Coloquio participativo de los socios: Babá Yagá puso un huevo

De nuevo, la tecnología nos ha permitido reunirnos y acercar posturas a todos los socios sobre Baba Yagá puso un huevo, —obra por unanimidad sentida como inmensa— en una de las sesiones más humanas y que mejor sabor de boca han dejado, trascendiendo las distancias espaciales y acercándonos un poco más. 

La crudeza con la que se retrata la vejez (ensañamiento, según algunos socios) de las mujeres que protagonizan la obra ha sido el principal motivo de debate, doloroso y exacerbado para algunos, realista y no problemático para otros, pero que, en definitiva, y como todos estamos de acuerdo, pone sobre la mesa un tema literario y artístico que, si bien se ha tratado como un tópico en relación con las mujeres que se reducía a la fealdad y a la abyección (no solo moral sino también física), genera en esta obra nuevas lecturas que entremezclan una visión crítica y con la dignificación sin idealismo de la ancianidad. Porque, como nuestros queridos José Antonio y Aurelio señalaban: ¿es la vejez sinónimo de sabiduría? Quizá este sea un tópico que, aunque mil veces repetido, impone una visión idealizada de la misma que supone que la experiencia aporta a los seres humanos las herramientas y la sabiduría necesarias para afrontar los problemas vitales de toda índole. La realidad se impone: en la madurez, como en cualquier momento de la vida, la experiencia no nos protege de la indefensión, ni de nada. La vejez lo único que da son años. Sin embargo, los personajes femeninos del cuento central parecen proponernos otra forma de envejecer, subversiva y transgresora sin sutilezas.

Cada parte de la obra ha sido leída con mucho deleite, pero han sido la segunda y la tercera (especialmente esta última, complementando a la anterior) las que más comentarios han generado, tanto por la interesante carga folclórica que nos aporta conocimiento, como lectores, como por el espíritu combativo y subversivo que se desprende de los personajes femeninos del cuento (he llegado a querer a estas viejas, a estas locas).

Respecto a la mezcla de géneros, de narradores, de voces y de tonos —de lo más destacable de la obra—, mecla tan habitual como en la vida misma, más que justificada es imprescindible, existiendo una total unidad entre la forma y el fondo, como un trasunto de la propia Baba Yagá y su naturaleza:, ser híbrido que parece un despropósito y que forma una unidad hechizante y horrenda al mismo tiempo. El metapersonaje de Aba, encarnación de la propia autora, parece entonces decirnos, como nuestra Amelia señalaba con certeza: mujeres del mundo, reivindicad vuestra condición a través de la palabra. Y la palabra es una espada, como la pluma de Baba Yagá, es el instrumento más poderoso para decir aquí estamos y no aceptamos las cosas como son.  

6 comentarios en “Coloquio participativo de los socios: Babá Yagá puso un huevo

  1. Carmen Rodríguez Campo

    Una de las cosas que se comentaron en el coloquio en relación con la vejez, entendida esta como última etapa de la vida, fue el hecho de que estas tres mujeres, estas tres moiras, dejaran entrever sus ganas de vivir, de gastar el dinero porque el dinero está para gastarlo y de posicionarse como ejemplo en cuanto al carpe diem, que todo joven debe aplicarse porque cada vez vivimos más en el futuro.
    En esa tercera parte, escrita tal y como si se tratara de un ensayo académico dedicado explícitamente a las brujas y su historia, he descubierto muchos guiños a la obra (guiños que hacen ver el oficio de la autora como profesora al intentar dar a sus lectores, a sus alumnos, algunas claves de lectura) y a nuestra propia realidad. Hay datos actuales (como el ejemplo que puse en el coloquio sobre el sida) que me ha sorprendido gratamente encontrar y creo que están muy bien explicados y justificados por la autora, porque aunque vivamos en una realidad tan «real», siempre encontraremos algo insólito. Obras como esta nos hacen ser más conscientes de que lo insólito está por todas partes.

    Responder
  2. Rocio Almanza Crespo

    En mi caso, no he entendido del todo el mensaje que quería trasmitir el libro, el cual conozco ya que se comentó en la reunión para compartir las impresiones sobre el libro en el club de lectura, sino no habría caído en muchas de esas impresiones y lecturas que los socios del club han hecho sobre el cuento. Por otro lado, la historia del libro en general, fuera de los mensajes transmitidos, me ha gustado a pesar de que no he conectado al cien por cien con la lectura y me ha dejado un poco fría. Me ha decepcionado un poco en este sentido, ya que esperaba más, por lo comentado en la guía a la lectura que se realizo en el club de lectura.

    Responder
  3. Nuria Rodríguez Mayo

    Durante los coloquios se ha hablado mucho de una parte importante de la obra que es la que yo quiero destacar en este comentario: la vejez femenina. A lo largo de la obra se nos dispone de diferentes formas y etapas la feminidad pero la parte que más me llamó la atención es la forma en la que la autora trata esa vejez femenina que hemos estado más acostumbradas a esconder y de la cual no se ha hablado tanto (el prototipo de la mujer siempre perfecta). Dubravka Ugrešić nos quita ese peso de perfección y nos permite envejecer con vitalidad y humor sin olvidar la crudeza del paso de los años.

    Por último, no quiero terminar el comentario sin dar las gracias a los socios, puesto que me han ayudado a aclarar y ver diferentes puntos de vista sobre la obra.

    Responder
  4. Sara Pol

    Al igual que Carmen tengo que aportar que una de las cosas mas comentadas de la sesión es la vejez de estas señoras que bajo mi punto de vista no es un problema ya que ellas dejan ver las ganas que tienen de vivir la vida, viven el día a día sin importarles nada y esto en ocasiones puede estar relacionado con la sabiduría ya que la experiencia aporta conocimientos a los seres humanos para afrontar los diversos obstáculos que pone la vida. Otro dato que me ha llamado la atención de la tercera parte es lo insólito que aparece por todas partes.

    Responder
  5. Inés Vega Martínez

    Sin duda alguna, este coloquio es el que más interesante me ha parecido ya que, en el libro, se puede ver la reflexión que se hace sobre la vejez y en esta puesta en común de ideas y diferentes perspectivas, la aportación de algunas personas resulta muy gratificante, ya sea porque en cierta medida se sienten identificados o por la reflexión que han hecho. Esta claro que la edad sí aporta conocimiento.

    Responder
  6. Alba Gamallo Rodríguez

    Este libro me ha sorprendido mucho. No conocía la historia de Baba Yagá, por lo que ha sido un maravilloso descubrimiento.
    Me ha gustado el hecho de que esa tercera parte fuese una especie de explicación, y que contase datos de las otras dos lecturas de las que no me había parado a pensar o había pasado por alto, como por ejemplo el collar que llevaba Beba o el significado del huevo.
    Aún así, la parte que más me gustó fue la segunda. La historia de las tres señoras me pareció emocionante. Me hizo ponerme en sus zapatos. El pasado de los personajes creo que es lo que más me llamó la atención. Me parecieron pasados muy duros, y por lo tanto, las considero mujeres muy fuertes, y que aunque hayan pasado por esas situaciones, ellas fueron capaces de superarlas y llegar hasta donde están ahora (después de una tormenta siempre sale el sol).

    Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *