Verano, de John Maxwell Coetzee
Tercera y última parte de las memorias noveladas de J.M.Coetzee (que se completa con Infancia y Juventud).
Calendario
- 12 de Diciembre de 2013: Coloquio participativo de guía a la lectura.
- 23 de Enero de 2014: Coloquio participativo de los socios.
Lugar y horario
Los encuentros de esta lectura tendrán lugar en la sala de conferencias de la Biblioteca General San Isidoro a las 19:00 horas. Se ruega puntualidad.
Sinopsis
Un joven biógrafo inglés está trabajando en un libro sobre el escritor, John Coetzee. Planea centrarse en los años de su ida que van de 1972 a 1977, en la época en que un Coeztee de treinta años comparte una casita arruinada en las afueras de Ciudad del Cabo con su padre viudo. Según el biógrafo, es el periodo en el que Coetzee comenzaba a consolidarse como escritor. Sin conocerlo personalmente, se embarca en una serie de entrevistas con personas que fueron importantes en su vida: una mujer casada con quien tiene una aventura; Margot, su prima favorita; una bailarina brasileña, madre de una de sus alumnas de inglés; antiguos amigos y colegas. De sus testimonios emerge el retrato de un joven Coetzee algo torpe, rodeado de libros y con poca facilidad para abrirse a los demás. Dentro de su propia familia es considerado un extraño, alguien que intentó huir de la tribu pero que ahora ha vuelto escarmentado. Su insistencia en desempeñar trabajos manuales (más propios de los negros), su barba y pelo largos y los rumores que dicen que escribe poesía no suscitan más que sospechas en la Sudáfrica de la época. Conmovedor y a veces divertido, Summertime nos muestra a un gran escritor en ciernes.
El autor
J. M. Coetzee nació en 1940 en Ciudad del Cabo y se crió en Sudáfrica y Estados Unidos. Es profesor de literatura en la Universidad de Ciudad del Cabo, traductor, lingüista, crítico literario y, sin duda, uno de los escritores más importantes que ha dado Sudáfrica en los últimos tiempos, y de los más galardonados. Premio Nobel de Literatura en 2003, en 1974 publicó su primera novela, Tierras de poniente (Literatura Mondadori, 2009). Le siguieron, entre otras, En medio de ninguna parte (2003), con la que ganó el CNA, el primer premio literario de las letras sudafricanas; Esperando a los bárbaros (2003), también premiada con el CNA; Vida y época de Michael K. (2006), que le reportó su primer Booker y el Prix Étranger Femina; Desgracia (2000), que le valió un segundo Booker, el premio más prestigioso de la literatura en lengua inglesa, y las memorias noveladas Infancia (2001), Juventud (2002) y Verano (2010), reunidas en un solo volumen en Escenas de una vida de provincias (2013). Asimismo, le han sido concedidos el premio Jerusalem y el Irish Times International Fiction. En España ha sido galardonado con los premios Llibreter 2003 y Reino de Redonda, creado por el escritor Javier Marías. La infancia de Jesús es su nueva novela.
He leído de Verano la parte de Julia y la de Margot. En la parte de Julia, hay pasajes que he leído varias veces, como las alusiones literarias, las meditaciones sobre la literatura, el episodio relacionado con la música de Shubert o aquellos momentos en los que Julia deja bien claro cómo hay que contar su historia y lo relevante de que se transcriba fielmente lo que ella expone porque es la auténtica realidad y no otra.
Cuando acabó el capítulo de Julia, confieso que tuve un poco de miedo a Margot. No me atrevía a enfrentarme a ella y … ¿ Con qué me encuentro? Con una dramatización abundante en preguntas retóricas sobre la vida, la sociedad, el amor que no fue… todo para concluir que su vida es tranquila y feliz. Sin embargo, en mi mente todo se resume en una pregunta que Margot no formuló explícitamente pero que sí estaba en su interior y es por qué John no la ha querido a ella y solo a ella. No sé la respuesta, puedo deducirla por empatía hacia Margot, por su capacidad de querer, por el cariño y ternura que profesa cuando le cuenta el cuento de «la princesa y el guisante» a su primo aquella noche que se quedaron en el coche en medio de la nada… No deja de ser mi percepción porque en cualquier caso, el pluriperspectivismo es tan patente en la novela que podemos construir o deconstruir, según se mire, muchas capas o lecturas. Un ejemplo es la insistencia de Margot en que no se escriba esto o aquello a lo que el narrador alude que se lo dejará para que lo revise y lo pueda cambiar.
Entonces: ¿cuál es la verdad? ¿qué sentimiento/hecho/reflexión es la auténtica? Lectores, a pensar nos toca! Me parece que estamos ante otra excelente y singular obra literaria que no nos va a dejar indiferentes. Esto es genial!