Desde el siglo XVII la gente culta y acomodada gustaba de reunirse en sus salones para conversar sobre asuntos de letras. Lo elitista del encuentro venía acreditado por el hecho de que la invitación era el único modo de acceso, y ésta solo se remitía a quienes hubieran demostrado previamente una formación refinada.
Sin considerar a aquellas tertulias en los salones literarios un antecedente directo, sí podemos recordarlos para introducir el tema de los actuales clubes de lectura, pues estos no son en esencia sino un grupo de personas que se reúnen periódicamente para comentar un libro previamente leído, y ambos suponen un espacio para el diálogo y la reflexión.
La cultura anglosajona siempre ha sido muy amiga de los clubes de lectura, y aunque el término evoque inicialmente una idea algo anticuada de mujeres reunidas en tertulias con pastas y tazas de té, en la actualidad parece que estos clubes no sólo están de moda, sino que además, son una moda en expansión. A los lectores nos gusta compartir y discutir los libros que leemos, exponer nuestras opiniones, reflexiones y experiencias. Y las nuevas plataformas on line para lectores son el escenario perfecto para hacerlo.
Excluyendo la figura del moderador, estos grupos (presenciales o virtuales) se articulan de forma igualitaria, sin jerarquía en la participación de los miembros por muy heterogéneos que estos sean, y se rigen más por acuerdos que por normas, siendo el compromiso con la actividad la única exigencia requerida.
¿A qué puede deberse el auge de los clubes de lectura?
Las bibliotecas han cambiado
Tradicionalmente las bibliotecas han sido instituciones promotoras de este tipo de reuniones, y lo son más aun desde el replanteamiento de estas entidades como proveedoras de servicios más que de espacios y materiales, y como dinamizadoras de iniciativas de aprendizaje y desarrollo individual y social. En este sentido, el difuso concepto de la “animación a la lectura” que figura como uno de los objetivos clave de cualquier biblioteca, halla camino en la materialización a través del club de lectura y las actividades que le son propias. Con una visión más amplia del asunto, uno de los más profundos objetivos profesionales de las bibliotecas es el empoderamiento de sus usuarios, ayudando a las personas a tener vidas más plenas y haciendo que las comunidades y la sociedad en general prosperen, más aún en este momento social y económico tan crítico. En la actualidad es más frecuente encontrar una biblioteca luminosa, abierta a la sociedad y resonante de intercambios de opiniones que un vetusto edificio cerrado, muchas veces oscuro y lleno de silenciosos eruditos inclinados sobre textos polvorientos.
Los libros han cambiado
La irrupción del libro electrónico en el escenario lector facilita el acceso a la lectura en cualquier momento y lugar, a la vez que ofrece extras como imágenes, vídeos, sonidos, diccionarios, búsquedas y links. La lectura se enriquece con nuevos recursos, lo que supone una nueva manera de acercarse a los textos y se convierte fácilmente en un hecho social, pues los libros electrónicos ofrecen la posibilidad de compartir citas en las redes con solo un clic. Y además, de forma masiva, pues algunos dispositivos pueden llegar a almacenar más de 2.000 títulos en un objeto que apenas pesa 200gr.
La comunicación ha cambiado.
El contexto y los canales de la comunicación han variado. Las nuevas tecnologías y sus herramientas, las generalización del uso de Internet y de la llamada Web 2.0 brindan oportunidades más ágiles de intercambiar opiniones de forma flexible y cómoda, compartiéndolas en las redes sociales para un número no limitado de personas .
Los clubes de lectura se están trasladando al espacio virtual, donde han encontrado un medio óptimo para renovarse y ampliar su alcance. En ocasiones sirven de apoyo a un grupo de lectura presencial, pero paralelamente lo amplían con miembros que participan a través de la red sin limitaciones geográficas ni de horarios. Los clubes de lectura on line (blogs y plataformas específicas) favorecen la interacción entre escritores, lectores y editores: cualquiera puede dar su opinión, y a veces ésta es más fiable para otros lectores que la de ciertos sectores especializados cuya orientación puede tener motivaciones bien ajenas al placer de la lectura.
A pesar de que la lectura es, en principio, una actividad solitaria, compartirla e intercambiar recomendaciones y opiniones es un placer añadido. Y con este fin la web 2.0 ofrece gran cantidad de redes sociales y plataformas interesantes con utilidades equiparables. Advertencia: son todas las que están, pero no están todas las que son.
Goodreads, es una de las más destacadas (para algunos la número uno indiscutible). Aporta Información sobre nuevos libros, lectores con gustos afines, temáticas concretas… Entre otras curiosidades, tiene su propio premio a los mejores libros del año, con distintas categorías. La mayor parte de los títulos están en lengua inglesa, y el usuario puede puntuar, comentar y compartir las informaciones de la plataforma.
Lecturalia. cuenta con una enorme cantidad de información relacionada con libros, autores, premios literarios, listas de libros más leídos y mejor valorados, clasificación por temas. También ofrece un catálogo de libros electrónicos para comprar directamente desde la página y un blog con artículos relacionados. En su apartado de red social ofrece listados de los libros más comentados, autores destacados, usuarios que más leen, comentarios y reseñas.
Lectyo es la nueva red social creada por la Fundación Sánchez Ruipérez. Orientada a los lectores en castellano, trata de fomentar el interés por la literatura al margen de la industria, y desea hacer convivir lo profesional con la pasión por los libros, lo más serio con lo distendido. Permite publicar ideas, noticias, imágenes o vídeos, comentar las publicaciones de los demás, descargar eBooks sobre bibliotecas, edición digital, librerías, ilustración y otros temas que se irán incorporando. Actualmente están formándose grupos de debate sobre temas concretos: ilustración, literatura de viajes o de promoción de la lectura para familias o clubes de lectura virtuales. Hay una sección de noticias y una selección de asuntos para el debate, que pueden ser votados y comentados.
LibraryThing a pesar de su nombre está disponible en español, además de otros muchos idiomas (incluso latín). Cuenta con un buscador para encontrar el libro deseado y centra toda su atención en los comentarios de sus usuarios. Incluso hay una sección de grupos con aficiones, estilos o temáticas favoritas donde apuntarse para comentar como en un grupo de noticias. En la práctica, LibraryThing es más un foro que una red social, con temas o hilos donde comentar. Es muy útil para consultar opiniones sobre libros, autores o temas concretos y recomendar lecturas al resto de la comunidad.
Qué libro leo permite acceder a información sobre libros, autores, aplicar filtros, leer y añadir comentarios, encontrar títulos relacionados, votar las obras y compartirlas en las redes sociales.
Shelfari, se presenta como una alternativa a Goodreads y cuenta con el respaldo de Amazon con todo el poderío que conlleva el estar refrendado por la gran compañía de comercio electrónico. Ofrece la creación de una biblioteca virtual, el descubrimiento de nuevos libros, la conexión con otros usuarios y la recomendación de libros recientes o populares así como la creación de grupos de lectura.
Tú qué lees muestra listados de libros recién publicados, más leídos, de autores emergentes y listas de comentarios. Destaca su apartado de futuros lanzamientos. La sección de almas gemelas tiene en cuenta tus votaciones de libros leídos y las compara con los de otros lectores, mostrándote los nombres de los que tienen más coincidencias en gustos, muy útil para conocer gente nueva o para encontrar buenas recomendaciones de libros. Y todo ello para compartir.
Los lectores hemos cambiado
- Porque nos aburre que editoriales con estrategias de marketing y críticos literarios con devaneos endogámicos y onanistas nos indiquen lo que debemos leer. Preferimos recomendaciones más auténticas.
- Porque en los clubes de lectura se pueden escuchar ideas diferentes: ingenuas, sesudas, alternativas… Porque es uno de los pocos sitios donde se puede opinar (y discrepar) libremente sin temor a ser juzgado. Porque los asistentes no sólo escuchan al que habla, sino que lo hacen con respeto, entusiasmo e interés. Y eso sí es un cambio, para variar.
- Porque es muy barato: no se paga entrada y no necesita equipación,
- Porque (no sé si alguien lo habrá notado…) hay una especie de tendencia New Traditional que está muy motivada con la reivindicación y recuperación de lo hogareño y lo rematadamente clásico aunque de una forma renovada. Tras una jornada laboral frente al ordenador, algunos pasatiempos “vintage” funcionan como antídoto que re-equilibra el bombardeo tecnológico: la costura, el ganchillo, (¿quién ha oído hablar de los amigurumis?), el horneado de tartas y magdalenas, la encuadernación. Es ahí donde el concepto de club de lectura presenta su manifestación estética más “retro” y subversiva.
- Porque como personas vivimos variadas situaciones de cambio individual (nido vacío, jubilación, rupturas…) en las que podemos necesitar hacer cosas nuevas con gente nueva. Y un libro siempre es algo nuevo.
- Porque seguro que hay un club de lectura que se ajusta a nuestras ideas y gustos por muy originales que estos sean. Hay clubes dedicados específicamente a un género literario (ciencia ficción, novela negra, , cómic, cuento 😀 ), a la obra de un único autor; clubes que se reúnen en noches de luna llena, que combinan la lectura con la coctelería…
- Porque algunos clubes ambientan sus sesiones presenciales decorando la sala en consonancia con el libro que se ha leído: música, attrezzo, viandas, iluminación…
- Porque los clubes de lectura son muy versátiles y se acomodan sin conflicto a los gustos de sus miembros; como el de Las chicas del club Topless Pulp Fiction , que aúna libros y baños de sol en topless. Yo no digo nada, ahí lo dejo… (Me gustaría saber qué está pensando el señor de la izquierda de la foto; sería interesante saber qué opina del club de lectura; de momento, él ya cerró el libro y lo colocó sobre su regazo).
Y tú ¿qué opinas sobre los clubes de lectura? ¿participas en alguno? ¿cuál es tu motivación para asistir? Por favor, danos tu opinión: nos interesa.