Hablar de Juan Carlos Mestre es hacerlo de un creador poliédrico. De un prisma que descompone en varios haces creativos la luz de su interior. Su faceta más conocida es la de poeta, pero todo en el es poesía, solo varía la forma y soporte de transmitirla.
Mestre, nacido en Villafranca del Bierzo, León, en 1957, atesora los más importantes premios y galardones, el Adonáis y los Premios Nacionales de Poesía y de la Crítica.
A todo esto hay que sumar, el Premio Castilla y León de las Letras en su edición correspondiente a 2017, en reconocimiento a «una obra desbordante en la que se mezclan con excelencia todos los géneros literarios» además de reconocer a este autor «como artista polifacético, poeta original, imaginativo y feliz», según se manifestó en la resolución del jurado. Asimismo, el jurado acordó por unanimidad conceder a Mestre este galardón como «heredero y renovador de la gran tradición literaria berciana».
Poeta, grabador, pintor, escultor, ensayista… De mil formas nos transmite Mestre sus versos, no solamente planeando sobre un papel. Sus acuarelas, sus aguafuertes, sus esculturas, son también esa poesía que emana de su arte fecundo y generoso. Pero, siendo este un espacio dedicado a la música, ¿donde queda esta en la obra de Juan Carlos Mestre?. O quizás llevados por la admiración nos hemos olvidado del objetivo de este blog. ¿Existe un Mestre músico?
No estamos hablando de un Mestre compositor, pero la importancia de la música en su labor creativa es indudable y omnipresente. La música acompaña muchos de sus recitales. Como una compañía sutil, que se siente y no estorba, que no mancilla las palabras, sino que las mece y las acuna.
Pero si hay una imagen, pudiéramos llamar «icónica» de Mestre y la música, es cuando recita «Cavalo Morto», poema recogido en su aclamadísimo poemario «La Casa Roja», acompañado por un viejo acordeón tocado por el. La magia que el autor berciano consigue en ese momento, es muy difícil de describir, como son difíciles de describir los sentimientos. Hay que vivir ese instante de emoción, dejarse acariciar por el verbo cálido de Mestre, por el suave susurro de su acordeón. «Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo».
Juan Carlos Mestre con Amancio Prada
Ha colaborado y hecho grabaciones discográficas con músicos como Amancio Prada, Luis Delgado, Cuco Pérez, José Zárate o Hugo Westerdahl con quienes ha realizado conciertos, performances y lecturas ante diversos auditorios de España, Italia, Francia, Noruega, Finlandia, Suecia, Irlanda, Bélgica, Rusia, Lituania, Portugal, Grecia, Israel, Costa Rica, Yugoslavia, Bosnia-Herzegovina, Polonia, Reino Unido, Serbia, Ecuador, Cuba, Marruecos, China, Túnez, Argentina, Perú, Chile, Líbano, Colombia, Honduras, México y los EE.UU.
Destacar en especial dentro de su colaboración con Amancio Prada, el bellísimo disco-libro basado en las «Coplas a la muerte de su padre» de Jorge Manrique, publicado en 2010.
En 2012 Mestre estrena “La Música de las Bicicletas”, un concierto recital junto con la compositora María José Cordero. Juntos nos proponen un recorrido por un espacio armónico, donde la música y la poesía se unen en un espectáculo que reúne los elementos de un concierto, sumados a un planteamiento de puesta en escena de carácter teatral.
Fotografía: Juan Luis García
La obra de Juan Carlos Mestre, en cualquiera de sus facetas, prescinde de modas y tendencias. Es una colección de imaginarios, de ensoñaciones que se empeñan en ser reales. Una especie de hoja de reclamaciones al gran gestor de esta sociedad, donde Mestre reclama que nos devuelvan la felicidad robada. Descubran la obra de este autor imprescindible. Descubran donde germina la vida en el reseco páramo de nuestros días.
Juan Carlos Mestre y Amancio Prada (Al Alba) 2004
Juan Carlos Mestre y María José Cordero (La Música de las Bicicletas) 2012