Queridos míos:
Desde que comenzó tULEctura, todos los años traemos un relato como regalo y celebración de esta __________________ (rellénese según opinión propia) festividad de San Valentín. Cada uno tiene su opinión sobre la fecha, pero en lo que estamos todos de acuerdo es en que nada nos gusta más que una buena lectura.
Hoy disparamos al aire doce flechazos salidos de la pluma de una de nuestras lectoras, María de las Mercedes Azar, ganadora en 2019 del premio de la IV edición del Concurso de microrrelatos Unidos por Generaciones en su categoría de Público general con el relato titulado “Discrepancias”
A raíz de este premio nació la relación de María de las Mercedes Azar con nuestro blog, y continuó sus vínculos gracias al contacto frecuente al que nos obligaron las penosidades que, tanto la burocracia institucional, el servicio de Correos, el servicio aduanero argentino y las empresas de mensajería infligieron a la que se convirtió en una tarea titánica: hacer llegar el premio a manos de la ganadora. El hecho cierto es que nuestro -inicialmente obligado- trato mutuo se ha vuelto voluntario, personalizado y amistoso. Los caminos de Dios son inescrutables… 🙂
No sabemos mucho de ella, por eso buscamos alguna referencia sobre su biografía literaria:
“Es nula realmente. Tengo tres lectores, incluida yo misma. Mi escritura siempre ha sido lúdica, sin pretensiones de posteridad ni de público. […] Mi estilo es muy simple, casi silvestre, le diría. Y francamente no tengo ningún escritor de “cabecera”, aunque me encantan los microrrelatos de Sandro Centurión. Cuando sea grande, me gustaría escribir con esa sutileza […] ¿El arte de escribir microrrelatos? Diría que es el poder de síntesis que subyace en la profundidad de las apariencias. Lo no dicho tiene mayor fuerza y volumen que lo dicho” (Plaza de los poetas. 21 de octubre de 2017)
Pero vamos a lo importante: del carcaj de Mercedes Azar hemos elegido doce microrrelatos que arrojan amorosamente temas que nos son afines por nuestra querencia lectora a la filología y la literatura: son flechazos sobre poesía, sobre sintaxis, sobre tópicos literarios (como el Amor ferus, la Descriptio Puellae), sobre la creación del lenguaje, sobre su destrucción, ecos de Petrarca, de Cortázar…
Doce saetas, como doce rosas con espinas,… ¿Saldrás ileso?
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Primer flechazo
– Día de los enamorados –
2 copas. Vino blanco y cerveza. Frutillas y crema. 1 baguette. Queso azul y rúcula. 1 kilo de tira de asado. Lechuga y tomate. 3 flores rojas. Canasto y mantel. Preservativos. Cuerda y cinta de embalaje. Guantes de goma. Bolsas de basura. Pala. Bencina blanca. Encendedor. Quitamanchas.
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Segundo flechazo
– Sintaxis –
En la oración Juan abandonó a María una lluviosa noche de invierno, y sin tomar partido por uno u otra, no solo debemos analizar la acción del primero, cuyo papel en el asunto fue sustantivo, sino que hay que atender a la relación de adyacencia entre ambos miembros. Juan es el sujeto que nunca sujetó; María es el objeto que nunca objetó. Adoptó la típica actitud pasiva propia de los sujetos afectados ‒fue abandonada por Juan, comentaba por lo bajo todo el vecindario‒ y padeció sin chistar la acción de aquel. El resto fue apenas circunstancial.
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Tercer flechazo
– Deconstrucción –
«No es bueno que el hombre esté solo, decía; hagámosle ayuda semejante a él, decía…». Así rezonga Adán, entre dientes, mientras recorre con una pica y un rastrillo los senderos del paraíso, abarrotados de hojas de arce, de sicomoro y de higuera, harto de esta holgazana de Eva y de recoger sus prendas desparramadas por el camino.
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Cuarto flechazo
– Vertumnus –
De higos a brevas él la ve pasar, lozana y tentadora como una fruta prohibida. Mientras sueña con acariciar su piel de melocotón y morder sus pechos limoneros, imagina un beso de sus labios de fresa. Y cuando ella lo mira con esos ojos verdes, por Dios, verdes como la albahaca, verdes como el trigo verde y el verde limón, a sus pies se pondría de hinojos para jurarle amor eterno. Pero no se atreve por temor a que ella le dé calabazas. Atormentado por tanta desazón, el enamorado, rojo como un tomate, aborda a la bella con palabras dulces. Pero a ella esta pasión le importa un rábano; está de mala uva y le pone las peras al cuarto: “¡Vaya con el cabeza de membrillo!”. Y al caer del guindo, al pobre Arcimboldo el corazón se le rompe como una granada de amargura.
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Quinto flechazo
– Posmodernidad –
La bella durmiente sorteó los cien años de diferencia de edad que la separaban del príncipe con bótox, implantes de colágeno, siliconas, metacrilato, fijaciones dentales de titanio, ácido hialurónico, polietileno para pómulos, esteroides anabólicos, hidrogel y cementos de hidroxiapatita para otros rellenos, además de extensiones con tinte permanente. A él no le asombró el gradual rejuvenecimiento, pues en un cuento de hadas todo es posible, pero algo debe de haber sospechado cuando al morir, en vez de llevar su cuerpo al panteón real, la enterraron junto a las bolsas de nailon, las pilas, las latas y desechos tóxicos no biodegradables.
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Sexto flechazo
– Autocorrector-
Sé que para ti soy alguien insulto, enterrado en sí mismo. Pero me agravas tanto que quiero entrar en tu cosa, para fallar y crapular contigo hozando salvajemente. Te haré conocer las hieles de mi amor. Te abrasaré y te contaré mis histerias. Prometo cuitarte y ajarte sin descanso, amenazando la soledad de tus días. Desalmaré tus penas y te aterrarás a mí como a nadie, pues yo aventaré tus ilusiones despojando tus horizontes. Mis ojos de cabrón encendido te sogarán siempre adonde vayas, y créeme que si no puedo hacerte feliz, juro que te vejaré en paz.
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Séptimo flechazo
– Afijadurías –
Al principio me sedujo porque era original, ficcionista, dulcígeno, bohemiante, poetable, cordiforme, modernícola. Y como todo concienzurdo, por demás imagináceo, viscerante, diastólico, efusival, pasionativo y algo insolentador. Yo, que era indiestra, flemoide y obejtívica, me enamoré de él con locuridad, a pesar de mi ranciedumbre. Pero con el tiempo nuestras diferencias ideogámicas se volvieron incompatíbulas e irreconciliares. Insolvables. Pronto él se reveló como egolátrida, bastante tarúpido, obtúpodo, mostrenco y con todos los números para ser un gilipollante futurible. Una pena que no duráramos mucho, porque si bien al principio nuestro amor fue lenguáridamente creativesco, terminó siendo algo capulleto. Toxiforme. Dañívoro.
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Octavo flechazo
– La gema –
Nunca pudo, el febril poeta, olvidar su pasado de orfebre: frente a su cutis de marfil, sus ojos de esmeralda, sus lágrimas de diamante, sus labios de rubíes, sus cabellos de oro, sus dientes de perlas y sus pechos de nácar, sucumbió por fin al enorme valor de su amada y la vendió como alhaja.
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Noveno flechazo
– Poesía doméstica –
Lo amé, como una mancha de salsa de tomate ama al trapo de piso que la absorbe, se la lleva con él y estrujándose el alma con todas sus fibras, la hace desaparecer.
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Décimo flechazo
– De flor en flor –
Le encantaba andarse a la flor del berro y, por si fuera poco, era un picaflor. Tuvo amoríos con Rosa en la época en que deshojaba a Margarita, se ligó a Violeta, le echó los tejos a Hortensia mientras se liaba con Azucena, desfloró a Jazmín al tiempo que libaba de Dalia y se daba el lote con Lila. Hasta que conoció a Jacinto. Entonces, dejó a todas plantadas y ahuecó el ala con él.
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Undécimo flechazo
– Circunspección –
Para evitar las habladurías de los vecinos cotillas, acordaron separarse con la mayor de las discreciones, sin escándalos ni aspavientos. Pero cuando él con culposa suavidad cerró tras de sí la puerta yéndose para siempre, ella no pudo evitar que todo el edificio, toda la calle, el barrio todo escuchara el estrépito de su corazón haciéndose añicos al estallar en mil pedazos, y viera salir disparadas a los cuatro vientos las esquirlas de los cristales bañadas en sangre.
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Duodécimo flechazo
– Carta de bebidas –
‒ ¿El caballero qué va a tomar?
‒ La iniciativa y el toro por las astas.
‒ ¿Y la señorita?
‒ Precauciones y distancia.
‒ Excelente elección.
♥♥♥ 🙂
Los microrrelatos de esta escritora son maravillosamente maravillosos. Tienen una agudeza de ingenio increíble. El microrrelato gramatical es ¡¡¡ES-PEC-TA-CU-LAR!!!
Gracias Blog por este hermoso regalo!
Eso mismo nos parecen a nosotros 🙂
Muchas gracias a ti, por tu comentario
«Cuando sea grande, me gustaría escribir con esa sutileza […] » jajajaja! pero, Dios! ¿Cuántos años tiene esta maravillosa escritora?
He visto otros escritos de ella y son sensacionales. Siempre con un humor de alto impacto.
Buscando algo diferente para regalarle en San Valentín a mi amada compañera de vida, llegué a este Blog y me encantó.
Encontrarme con estos microrrelatos del más fino y ácido humor que uno pueda imaginar, y a sabiendas, que mi amada comparte ese humor, fue lo mejor que me pudo pasar: no tuve mejor idea que copiarlos con fotos ilustrativas incluidas (que por cierto, van como anillo al dedo; hermosas!) de imprimirlas y regalarle así, un microlibro. Le preparé unas hermosas tapas «a tono», lo empaqueté y se lo di.
Lo disfrutó de lo lindo; no paraba de reírse. Muchas gracias por publicarlos. Encontrar un humor así con esa altura y fineza hoy día, es, al menos para mí, muy difícil. El microrrelato de sintaxis…guau!… Palabras mayores!
Felicitaciones a María de las Mercedes y desde ya, que voy a seguir a este blog.
Por favor, publiquen más microrrelatos de esta autora.
Gracias nuevamente!
Es usted un romántico … Y lo que es mejor: un romántico lector. ¡Enhorabuena!
Mercedes escribe de lujo!! sus microcuentos son el regalo más preciado. Felicitaciones por publicarlos y por el excelente acompañamiento de imágenes!
Gracias por sus palabras. Muy de acuerdo con lo que dice sobre la autora. Un saludo
Excelentes los microrrelatos. Una publicación muy inteligente y original para esta fecha.
Enhorabuena!
Los microrrelatos de Mercedes son increíbles, sagaces, inteligentes, maravillosos, espectaculares. Es un placer leerlos.
Gracias por publicarlos.
«Sintaxis» es sencillamente un microrelato fantástico, sobresaliente, maravilloso y original. La capacidad que tiene esta autora para transformar en historia lo que a simple vista parece mundano, demuestra su excelencia literaria que va más allá de un microrelato. Un humor que combina lo simple con un gran contenido intelectual.
Sólo merece primeros puestos!!! Felicitaciones!!
Simplemente, irremplazable escritora. Debe ser una ferviente enamorada y conocedora de los síntomas más profundos del amor.