Pablo Andrés Escapa, uno de los nombres más sonados actualmente en la narrativa española nos ha contado con elegante retórica sus «certezas» como narrador. Para abrir boca nos ha recordado los que concibe principios a la hora de escribir que no son otros que los clásicos: la mímesis que ya no busca reproducir con exactitud, sino crear una realidad paralela con sus propias leyes, el pacto de ficción o la verosimilitud entre otros.
Respecto a su concepción particular, la literatura supone la «conversión del acontecimiento en lenguaje», algo que tiene su origen en la memoria, en los cuentos de la infancia contados por su padre y de los leídos en la escuela. Recuerda Escapa la primera lectura en la infancia de Platero y yo, o el primer libro comprado con su dinero por el aspecto del autor, Zalacaín el aventurero. O cómo ha sentido predilección por autores en los que el paisaje funciona como expresión del alma, como Conrad, Faulkner, Rulfo o Delibes. De cómo la lucha cervantina entre las armas y las letras se materializaba en que cuanto más leía, más le parecía que los libros lo leían a él, de que la vida a veces se parece mucho a la ficción, ya que en sus propias palabras no conozco mejor medio de comprender la vida en todas sus posibilidades ni disciplina más valiosa para ejercitar el juicio crítico y el cultivo de la razón que adentrarse en un libro.
Si quieres, puedes ver reunido todo el contenido de las II Jornadas sobre Literatura Actual