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Coloquio sobre La nostalgia de la Mujer Anfibio

Por Rosa María Díez Cobo

Nuestra segunda sesión del Club de Lectura, dedicada a la española Cristina Sánchez-Andrade y a su novela La nostalgia de la Mujer Anfibio (2022), resultó en un animado intercambio de ideas sobre algunos de los aspectos centrales del libro.  

Ante la consulta inicial sobre el nivel de aceptación del texto, de forma general, la mayoría de las lectoras que participaron en el debate manifestaron su satisfacción con la novela. Las opiniones se movieron entre la ponderación muy positiva y aquellas que, aun encontrando algunos aspectos de la novela menos agradables (por el grado de amargura o desesperanza que les transmitió), la encontraron sugerente o interesante. De forma más puntual, alguna socia mostró sus dudas ante el hecho de que el personaje, Lucha Amorodio, no se encontraría, en su opinión, particularmente del todo desarrollado, opacado entre la colectividad de seres que pueblan la aldea que habita. 

Gran parte del debate se concentró sobre el personaje de esta protagonista, sus orígenes, su evolución y, sobre todo, su inserción en una peculiar saga familiar de mujeres, junto con su hija, Purísima de la Concepción y su nieta Cristal. Se valoró cómo, tratándose de una mujer rural emplazada en un periodo del siglo XX, sus limitaciones de desarrollo personal y libertad eran significativas. También se debatió sobre el papel de los personajes masculinos y su relevancia. Aquí las opiniones se dividieron entre aquellos que apreciaban un rol secundario y poco relevante para la trama y, en el extremo contrario, otras que valoraban la capacidad de varios de estos personajes en ser motores de la historia y articularla. 

En este sentido, se subrayó, cómo en el caso del naufrago inglés con el que Lucha mantiene una fugaz pero intensa relación tras el encallamiento del navío Santa Isabel en Sálvora, el recuerdo de este es el que, a la postre, determina el resto de la existencia de la protagonista y, por consiguiente, es central en la novela pese a su escasa entidad a lo largo de sus páginas. Asimismo, también se debatió sobre la presencia de Manuel, marido de Lucha y cómo, pese a su aparente carácter secundario, resulta esencial para comprender la evolución de la protagonista y en la articulación de los eventos principales de la trama. Aunque sin completo consenso, algunas lectoras subrayaron la función crucial del estrafalario timador Ziggy Stardust que, en la segunda parte de la novela, contribuye a revivir, muchas décadas después, los sucesos del Santa Isabel y sacudir el olvido que se había apoderado —meiga mediante— de los habitantes de la isla que presenciaron o intervinieron en el suceso. 

Desde luego la importancia del personaje colectivo del núcleo de Sálvora – Oguiño no pasó desapercibido a nuestros socios que remarcaron su cualidad de coro, con especial referencia a algunos integrantes como la inolvidable costurera, apodada Ollomol, que encarna un tipo de ideología retrógrada y risible al mismo tiempo, apuntalado esto por las numerosas hipocresías en las que incurre a lo largo de la historia. 

El comentario de la estructura de la obra también ha motivado algunas valoraciones por parte de varios lectores. Para algunos, el planteamiento en flashback, desde el presente de la anciana Lucha hasta los orígenes de su peculiar encuentro con el naufrago y su posterior e irremediable nostalgia supone un acierto y les ha resultado original y atractiva. En opinión de alguna otra lectora, sin embargo, esta estructuración resultaría un tanto brusca o no se hallaría tan bien justificada. Sin duda, este formato puede representar alguna dificultad en cuanto a la ordenación lectora de los acontecimientos pero que, a pesar de ello, no deja de ser esencial para entender la evolución de la protagonista a la par que se desarrolla el enmarque histórico que sigue los sucesos de la transición española sirviendo así esta de hito entre las dos generaciones que representan abuela y nieta. El papel de la memoria es esencial a este respecto, no solo en referencia a la sombra indeleble que el inglés proyecta sobre la protagonista, un auténtico asedio en sus recuerdos, sino que también en la novela se juega con la capacidad del pueblo de recordar los sucesos del naufragio. Como se recordó en la sesión, para la escritora el papel de la evocación familiar propia, la influencia de su abuela que sirvió como transmisora de saberes y recuerdos de un pasado tradicional rural, es crucial también para comprender su obra. 

En relación con la adscripción de la novela a un género literario concreto, se valoró la presencia de modalidades como el realismo mágico, el fantástico, el costumbrismo, el grotesco o el tremendismo. Alguna lectora lo emparentó más concretamente con la tradición gallega de Valle-Inclán o Cela. No cabe duda, cómo se remarcó en el debate generado, que no es fácil, ni tampoco necesario, adscribir una novela, tan rica y compleja en matices, a ningún género o subgénero concreto. Participa de una hibridación que excede cualquier demarcación y recrea, enhebrando distintas influencias y ecos, y construye así un universo auténtico y propio. Aunque, es interesante remarcar que una lectora, de origen mexicano, llamó la atención sobre la similitud del estilo y hechos narrados con la prosa de autores como Juan Rulfo lo que, de nuevo, pone el texto a la par con el ya mencionado realismo mágico. De lo que todos los participantes parecieron estar de acuerdo es en la fuerte carga poética del texto, capaz de crear imágenes irrepetibles basadas en una fuerte sensorialidad. 

Como nota final, varios socios incidieron en el fuerte humorismo de la narración de Sánchez-Andrade, rasgo sin duda distintivo de la autora en muchas de sus obras, especialmente en producciones como Las InviernasAlguien bajo los párpados o su novela más reciente, Habitada. Se recordaron episodios especialmente hilarantes como la visita de Lucha al ginecólogo por primera vez en su vida o la escena en que esta misma trepa a hombros de la costurera antes mencionada y se hace transportar a cuestas constituyendo un cuadro delirante y jocoso. 

En conclusión, La nostalgia de la Mujer Anfibio ha tenido una buena acogida entre los miembros de nuestro Club. Esta obra de Cristina Sánchez-Andrade ha generado opiniones diversas, pero todas ellas han dado lugar a un debate muy productivo.