(Entrada actualizada el 19 de junio de 2017)
Los párrafos en color verde corresponden a textos de Óscar García Muñoz, responsable del proyecto Dilofácil, a quien agradecemos sus puntualizaciones.
Desde tULEctura llevamos ya 5 años trabajando para la promoción de la lectura. Todas nuestras actividades son abiertas y gratuitas, van dirigidas tanto al perfil universitario como al público general y nuestras propuestas abarcan diferentes niveles de formación. Consideramos que el acceso a la lectura y a la información no solo es un placer que nos procuramos, sino un derecho y una necesidad que como ciudadanos debemos satisfacer. Pero somos muy conscientes de que hay textos que no son accesibles para todo el mundo, bien por la propia naturaleza de los escritos, bien por las dificultades de algunos lectores.
¿Conoces el término «Lectura Fácil»? hace referencia a la adaptación lingüística de un texto para facilitar tanto su lectura como su comprensión. Y es algo que beneficia a más personas de las que crees. Mira el siguiente dibuJo: los círculos muestran los grupos destinatarios de los materiales de Lectura Fácil y dentro del se cuantifica la necesidad que cada grupo concreto tiene de esos materiales.
La Lectura Fácil se dirige a personas y colectivos con dificultades lectoras que pueden ser transitorias (inmigración, incorporación tardía a la lectura, escolarización deficiente…) o permanentes (trastornos del aprendizaje -dislexia, afasia, disfacia-, discapacidad intelectual, diversidad y discapacidad funcional, senilidad)
En este objetivo de facilitar el acceso a la lectura en cualquier soporte están implicados colectivos muy variados: logopedas, psicólogos, asistentes sociales, bibliotecarios, editores, redactores, informáticos …
Muchas personas no comprenden la información que les rodea en sus entornos urbanos, su vida laboral, sanitaria o económica… Es posible que tú seas capaz de leer a Góngora y comprenderlo, y por ello tal vez creas que la Lectura Fácil no tiene nada que ver contigo. Eso puede ser cierto… hasta que recibas una carta de un abogado, de un notario o de una institución oficial (dejemos la factura de la electricidad fuera de toda consideración, y no digamos nada de la letra pequeña de los contratos financieros )
Reclamado y recibido el expediente administrativo, se confirió traslado del mismo a la parte recurrente para que en plazo legal formulase escrito de demanda, haciéndolo en tiempo y forma, alegando los hechos y fundamentos de derecho que estimó oportunos, y suplicando lo que en el escrito de demanda consta literalmente.
Dentro de plazo legal la administración demandada formuló a su vez escrito de contestación a la demanda, oponiéndose a la pretensión de la actora y alegando lo que a tal fin estimó oportuno.
Los textos jurídicos y administrativos son farragosos, llenos de subordinaciones, construcciones arcaicas, circunloquios, voz pasiva y gerundios que los hacen incomprensibles. La preocupación por un lenguaje claro, transparente, accesible y democrático ha llevado a la propia Administración a elaborar documentos e informes en los que se recomienda «acercar» el lenguaje al ciudadano (Ver Informe de la Comisión de modernización del lenguaje jurídico, elaborado por el Ministerio de Justicia). Y son ya muchas las instituciones públicas que han adoptado las principales pautas de Lectura Fácil para la elaboración de textos:
- utilizar un lenguaje simple y directo
- expresar una sola idea por frase
- evitar tecnicismos, abreviaturas e iniciales
- estructurar el texto de manera clara y coherente
La lectura fácil es un apoyo para personas con dificultades de comprensión lectora. Hay que diferenciarlo del lenguaje claro, que es transversal a todas las personas que tienen competencia lectora, pero no tienen dominio de todas las áreas de conocimiento. Los informes de Justicia que citamos son relativos a lenguaje claro, no a lectura fácil. De hecho, existen ya propuestas de sentencias en lectura fácil que no tienen que ver con los informes de Modernización de Lenguaje Jurídico, sino que tienen otro carácter facilitador para los participantes en un proceso judicial con dificultades de comprensión.
La Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA) es una organización no comercial ni gubernamental que representa en más de 150 países del mundo los intereses de los servicios bibliotecarios de información y de los usuarios. En 2012 la IFLA estableció las directrices internacionales para materiales de Lectura Fácil, y acredita con su logo específico los documentos que se reúnen los requisitos específicos de los textos de Lectura Fácil. Te dejamos un resumen de las principales pautas para elaborar textos narrativos elaborado por la Asociación de Lectura Fácil.
Criterios de comprensibilidad
(hacen referencia a la capacidad del vocabulario y de la estructura sintáctica de las frases para aclarar y simplificar el texto)
Vocabulario
- Utilice un lenguaje sencillo y directo.
- Utilice palabras propias del lenguaje cotidiano hablado.
- Evite palabras difíciles, pero usando un lenguaje adulto y digno. El principal público destinatario de la Lectura Fácil es adulto.
- Utilice palabras precisas y evite palabras genéricas vacías de significado.
- Sea sistemático en utilizar las palabras. No cambie de sinónimo para referirse a un mismo concepto. Entre dos sinónimos, escoja el de uso más frecuente.
- Utilice los verbos para describir acciones. Evite los verbos nominalizados. Evite los conceptos abstractos, el lenguaje figurado y las metáforas.
- Si debe mencionarlos y son de uso poco común, sírvase de ejemplos concretos o de comparaciones que faciliten su comprensión.
- Evite, siempre que sea posible, los adverbios terminados en “-mente”.
Gramática
- Escriba frases cortas con una sola idea principal en cada oración.
- Evite las frases subordinadas.
- Mantenga el orden convencional de la frase (Sujeto + verbo + predicado).
- Utilice la voz activa en lugar de la pasiva.
- Utilice formas afirmativas en lugar de negativas. Reserve la construcción negativa para las frases realmente negativas. Evite la doble negación.
Criterios de legibilidad
(hacen referencia a la capacidad de la estructura del texto y del diseño para facilitar la lectura del documento)
Estructura narrativa
Muchas veces es difícil escribir de manera sencilla. Escribir para la comprensión fácil no quiere decir escribir textos telegráficos. Tener una buena historia para explicar y conseguir un texto fluido es esencial para mantener el interés del lector.
- Construya una historia concreta y lógica con una sola línea argumental. Escriba frases cortas con una sola idea principal en cada oración.
- Desarrolle la acción de forma directa y simple, siguiendo una secuencia lógica.
- Describa los hechos en orden cronológico. Es decir, sin saltos en el tiempo, que pasen del presente al pasado y viceversa.
- Evite elipsis y sobreentendidos: no se tiene que dar por supuesto que el lector tiene un conocimiento del contexto (lugar, países, fechas…) o de los referentes culturales necesarios para comprender una historia. Presente los antecedentes, exponga el contexto.
- Evite las introducciones muy largas.
- Evite la implicación de muchos personajes en cada acción.
Formato
- Evite las líneas demasiado largas. La longitud de línea ha de tener unos 55-60 caracteres con espacios incluidos.
- Divida el texto en párrafos y en capítulos relativamente cortos, para permitir pausas frecuentes.
- No justifique el texto a caja derecha. El texto debe ir alineado en el margen izquierdo, incluida la primera línea del párrafo, y sin justificar en el margen derecho.
- Evite dejar partículas colgando al final de la línea, como artículos, pronombres, preposiciones y conjunciones.
¿Quieres ver un ejemplo?
En el ámbito internacional, y enfocada de forma específica a las personas con discapacidad intelectual, la organización europea Inclusion Europe cuenta con sus propias pautas de lectura fácil en las que establece cómo elaborar información fácil de comprender en cualquier formato y/o soporte (escrito, electrónico, audio, vídeo).
En el ámbito español y en este mismo campo de la lectura fácil, Plena inclusión es la organización que, desde hace más de 50 años, representa a las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, y está formada por 17 federaciones autonómicas y casi 900 asociaciones.
Inclusion Europe y Plena Inclusión en España promueven la lectura fácil con este logo, que identifica la aplicación de las pautas de redacción y diseño y la validación de los textos con lectores, algo que la ALF no promueve. Para Plena Inclusión, hacer un texto en lectura fácil sin validar no es correcto desde el punto de vista metodológico, porque no ofrece garantías de que sea verdaderamente comprensible.
No existe una lectura fácil para personas con discapacidad intelectual y otra para todos los demás. Es un argumento falaz que se está promoviendo bajo una premisa de competencia desleal. La lectura fácil es lectura fácil para todos los que tienen dificultad de comprensión lectora. De hecho, el ejemplo de la Constitución tiene el logo azul de Inclusion Europe y os aseguro que no solo es útil para personas con discapacidad intelectual, sino para todo tipo de perfiles. Conviene no confundir quién promueve con para quién es útil.
Con el fin de superar esta diferencia poco lógica entre pautas IFLA y pautas Inclusion Europe, se publicó en 2013 el manual «Lectura fácil: métodos de redacción y evaluación», para mostrar que ambas son complementarias. La diferencia, realmente, es que algunas organizaciones cuentan con los lectores y otras no en el proceso. Desde mi punto de vista, crear soluciones de apoyo implica contar con el destinatario final y las pruebas de validación son condición absolutamente necesaria. Sin ellas, la adaptación sería un «todo para el pueblo, pero sin el pueblo» propio del despotismo ilustrado.
Si te interesa el tema de la Accesibilidad Cognitiva, te interesará el Congreso Estatal de Accesibilidad Cognitiva, en el que personas de todo el mundo hablarán e intercambiarán experiencias sobre cómo hacer el mundo más fácil de entender. #ComprenderelMundo
Gracias por vuestro post y por la difusión de la lectura fácil. No obstante, querría hacer algunas matizaciones porque hay algunas inexactitudes.
En primer lugar, la lectura fácil es un apoyo para personas con dificultades de comprensión lectora. Hay que diferenciarlo del lenguaje claro, que es transversal a todas las personas que tienen competencia lectora, pero no tienen dominio de todas las áreas de conocimiento. Los informes de Justicia que citáis son relativos a lenguaje claro, no a lectura fácil. De hecho, existen ya propuestas de sentencias en lectura fácil que no tienen que ver con los informes de Modernización de Lenguaje Jurídico, sino que tienen otro carácter facilitador para los participantes en un proceso judicial con dificultades de comprensión.
En segundo lugar, el logo verde que señaláis no es de la IFLA. Es de la Associaciò Lectura Fácil de Cataluña, que se remite metodológicamente al texto publicado por la IFLA, pero si vais a la página de la IFLA, no existe ningún logo de esta organización relativo a la lectura fácil.
En tercer lugar, Inclusion Europe y Plena Inclusión en España promueven la lectura fácil con un logo que indicáis, que identifica la aplicación de las pautas de redacción y diseño y la validación de los textos con lectores, algo que la ALF no promueve. Para Plena Inclusión, hacer un texto en lectura fácil sin validar no es correcto desde el punto de vista metodológico, porque no ofrece garantías de que sea verdaderamente comprensible.
En cuarto lugar, no existe una lectura fácil para personas con discapacidad intelectual y otra para todos. Es un argumento falaz que se está promoviendo bajo una premisa de competencia desleal. La lectura fácil es lectura fácil para todos los que tienen dificultad de comprensión lectora. De hecho, la Constitución que mostráis como ejemplo tiene el logo azul de Inclusion Europe y os aseguro que no solo es útil para personas con discapacidad intelectual, sino para todo tipo de perfiles. Conviene no confundir quién promueve con para quién es útil.
Con el fin de superar esta diferencia poco lógica entre pautas IFLA y pautas Inclusion Europe, se publicó en 2013 el manual «Lectura fácil: métodos de redacción y evaluación», con el fin de mostrar que ambas son complementarias. La diferencia, realmente, es que algunas organizaciones cuentan con los lectores y otras no en el proceso. Desde mi punto de vista, crear soluciones de apoyo implica contar con el destinatario final y las pruebas de validación son condición absolutamente necesaria. Sin ellas, la adaptación sería un «todo para el pueblo, pero sin el pueblo» propio del despotismo ilustrado.
Por último, gracias de nuevo por la difusión también del congreso, donde espero que podamos coincidir.
Un saludo
¡Muchas gracias por tu comentario y tus correcciones!
Es evidente que el concepto de «lectura fácil» tiene muchas puntualizaciones que se escapan a quien no trabaja con ellos de manera habitual como es tu caso. He incorporado tus aportaciones a la entrada. Espero que ahora esté todo más claro y ajustado a matices.
Un saludo,