentos de la infancia contados por supadre y de los leídos en la escuela. Recuerda Escapa la primera lectura en la infancia de Platero y yo, o el primer libro comprado con su dinero por el aspecto del autor, Zalacaín el aventurero. O cómo ha sentido predilección por autores en los que el paisaje funciona como expresión del alma, como Conrad, Faulkner, Rulfo o Delibes. De cómo la lucha cervantina entre las armas y las letras se materializaba en que cuanto más leía, más le parecía que los libros lo leían a él, de que la vida a veces se parece mucho a la ficción, ya que en sus propias palabras no conozco mejor medio de comprender la vida en todas sus posibilidades ni disciplina más valiosa para ejercitar el juicio crítico y el cultivo de la razón que adentrarse en un libro.
Y si quieres más, aquí tienes el vídeo de Pablo Andrés Escapa.
Ana María Shua. Ser escritor, técnica y misterios
Sin papel por delante Ana María Shua nos cuenta con pelos y señales cómo empezó a escribir poesía siendo niña hasta convertirse en la narradora afamada que es hoy. Con dos años actuaba como oyente de las prácticas declamatorias de su hermana, -quien al elegir los poemas clásicos de la literatura castellana condicionó su conocimiento bien temprano de la tradición literaria -conocimiento que ha declarado imprescindible para la escritura, bien sea para nutrirse de ella como para superarla. Durante muchos años escribió poesía ya que su facilidad verbal hizo que en el colegio le encargaran constantemente poemas para cada festividad, hasta que ganó un importante premio de poesía que le hizo conocer desde bien joven la realidad del mundo editorial: nadie aceptaría vender su libro de poesía y asumir los costes porque apenas hay lectores de poesía. De esa y otras anécdotas más nos habló de las que aprendimos que en la carrera del escritor es necesaria la tenacidad, la paciencia, y sobre todo la técnica que se aprende a lo largo de los años con la práctica. Así, una vez asumido que sus primeros cuentos no podrían tener la hondura de los de Chéjov aceptó escribir relatos amorosos en una revista de fotonovelas, lo que hizo que al rebajar las expectativas comenzara de verdad a practicar y a pulir poco a poco la escritura.
Aunque no estaba previsto, por la importancia del género tanto en la actualidad como dentro de su producción nos habló del microrrelato. En Argentina todos los grandes autores del siglo pasado lo practicaron, por lo que se trata de un género con mucha aceptación y tradición en Argentina, motivo por el que durante una temporada se propuso escribir uno al día hasta tener tal cantidad que le permitiera poder descartar siempre un tercio. En la actualidad puede presumir de tener más de mil micros publicados y varios libros de cuentos además de alguna novela.
Y si quieres más, aquí tienes el vídeo de Ana María Shua.
Clara Obligado y la escritura excéntrica
Con el mismo compromiso literario que expresaron el resto de los ponentes, Clara Obligado quiso sumarse a la concepción de la literatura como arma para para cambiar el mundo. Precisamente esto es lo que da sentido a la concepción formal de su propia escritura a la que hace alusión el título de la ponencia (además de a un artículo escrito por Carmen Valcárcel sobre su obra), y es que escoger un idioma (en su caso un castellano) o dejar de lado el realismo para adoptar una escritura fragmentaria son decisiones que tienen que ver con el lugar que ocupa el escritor en el mundo.
Clara Obligado -quien acostumbra a desviar la mirada a los márgenes en cuanto a la situación de la mujer- se centra en escritores que de alguna manera tienen que ver con el exilio y con la escritura fronteriza. Así, no es cuestionable que hay textos cuya ubicación es difícil de determinar y que suponen una visión incómoda, descentralizada y poco habitual dentro de una determinada tradición que no es originariamente la suya. Dos de los nombres más conocidos en la actualidad que podrían ejemplificar esta situación del tercer espacio literario en términos de Bhaba son Coetzee y Bolaño. Aunque partiendo de su propia escritura como ejemplo Clara obligado en realidad ha utilizado ese pretexto para hacer en realidad una reflexión (que también esta presente en sus ensayos) sobre la circunstancia que ha condicionado y que condiciona a todos los escritores que por diversos motivos abandonan su lengua materna y su nacionalidad geográfica o literaria, y de cómo ello supone un gran costo a todos los niveles pero como también (basta recordar los ejemplos) “la falta de territorio puede suponer una conquista”.
Y si quieres más, aquí tienes el vídeo de Clara Obligado.