Por Natalia Álvarez Méndez
Cristina Fernández Cubas
Cristina Fernández Cubas (Arenys de Mar, Barcelona, 1945) estudió Derecho y Periodismo. Es una de las grandes voces de la narrativa española contemporánea. Es autora de varios libros de cuentos imprescindibles en la historia de lo fantástico español: Mi hermana Elba (1980), Los altillos de Brumal (1983), El ángulo del horror (1990), Con Ágatha en Estambul (1994), Parientes pobres del diablo (2006, Premio Setenil al Mejor Libro de Cuentos del Año) y La habitación de Nona (2015, Premio Nacional de la Crítica 2015 y Premio Nacional de Narrativa 2016). También es autora de dos novelas en las que lo fantástico y lo inquietante tienen una presencia decisiva: El año de Gracia (1985) y El columpio (1995), a las que hay que añadir la que firmó como Fernanda Kubbs, La puerta entreabierta (2013). A ello se suma la obra de teatro Hermanas de sangre (1998) y el libro de memorias narradas Cosas que ya no existen (2001), así como el volumen Todos los cuentos (2008) en el que se incluyen los relatos de sus primeros cinco libros de cuentos más un relato inédito y que recibió el Premio Ciutat de Barcelona, el Premio Salambó, el Premio Cálamo, el Premio Qwerty y el Premio Tormenta 2008.
Poética narrativa de Cristina Fenández Cubas
Su obra integra numerosos elementos que confluyen en un mundo literario de gran personalidad, enmarcado en lo insólito, en lo perturbador y en lo enigmático:
- La mirada de sus narradores nos regala otra visión de la realidad que no huye de lo ominoso y lo inquietante, del miedo como alimento de la escritura que persigue adentrarse en los misterios de la vida.
- Un miedo que se une en ocasiones con el humor como sorpresa para reinterpretar la realidad. Si algo sobresale en su obra es, asimismo, la ambigüedad, lo sugerido y no dicho de modo explícito.
- Tiempos y espacios se convierten en generadores de lo insólito, a través de alteraciones temporales y de escenarios erigidos en umbrales a otras dimensiones.
- Sus atmósferas se construyen mediante verosímiles detalles captados a través de diversos sentidos.
- El tiempo cambia y nos enfrenta a variados momentos: la infancia como ámbito de lo imaginario en el que todo es posible gracias a la fantasía, pero también vinculado a la crueldad, a la maldad, no solo a la ternura; y el tránsito al mundo adulto con la conciencia del tiempo y de la muerte.
- Esas coordenadas marcarán a sus personajes —gran parte de ellos femeninos— que, atormentados y psicológicamente complejos, con el peso del inconsciente y de los deseos reprimidos, realizarán viajes en busca de su identidad.
- Así, la memoria y el pasado enlazan con motivos de la identidad, la otredad y el doble, con el terror que viene de uno mismo, con personajes extraños en el ámbito de la cotidianidad.
- El singular tono empleado juega en muchos casos con una percepción engañosa de la realidad, que aboca en algunos momentos a la memoria falsificada.
- Conviene no olvidar, a su vez, otros dos rasgos importantes de sus narraciones. Por una parte, la carga autobiográfica, y, por otra, la metaficción, es decir, las reflexiones sobre la escritura que aparecen en su literatura.
Entrevista a la autora
En el marco del I Congreso Internacional Figuraciones de lo Insólito en las Literaturas Española e Hispanoamericana (siglos XIX-XXI), celebrado en 2014 en la Universidad de León, la Dra. Ana Casas entrevistó a Cristina Fernández Cubas. Su conversación, publicada en la edición de Natalia Álvarez y Ana Abello titulada Espejismos de la realidad. Percepciones de lo insólito en la literatura española (siglos XIX-XXI) (2015: 35- 41), se puede leer a texto completo en el repositorio institucional abierto de la Universidad de León:
Viajando a «lo otro» desde cualquier lugar
En la entrevista, la autora desvela algunas de las claves relativas a su mundo literario, entre ellas la que se constituye en el eje más importante del mismo:
El título de esta conversación, «Viajando a “lo otro” desde cualquier lugar», se refiere un poco a mi visión de cómo yo me encuentro lo fantástico, lo inquietante o lo insólito acechando en cualquier esquina. Para mí, no es necesario ir a un castillo ni buscar muchas complicaciones, porque en el ambiente más sencillo puede asomar la inquietud. Siempre he dicho que la realidad no es plana, sino que tiene agujeros negros en los que a mí me gusta meterme. (Cristina Fernández Cúbas)
La habitación de Nona
Información contenida en la contraportada:
Una niña siente una envidia creciente hacia su hermana Nona, a quien todo lo que le ocurre es «especial» y, lo que es peor, le ocurre a escondidas. Una mujer al borde del desahucio confía en una benévola y solitaria anciana que la invita a tomar un café. Un grupo escolar comenta un cuadro, y de repente alguien ve en él algo que perturba la serenidad. La narradora se aloja en un hotel madrileño y al salir vive un salto en el tiempo. Nada volverá a ser igual en la vida de dos hermanos tras conocer a una singular tribu amazónica. Pocos escritores como Cristina Fernández Cubas son capaces de revisitar la infancia y la madurez, la soledad y la familia, la cotidianidad de nuestras casas y nuestras ciudades y descubrirnos, con la precisión e irónica elegancia de su escritura, que en todos esos ámbitos tal vez aniden inadvertidos el misterio, la sorpresa y el escalofrío.
Estructura y contenido del libro:
Cristina Fernández Cubas vuelve a presentar en La habitación de Nona, una vez más, una muestra de su original mundo literario, tan propio que no permite establecer con facilidad influencias explícitas de obras precedentes.
El libro nos ofrece seis cuentos de extensión variada:
- «La habitación de Nona» (30 páginas)
- «Hablar con viejas» (10 páginas)
- «Interno con figura» (19 páginas)
- «El final de Barbro» (37 páginas)
- «La nueva vida» (14 páginas)
- «Días entre los Wasi-Wano» (50 páginas)
Enmarcados en estéticas diversas, sobresalen varios puntos en común:
▪ el mundo infantil, los misterios de la vida y lo inquietante (como sugiere la imagen de la portada del libro)
▪ la problemática del adulto y la madurez (como se deduce de la dedicatoria: «Para Ana de Tord. Con un guiño al tiempo»)
▪ la mirada narradora que nos ofrece otra visión de la realidad, de lo que consideramos como real (como revela el epífrafe introductorio: «La realidad es simplemente una ilusión, aunque muy persistente. Albert Einstein»).
Existen, además, puentes de conexión entre los relatos, los cuentos son parte de un mismo todo que también está conformado por la ilustración de la portada.
La lectura:
Tomemos las siguientes preguntas como punto de partida no cerrado para compartir impresiones sobre los seis relatos:
- En el cuento inicial, «La habitación de Nona», aparece el motivo de la infancia, la visión infantil de la realidad y la relación entre hermanas. Nos enfrenta a la problemática de la identidad y a la memoria engañosa. ¿Te ha llamado la atención alguna frase que ofrezca pistas sobre el carácter «no fiable» de la narradora? ¿Quién crees que es ese «a quien yo me sé» que la narradora cita con frecuencia? ¿Cuál es el significado último del relato?
- «Hablar con viejas» nos ubica, de modo gradual, ante el horror y lo monstruoso. ¿El final ha logrado sorprenderte?
- «Interno con figura» incluye reflexiones sobre la escritura. ¿Te parece interesante el contenido metaliterario del relato? ¿Ha captado tu atención el misterio del cuadro? ¿Podrías relacionarlo con alguna historia impactante de los últimos años de nuestra crónica social?
- En «El final de Barbro», ¿qué te provoca el acceso a la complejidad psicológica de los personajes marcados por la memoria y las emociones del pasado? ¿Qué te suscitan las alusiones a cuentos infantiles?
- ¿Qué elementos esenciales de la poética narrativa de la autora localizas en «La nueva vida»?
- ¿Qué sentido le das al relato «Días entre los Wasi-Wano»?
- ¿Qué cuentos parecen tener mayor carga autobiográfica?
- ¿Qué te ha parecido la precisión del lenguaje empleado por Cristina Fernández Cubas? ¿Hay algún pasaje que te haya gustado especialmente en relación con el humor de la mirada narradora?
- ¿Podrías relacionar algunos cuentos del libro con cuentos clásicos infantiles al margen de los referidos en «El final de Barbro»? Fíjate en las alusiones explícitas que hay en algunos, a los nombres empleados en otros y a las pistas latentes en ciertas tramas que pueden remitir al sentido de diversos cuentos por todos conocidos.
Esta obra de relatos me ha parecido fascinante. Hasta ahora no había tenido un acercamiento tan directo con el mundo de los relatos y he de reconocer que es un mundo donde te puedes esperar de todo. Dentro de la obra de Cristina Fernández, los relatos que más me han llamado la atención han sido «La habitación de Nona» e «Interno con figura». Por un lado, «La habitación de Nona» es un relato en donde, bajo mi punto de vista, una persona con Síndrome de Down puede proponerse todo tipo de metas tal y como podemos ver aquí, inventarse un relato tan maravilloso. Dentro de mis observaciones y mi opinión, me gustaría señalar que el significado que podría transmitir la autora aquí es una crítica a aquella sociedad que todavía relaciona ese enfermedad con personas «especiales» despectivamente hablando y que son rechazadas. A consecuencia de este rechazo, la protagonista se inventa una historia en donde su reflejo ya es distinto a la realidad vivida. Por otro lado, en el relato «Interno con figura», me gustaría señalar los sentimientos encontrados que he sentido al leerlo. En un comienzo, el relato podría ser una historia típica en la cual se narra una acción cotidiana pero a medida que avanzamos en el relato, crece esa tristeza y esa angustia por una niña, que, bajo mi punta, se ve claramente reflejada en el cuadro y por ese motivo da esa respuesta tan desgarradora.
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Una lectura muy interesante debido a la rapidez de lectura que se adquieren con los relatos.