Todos los finales [de novelas y cuentos] son abiertos, porque no sabemos lo que le va a pasar a los protagonistas después, porque nos ofrecen una mirada limitada sobre las experiencias del personaje. Aun cuando acabe con la muerte también es un final abierto porque no sabemos qué hay más allá.
Incluso me cuestiono el mismo concepto de final abierto. Existe por oposición. Suponemos que es donde el personaje termina su recorrido y ofrece una solución al conflicto que presenta la obra. Pero todo es ficción: son personajes y no sabemos lo que les va a pasar después.
Aunque sí hay una intención en el final abierto que es dar una puerta al lector para que complete la historia. Pero no porque [el autor] ya la conozca sino porque la historia acaba ahí.
Ahora pienso en los cuentos del libro y creo que no son finales abiertos porque el personaje acaba su recorrido, completa su transformación. Como escritora, para mí esos finales están cerrados.
El 22 de noviembre de 2022 los socios del Club de lectura de la Universidad de León recibimos la visita de la escritora Ariadna Castellarnau, con quien conversamos sobre su obra «La oscuridad es un lugar»