¿Quién de nosotros no sabe que “Platero es pequeño, peludo [y] suave”? ¿Hay alguien que ignore que ”En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor”? ¿A que todos estamos al tanto de que “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”?
Gran número de párrafos con los que se inician algunas grandes obras han quedado para siempre fijos en nuestros recuerdos lectores. A veces, solo unas cuantas frases iniciales son suficientes para engancharnos a la lectura de una obra de creación, y es curioso cómo, en ocasiones, esas pocas palabras desencadenan en nuestra memoria todo el contenido de un libro con el que hemos disfrutado.
Ahora vamos a empezar un nuevo curso, y lo hacemos con la misma ilusión con la que empezamos la lectura de un libro. Por eso, para empezar jugando, hoy te proponemos una serie de citas con las que dan comienzo alguna de las obras más conocidas de la literatura (universal o no). A veces son tan famosas que no solo podríamos repetirlas palabra por palabra sino que han pasado a formar parte de nuestras bromas literarias. Por supuesto no están todas las que reconoceríamos y las que están no pretenden ser una selección crítica de las mejores, sino un recordatorio de lo que algún día leímos y nos gustó. Todas ellas, sin embargo, trascienden la historia de su propio relato.
Esto no es un examen de literatura: es un entretenimiento. Te proponemos que participes en él sin ninguna pretensión, por el placer de disfrutar recordando las obras que has leído (a lo mejor incluso “casi todas”), o por el goce de descubrir otras cuyo comienzo te intriga.
No hay premios: reta a tu memoria, a tu bagaje literario e incluso a tus capacidades deductivas. Y no te preocupes, no es tan difícil como a primera vista pueda parecer, porque algunas de las cuestiones son tan sencillas que se contestan a sí mismas, y están planteadas para suscitar en ti una complicidad, un recuerdo de “aquella lectura” o una sonrisa.
Si finalmente hay algún fragmento que desconoces y que despierta tu interés hasta conducirte a la obra completa, acabarás satisfecho de haber jugado. De manera que ahora piensa
¿Qué obra literaria comienza con estas palabras?
Después elige, de entre las cuatro respuestas posibles, la que creas que comienza con la cita propuesta. En general todas las opciones corresponden a títulos y autores reales, pero es posible que en alguna ocasión nos hayamos permitido una «pequeña licencia»
(Tendrás que sortear las líneas de iconos de las redes sociales, porque no hay manera humana de negociar con wordpress 😕 , pero ya puedes pinchar en el rectángulo para comenzar a jugar)
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