En 1967 el coreógrafo Maurice Béjart encargó a Pierre Henry la composición de la música que iba a acompañar a su próxima creación, Henry pidió la colaboración del músico Michel Colombier para componer las partes instrumentales, mientras que el se dedicaría a la parte electroacústica.
Para este ballet Bejart utilizó música tradicional india y japonesa, e incluso marchas militares, pero su enorme popularidad se debió sobre todo a los temas pop que firmaron Pierre Henry y Michel Colombier. Henry era un destacado compositor de música contemporánea, conocido por ser el fundador junto con el otro Pierre (Schaeffer) de la escuela de música concreta. Colombier, por su parte, era compositor de bandas sonoras y arreglista de discos de pop (colaboró en muchos de los de Serge Gainsbourg, por ejemplo).
El Coreógrafo Maurice Béjart
La música concreta está ligada a la posibilidad de des-contextualizar un sonido (sea un sonido instrumental o del ambiente) grabándolo en un soporte analógico o digital con el fin de tratar este sonido de manera separada cortándolo, pegándolo, superponiéndolo y luego combinar los sonidos resultantes de estas operaciones de alteración en una estructura compleja y definitiva, una especie de partitura. Por esta razón, se habla igualmente de «música de sonidos fijados”, fijados en un soporte: cinta, CD, computadora.
Esta revolución de sonidos hizo explotar toda la estructura habitual de la música, porque la forma musical dada al escuchar el sonido de una puerta resulto de la misma importancia que la de una melodía tocada al violín.
Pierre Henry
“Messe Pour le Temps Présent” se convirtió rápidamente en superventas en las listas de pop y clásica, sirvió para romper las infranqueables barreras entre los estilos y contribuyó a la popularización de la música contemporánea. «Psyché Rock» fue la pieza más difundida, pero el resto de los temas no desmerecen. Y aunque casi todo el mérito se lo llevó Pierre Henry, hay que reconocer que la mayor parte le corresponde en realidad a Colombier, responsable de esos ritmos y líneas melódicas pegadizas y del toque psicodélico. Henry «sólo» aportó los efectos electrónicos que daban a los temas una espectacularidad desconocida hasta ese momento. De hecho otras incursiones de Henry en el terreno pop no fueron tan afortunadas.
Estamos pues ante un disco mítico, cuya leyenda está totalmente justificada. Algunos críticos lo ven como los primeros balbuceos de la música electrónica o como muestra del pop más avanzado de aquella época, sea como fuere, es un disco excepcional, con una influencia en otros músicos que no ha hecho sino crecer con el paso de los años. Recordar especialmente el tema «Psyché Rock», verdadero mascarón de proa del álbum. Cincuenta años después de su publicación suena tan actual como entonces, y se siguen haciendo remezclas del mismo. Sirvió como sintonía durante muchos años para el programa «Estudio Abierto» de José María Íñigo. En los últimos años ha cobrado nueva fama remezclado por «Fatboy Slim» en 1997, además de inspirar el tema de cabecera de la serie «Futurama».