(Actualizado 19- diciembre -2018:
Vídeo del Encuentro de los socios con Patricia Esteban Erlés)
Ayer nos reunimos para debatir sobre las inquietantes cuestiones que propone la lectura de Las madres negras, sin duda una de las obras que más debate e intensidad han provocado en nuestro club. Lo más comentado por todos los socios que esperaban al inicio de la sesión y por lo que no pudieron esperar para comentarlo fue la dureza y lo terrible de lo narrado. Para muchos de ellos, las torturas y el maltrato descrito asociado a ciertas instituciones estaba mucho más cerca que de los más jóvenes por edad, por lo que les llamó especialmente la atención y vivieron era crueldad como algo más cercano y significativo.
El personaje Dios fue unánimemente sorprendente e innovador, algo nada esperado que despertó tanta inquietud como odio, e incluso admiración por su construcción, al igual que las monjas, en cuya maldad todavía algunos buscan un atisbo de humanidad. Destacó también la belleza de Pola, que como alguno de nuestros socios señaló, “no es de este mundo”; aunque por la belleza y el simbolismo de lo que encarnan, los personajes de Mida y de su madre fueron los más destacados: la vida sencilla y sin tapujos en comunión con la naturaleza, la desnudez inocente, la unión irrompible más allá de la muerte entre abuela, madre e hija, todos los tópicos asociados a la brujería bajo la luz indicada.
Hablamos y mucho de la maternidad, porque como señalaba Ana, ‘madre’ es la palabra más importante del libro, desde el mismo título. Un tema tan importante como conflictivo, que evidencia la actualidad de los tapujos y prejuicios sobre un valor que siempre se ha considerado como positivo, y que en la novela es casi siempre frustrado y terrible. El simbolismo de la maternidad y de tantos otros elementos fue junto con la mezcolanza de códigos lo más destacado y complejo. Nuestra compañera Amelia (¡gracias!) nos explicó de forma muy acertada y apasionada su lectura simbólica de la novela que, pese a la sencillez que puedan mostrar lo popular de la tradición mezclada con tradiciones muy diversas, alcanza nuevos y muy ricos significados. La presencia gótica y la contemporaneización de lo popular es ya base de nuestra cultura, y se constituye en la nueva tradición oral y en el imaginario actual. La valoración que se da de lo femenino asociado a la naturaleza, tan presente en la obra, adquiere nuevos valores y sigue resultando extremadamente seductor, y sobre todo inquietante.
Hablamos de eso y de mucho más, como la agencialidad femenina, el papel de la transgresión, del fuerte simbolismo y los muchos niveles de lectura, resultando una de las sesiones más intensas y con más debate.
Nos encontramos ante una obra, estructurada en base a la historia de diferentes personajes que viven en un orfanato, el cual está impregnado de una extraña aura de distorsión moral por parte de las monjas que habitan en él. En la obra se entremezclan personajes oscuros, grotescos, con toques de fantasmagóricos.
La lectura de esta obra en solitario y la puesta en común en el coloquio entre los compañeros me ha permitido reflexionar sobre aspectos que había dejado a un lado y reafirmar otros. Las historias de esta obra conectadas por las acciones de las «monjas» enseñan al lector el lado más cruel de las personas hacia los seres más indefensos, que son los niños, en este caso, las niñas.
La historia que ha conseguido atraparme, fue la de Pola, por la cantidad de hechos y circunstancias que nos ayudan a darnos cuenta de lo que es común en el mundo: la envidia, la belleza inalcanzable, la locura…
Por último, expresar que he sido capaz de imaginarme los escenarios, las caras de los protagonistas, sentir lo que ellos sienten, en fin, que me ha encantado esta novela, la recomiendo.
Esta obra resulta fácil de leer en cuanto a la forma en la que está estructurada. La obra en sí me parece que está muy bien presentada aunque me parece oscura, puede que sea o bien por la localización de la trama, un orfanato, o bien por lo que sufren los personajes. Lo que más me gusta cuando leo una obra es que me permita en cierta forma sentir que estoy dentro de su mundo, y esta lo ha conseguido, por lo cual recomiendo totalmente su lectura a pesar de que tenga toques oscuros y personajes siniestros.
Sin duda ha sido mi lectura favorita de todo el ciclo, la capacidad inmersiva que he tenido en esta obra ha sido total, se me ha hecho muy ligera y la he leido y releido de nuevo al terminarla. Es una obra que engancha.
Desde luego es una obra que representa fielmente el estilo gótico. Sorprende mucho ver una lectura tan al estilo de un cuento clásico a día de hoy y desde luego es lo que contribuye a la magia de leerlo. Cuando lo releí mi experiencia de inmersión no cambió respecto a la primera. Todo sigue siendo inmersivo como cuando lees el mismo cuento de pequeño durante años. Personalmente creo que tiene una esencia difícil de conseguir.