Por Sergio Fernández Martínez
Ayer, martes 3 de octubre, a las 19:00 horas visitó el Club de Lectura Cristina Fernández Cubas. Una ocasión inigualable para que los lectores pudiesen compartir experiencias y formularle las preguntas que más les inquietaban.
Sin duda, una de las primeras cuestiones en el encuentro, tras la presentación a cargo de Natalia Álvarez Méndez, fue la dificultad de escribir y de dónde surgen la fantasticidad de algunos de los relatos de La habitación de Nona —¿cariz autobiográfico? ¿imaginación pura? ¿ensoñaciones?—. Fernández Cubas acudió, para responder a esta pregunta, al cuento «Hablar con viejas». Este relato tuvo su origen en un acontecimiento real, un encuentro muy similar al narrado: sucedió en la calle París de Barcelona entre la autora y una anciana que le pidió ayuda para cruzar la calle.
La señora, tras la ayuda de Fernández Cubas, la invitó a subir a su piso a tomar un café y la autora lo rechazó, lo que, inmediatamente produjo en Cristina un terrible sentimiento: la soledad de aquella desconocida. De este modo, aquello que no hizo en la vida real lo hizo en la literatura. La autoría del cuento, dijo la autora de Los altillos de Brumal, se debía a la mala conciencia que se le había quedado tras aquel extraño encuentro. De manera inconsciente y mordaz, en el relato narra por qué no subió, argumentando, desde la imaginación, los motivos que le condujeron a no hacerlo —¡leedlo, no tiene desperdicio!—. Este es uno de los ejemplos de dónde está el autor del relato en cuestión y la importancia de las historias paralelas. Fernández Cubas explicó también el nacimiento del relato «Interno con figura», que tiene una importante carga autobiográfica, patente en casi cada línea del texto. La trascendencia de la literatura, resaltó Fernández Cubas, reside en su capacidad inventiva, pues al no existir una historia real, se rellena el vacío con la imaginación. Asimismo, las imágenes imprevistas, los sueños y los deseos de viajar también tienen un profundo peso en la capacidad inventiva de nuestra primera invitada al Club de Lectura.
La habitación de Nona es un libro que ha significado mucho, en diversos niveles, para la autora. Resaltó principalmente uno: la conexión con los lectores: a ella le gusta saber si los lectores empatizan, conocer sus pensamientos, saber de primera mano sus opiniones personales. Y precisamente, se fue con un buen sabor de boca con las consideraciones de nuestros participantes.
Los lectores formularon algunas preguntas más, como la importancia de la pérdida del marido —muy visible, según la autora, en el relato «La nueva vida»—; las trampas/trampantojos que tiende al lector, donde recordó la importancia de alguno de sus libros preferidos, como Otra vuelta de tuerca, del escritor estadounidense Henry James; las referencias cinematográficas, que para Fernández Cubas se retrotraen a la infancia. Asimismo, también comentó que había probado a escribir un guion cinematográfico y, a pesar de haberlo conseguido, no encontró que fuese su lenguaje; la influencia de la novela negra, para lo cual recordó la desaparecida librería barcelonesa Negra y Criminal, donde ella estaba en un inquietante estante denominado «obras de frontera», y también aprovechó para recomendar a Ruth Rendell, concretamente, su obra Un juicio en piedra.
Asimismo, confesó a los socios algunas de sus manías a la hora de escribir, la importancia de la dedicatoria de La habitación de Nona, el tema de la infancia, los recuerdos autobiográficos —constantes en su obra—, la fusión de temas positivos y negativos, como la venganza en «El final de Barbro» y el sentido que ello adquiere a medida que avanza la trama, la sorprendente continuación del relato «Hablar con viejas» que ha realizado el escritor barcelonés David Roas y la importancia que tiene para ella, a la hora de escribir, la realidad social y el entorno que le rodea.
Sin duda, un fructífero encuentro que propició multitud de preguntas diferentes, lo que demuestra lo mucho que ha gustado la elección de esta lectura compartida y el impacto que ha causado entre los socios. Cristina Fernández Cubas señaló que «importa lo que se dice, pero también lo que se oculta», una máxima que recoge su carácter misterioso y su enigmático encanto. Maravillada por León, prometió volver. Esperamos que sea pronto.