Guía a la la lectura: De bestias y aves, de Pilar Adón

Por Natalia Álvarez Méndez

PILAR ADÓN (Madrid, 1971)

Escritora, traductora y editora. Ha publicado las novelas De bestias y aves (Galaxia Gutenberg 2022), por la que ha recibido el Premio de la Crítica, el Premio Francisco Umbral al Libro del Año y el Premio Cálamo Otra Mirada, Las efímeras (Galaxia Gutenberg, 2015) y Las hijas de Sara (Alianza, 2003), así como el relato largo ilustrado Eterno amor (Páginas de Espuma, 2021), y los libros de relatos La vida sumergida (Galaxia Gutenberg, 2017), El mes más cruel (Impedimenta, 2010), por el que fue Nuevo Talento Fnac, y Viajes inocentes (Páginas de Espuma, 2005), por el que obtuvo el Premio Ojo Crítico de Narrativa. Ha publicado los poemarios Da dolor, Las órdenes (Premio Libro del Año 2018 del Gremio de Libreros de Madrid), Mente animal y La hija del cazador (La Bella Varsovia, 2020, 2018, 2014 y 2011, respectivamente). Ha traducido obras de autores como Henry James, Penelope Fitzgerald, John Fowles y Edith Wharton.

OBRA

La producción de Pilar Adón es fruto de una exigencia artística muy sólida. Su narrativa penetra en lo sombrío del mundo, en su crueldad, en lo turbador, en lo inquietante, mediante la elipsis, la sugerencia, la insinuación y lo descarnado. Juega con interrogantes que reflejan las tensiones que conforman el mundo, la existencia, el ser humano y la naturaleza.

TEMAS RECURRENTES

  • El deseo de huida.
  • El duelo, la experiencia del miedo y de las inseguridades, la crueldad, los conflictos inevitables para el ser humano. 
  • El encierro. 
  • El aislamiento. 
  • La naturaleza, la botánica, horticultura, la jardinería, las plantas, los animales, los insectos.
  • Lo invisible, lo irreal.

RECURSOS DE INTERTEXTUALIDAD Y REFERENCIAS ARTÍSTICAS

Como elementos que se acompasan con las líneas temáticas abordadas.

ESTÉTICA DE IRREALIDAD

  • Es una gran narradora de lo enigmático y, en cierto grado, desde modalidades que pueden jugar con lo fantástico, con los límites entre lo real y lo irreal, entre lo posible y lo imposible, lo natural y lo sobrenatural. 
  • En su última novela, De bestias y aves, tiene más peso lo realista que en otras ficciones anteriores, aunque la irrealidad, esa deformación más o menos intensa de lo estrictamente real y aquello que nos aproxima al misterio, sigue latente en algunos detalles. Concibe la literatura como algo hiperracional. 

LENGUAJE 

En su obra es común localizar pasajes muy poéticos. Cuida la palabra y su ritmo. Busca la palabra que nos lleva a la exploración, a la turbación y al asombro, la palabra que nos brinda múltiples interrogantes que nos permiten interpretar lo interior y lo social, que nos conmociona con fuerza y que nos interpela a la vez que entablan un diálogo y un debate sobre aquello que somos. En la lectura oral se percibe muy bien ese ritmo.

ATMÓSFERAS

La autora ofrece un universo literario muy personal, totalmente reconocible, por sus elementos integrantes, pero también por las descripciones repletas de elementos sensoriales, que turban, que remueven, que tocan las emociones. Sobresalen, en esa línea, variadas gamas de colores, de olores y de sonidos. 

SÍMBOLOS

  • Elementos naturales, objetos, nombres de personajes y de espacios. 

PERSONAJES 

  • Personajes con miedos e inseguridades, que huyen incluso de sí mismos, y que muestran la complejidad del ser humano, de sus complicados vínculos de dependencia, de dominación y de sumisión. 
  • El paisaje, así como los seres de la naturaleza, los animales que parecen contemplar a los personajes y desentrañar sus pensamientos. 

PERSONAJES MASCULINOS

  • El hombre como clara amenaza.

PERSONAJES FEMENINOS

  • La mujer enfrentada a duelos, conflictos y violencia, lo monstruoso.
  • Retrato de la angustia, de los apegos, de la culpa y de la crueldad. 
  • Mujeres de diversas edades, mayores y niñas, sabias o con una mirada otra que nos acerca al misterio. 
  • Las hermanas.
  • Se introduce con frecuencia el eje temático del aislamiento en comunidades de mujeres, apartadas de la civilización, con sus propias reglas y rituales (Las efímeras, Eterno amor, en distintos cuentos), apartadas de la civilización.

ESPACIOS 

  • Lugares fuera del mundo. Próximos a los de los cuentos infantiles. 
  • Parajes sombríos, bosques o medio natural.
  • Casas cerradas. 
  • Espacios que realzan los conflictos experimentados por los personajes. 

SEMIOTIZACIÓN DE LA CASA

  • Contraste entre la protección y la hostilidad, el refugio y el lugar del encierro. 

NATURALEZA

  • Tendemos a pensar en sujetos humanos o similares a los humanos como personajes, pero también el paisaje se convierte en ocasiones en un protagonista más de la ficción y lo hace con gran fuerza significativa. En el caso de Adón, el diálogo con la naturaleza es constante en toda su narrativa. 
  • La naturaleza realza el estado de ánimo de personajes decaídos. Y, en ocasiones, refleja la existencia de seres salvajes, de pasiones destructivas. 
  • En los cuentos de Viajes inocentes se reflexiona sobre lo diminutos y vulnerables que somos ante lo inmenso de la naturaleza (“Las ramas no son perfectas”). 
  • En El mes más cruel habla de la dignidad de la naturaleza mayor que la del ser humano, en ella nos dice que no hay deslealtad, vanidad, altanería, mentira, infidelidad, cobardía o avaricia, frente a personajes que deben aprender a “salvarse de la destrucción” (“Genios antiguos”). Es imposible dominar la naturaleza (“En materia de jardines”); en lo natural, fluyen la vida y la destrucción (“El infinito verde”); los cambios de estación, en concreto la llegada del otoño, recuerdan el paso del tiempo, el saberse mortales (“El fumigador”)
  • En los relatos de La vida sumergida se insiste en la imagen del cosmos ajeno al hombre, la fuerza de la naturaleza, todo es vida y destrucción (“Un mundo muy pequeño”). Se enfatizan las relaciones de sometimiento de unos ante otros, las relaciones de dependencias constantes, de las que no es posible escapar ni siquiera en la huida a un regreso a lo básico y a lo primitivo, a lo comunal y a lo compartido (“Vida en colonias”); y la imposibilidad de huir a lo natural, de ocultarse en el bosque (“Fides”). Sobresale el cierre con relatos muy perturbadores: “Gravedad”, que insiste en la autosuficiencia, en la necesidad de independencia, en no aferrarse a nada ni a nadie, en la conversión en seres de agua, en vengadoras; y “Dulce Desdémona”, en el que la ferocidad de lo natural se asemeja a la brutalidad acumulada por la protagonista, más próxima al reino de lo animal y de lo irracional. 
  • También sus novelas abordan las cuestiones precedentes. Por ejemplo, Las efímeras, encuadrada por Pozuelo Yvancos en las formas distópicas de la novela de la crisis. En ella, Pilar Adón recrea un mundo asfixiante y extraño, alejado de la civilización y marcado por las destructivas emociones humanas, en el que se integra una comunidad que evoca la escuela libertaria francesa de principios del siglo XX. Dicho microcosmos revela la imagen de una sociedad sectaria, que se asemeja a una colmena en su funcionamiento, en la que prevalece un orden creado que controla el ambiente con pretensión de convertirlo en inofensivo pero que acrecienta la violencia y el dominio. En Las efímeras se pone de relieve la indefensión ante lo imprevisible que se genera en una comunidad estructurada de forma aparentemente perfecta pero perturbadora en su realidad. Todo ello conduce a la reflexión sobre las utopías que se desmoronan.
    Si Las efímeras incurre en el fracaso de la utopía, tal como reseña Ángeles Encinar, es «por la perversión de las relaciones entre los seres humanos» (2016: 20). En esta narración, la vida en la naturaleza ofrece, citando de nuevo a Pozuelo, la imagen «de un mundo hostil, nada halagüeño, gobernado por elementales fuerzas que se imponen a las criaturas y de las que ellas mismas son consecuencia» (2017: 368). El contrapunto de lo natural es, por lo tanto, una buena herramienta para profundizar en los entresijos de la condición humana.
    En ese marco físico natural destaca un espacio muy significativo, el del bosque, concebido como amenaza y asociado al misterio y al extravío, al significado que tiene en los cuentos de la infancia: el espacio del abandono, de la pérdida de la inocencia por la vivencia del daño, la muerte y la ausencia de paraísos. En Las efímeras encontramos pasajes encuadrados en ese ámbito, a veces asociados al rodeo, al caminar para huir o para reencontrarse con uno mismo.
    Así pues, el entorno natural no aparece ensalzado ni se perfila como la solución definitiva. Por una parte, no se alcanza una tranquilizadora integración en la naturaleza, pues la existencia en ese entorno no implica la recuperación arcádica de modos de vida. Por otra, no se logra romper con las relaciones de dependencia y de dominio. La regresión social y la fragilidad del ser humano quedan puestas en evidencia. En palabras de Pozuelo, Las efímeras está alejada «de toda idealización de la naturaleza, que convertida en un ser vivo es fuente de peligros y depredaciones» (2017: 368).
    En Las efímeras se insiste en la dureza del trabajo en la tierra, en la constancia y el esfuerzo que es preciso dedicarle en un ámbito del que la naturaleza se podría apropiar en cualquier momento porque en él ni se espera ni se necesita la presencia del hombre. Asimismo, la imagen final pone de relieve el triunfo de la naturaleza incólume ante las pasiones humanas. La novela realza la otredad de la naturaleza, su fuerza desbordante, capaz de resistir la amenaza que supone el hombre que la esquilma, ajena al discurrir humano. Nos enfrenta a la superioridad de lo natural, derivada de su salvaje vigor y del carácter de inmutabilidad, de entidad no sujeta a la fugacidad a la que se somete la vida del hombre. 
  • Pilar Adón reflexiona, con frecuencia en el conjunto de su obra, sobre la importancia de que volvamos a ser capaces de relacionarnos con el medio natural, a tener una reconfortante sensación de pertenencia, incluso reconociendo y siendo conscientes de la vertiente geórgica, no arcádica que puede tener.

SUGERENCIAS PARA LA LECTURA DE DE BESTIAS Y AVES

  1. ¿Consideras que quedan dudas acerca de la realidad/irrealidad de lo contado y percibido por la protagonista?
  2. ¿Percibes como poético algún pasaje?  ¿Funcionaría como poesía o prosa poética en la oralidad?
  3. ¿Qué atmósfera o qué descripción te ha provocado más impacto al leerla? ¿Con qué sentido o sentidos está captada?
  4. ¿Qué acontecimiento o acción de la historia te ha provocado más impacto al leerla?
  5. ¿Qué símbolos te parecen más sugerentes?
  6. ¿Te has fijado en los nombres de espacios y de personajes? ¿Podrían contener también un significado simbólico?
  7. ¿Te sorprenden los rituales de la singular comunidad de mujeres?
  8. ¿Estamos realmente en tiempos y formas diferentes en la actualidad en contraste con los propios de los espacios vinculados a la naturaleza?
  9. ¿Alcanza al final la protagonista la armonía, el equilibrio, el sentido de pertenencia? ¿Cómo has interpretado el final de la novela?
  10. ¿Te han interesado las referencias intertextuales e interartísticas?

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