Lo que pasa en los cuentos donde no pasa nada

'Taxi', ca. 1957 © Saul Leiter

‘Taxi’, ca. 1957 © Saul Leiter

Me gustan esos cuentos donde no pasa nada. En realidad, son los únicos en los que todo se hace realmente visible: lo que ya ha pasado y lo que pronto va a pasar. Todo lo que no se cuenta se puede entrever, de forma misteriosa, cuando un escritor de raza maneja los silencios con sabia autoridad. A través del silencio, asoma en esos cuentos la certidumbre de lo que ya ha ocurrido, y también la certidumbre de lo que va a ocurrir. Y sin remedio.

Los cuentos donde no ocurre nada son cuentos fatales. Señalan, sin palabras explícitas, que la vida de los seres humanos se retuerce en medio de una marea irresistible de acontecimientos, que no hay paz en esa sucesión de corrientes y tormentas, y que resistirse a las fuerzas del destino es una tarea inútil. Querríamos algo de paz, pero ganarla, intentar ganarla, supone estar en guerra constante con el mundo, con los demás, con uno mismo.

(Pedro Ugarte, en “Antonio Pereira y 23 lectores cómplices” Eolas 2019. pag. 246)

Y a ti ¿te gustan los cuentos en los que no pasa nada?   ¿prefieres los  textos concisos y directos  a las peroratas floridas? ¿disfrutas con las historias en las que se hace presente lo insólito, el humor e incluso la socarronería? ¿Quieres leer  con nosotros algunos cuentos escogidos de  Antonio Pereira?

Entonces te espero  en  nuestro Club de Lectura, el lunes 11 de noviembre para abordar la guía  a la lectura de la obra  “Antonio Pereira y 23 lectores cómplices”. A las 19:00 horas, en la Biblioteca General San Isidoro de la Universidad de León.

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