Continuando con nuestras sesiones del Club, el jueves 20 de febrero de 2014 Nuria Sánchez Villadangos nos invita a asistir al coloquio participativo para introducir la lectura de la obra Cuentos de los días raros, de José María Merino.
Parafraseando a Bioy Casares, tal vez los relatos fantásticos surgen para explicar aquello que no alcanzamos a comprender porque nuestra mente no consigue darle una explicación lógica, atreviéndonos a conjeturar y a verbalizar lo que nos deja perplejos. Si en verdad es cierto que “la realidad no existe”, según Auster; o que “la realidad es un bonito lugar para ir de visita, pero uno no desearía vivir allí, y la literatura nunca lo ha hecho por mucho tiempo”, como manifestara Barth, el escritor contemporáneo ha optado por construir desde el gusto por una escritura entre géneros, por una narración a medio camino entre la realidad y la ficción, el mestizaje, la hibridez, la indeterminación. Y lo fantástico emerge, precisamente, para salvar a ese escritor de su posible dubitación, ofreciéndole una salida para liberar susmonstruos más ocultos o los deseos que parecen, en la fingida realidad, imposibles de lograr pero que son mucho más cercanos y realizables de lo que pudiéramos imaginar.
El propósito de la guía de lectura consistirá en señalar las claves o los motivos de la literatura fantástica y su posible aplicación o visibilidad en los Cuentos de los días raros (2004), de José María Merino, ofreciendo una lectura participativa y abierta a posteriores debates.
El escritor nos informa de la esencia de sus relatos en la siguiente afirmación aparecida en la contraportada de su obra Historias del otro lugar (2010), volumen compilador de los cuentos escritos entre 1982 y 2004 por José María Merino:
«En ese título he querido señalar el ámbito de los cuentos, más allá de los temas de cada conjunto: el lugar que corresponde al espacio de la ficción, inevitable sombra esclarecedora del lugar de la realidad para los seres humanos, y en este caso todavía más “otro” por su general impregnación fantástica; un lugar entre cuyos habitantes están los personajes de este libro, tan familiarizados con una experiencia donde se mezclan sueño y vigilia a través de la palabra, lo que, según creo, pertenece naturalmente a las intuiciones de la literatura”.