Si hubiera que elegir a la reina de la música country, esa corona solo podría ser para la maravillosa Emmylou Harris. Artista con casi cincuenta años de carrera, edificada sobre un compromiso y una honestidad, cómo ha habido pocos en la historia de la música popular. Alejada de modas pasajeras. Ninguneada por una industria que solo busca el éxito fácil, y no entienden la fidelidad de esta extraordinaria mujer a las raíces de la música americana.
Premiada en el pasado año 2015 con el Polar Music Prize, considerado el Nobel oficioso de la música, que recogió en Estocolmo en una emotiva ceremonia.
Por tanto, nada mejor que empezar a celebrar musicalmente la Navidad, que con su disco dedicado a la misma de 1979. Como dijo Elvis Costello: «Cantar con Emmylou Harris debe ser lo más parecido a estar en el cielo». Entremos pues en el.
Portada de la reedición del disco en 2002
Emmylou Harris es un artista con una rara especie de voz que transmite una humanidad y una honestidad apabullante, mientras que posee una pureza cristalina que raya en lo angélico. En resumen, es una cantante nacida como pocas para hacer un gran álbum de Navidad, y en 1979 hizo precisamente eso con «Light of the Stable». En el fusiona el sonido de sus últimos álbumes con canciones que honraban las raíces espirituales y emocionales de la Navidad.
La gestación del álbum comenzó en 1975, con la mayor parte del material registrándose progresivamente. Pero Harris y el productor Brian Ahern dieron al proyecto un sonido admirablemente unificado, que habla de la Navidad con una dignidad tranquila y reverente, este es uno de los pocos álbumes de Navidad de un artista que apenas menciona a Papá Noel al enfocarse claramente en el nacimiento de Cristo. Harris y Ahern reunieron a un reparto estelar para estas sesiones, que incluyen a Ricky Skaggs, al estratosférico guitarrista James Burton y a Rodney Crowell, mientras que Willie Nelson, Linda Ronstadt, Dolly Parton y Neil Young hacían los coros en algunos temas. Los resultados son pura magia, que trascienden al espíritu navideño y uno se deja mecer por unas canciones de una belleza devastadora.
Portada de la Edición Original de 1979
Si lo que busca es un disco que vaya a animar ruidosamente su fiesta de Navidad, «Light of the Stable» no lo es. Pero si quiere escuchar una música de una belleza tranquila e infinita, pero convincente, que recoge el verdadero significado de las navidades, entonces usted encontrará que este álbum es una experiencia inolvidable para atesorar.