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Guía a la lectura: La nostalgia de la Mujer Anfibio, de Cristina Sánchez-Andrade

Por Rosa María Díez Cobo

GUÍA DE LECTURA LA NOSTALGIA DE LA MUJER ANFIBIO Pincha en este enlace para ver la presentación elaborada por Rosa María Díez Cobo para los socios del Club de lectura de la Universidad de León.

CRISTINA SÁNCHEZ-ANDRADE 

Cristina Sánchez-Andrade

(foto tomada de la página Anagrama https://www.anagrama-ed.es/autor/sanchez-andrade-cristina-952)  

Cristina Sánchez-Andrade (Santiago de Compostela, 1968) es una de las voces más sobresalientes y originales de la literatura española contemporánea. Para su tercera novela, Ya no pisa la tierra tu rey (2004), Miguel Mora, en una entrevista en El País, sentenciaba: «Me temo que su novela no se parece a otra». Ese supuesto «temor» funciona como un elogio que se puede extender al total de la bibliografía de Sánchez-Andrade, una voz radicalmente singular. La autora recoge el cumplido con elegancia y retrotrae sus influencias a una genealogía de literatos con estilos únicos como Italo Calvino, Gabriel García Márquez, Julio Cortázar ―sus favoritos― y Thomas Bernhard o Herta Müller. 

Hija de madre inglesa y padre gallego, este doble legado cultural explicará algunas de sus inquietudes e influencias artísticasEs licenciada en Ciencias de la Información y en Derecho y compagina la creación literaria con la docencia universitaria, la traducción y con colaboraciones periodísticas en medios como El País y La Voz de Galicia. Estas últimas se dividen entre críticas literarias, crónicas de viajes y artículos de opinión sobre asuntos de actualidad. Todas ellas dejan buen testimonio de la rica constelación de intereses que posee la escritora. 

Cristina Sánchez-Andrade htransitado casi todos los géneros literarios poesía, cuento, novela, ensayo aunque, por cantidad y relevancia, es su novelística la que despunta dentro de su producción. La suyaen gran parte de sus narracioneses una prosa lírica, sensual, incisiva, patinada por una suerte de realismo que oscila, por momentos, entre lo mágico y lo hiperrealista. Con buena razón, se ha destacado de la autora su aguda capacidad de percibir la realidad minuciosa retratista de personajes únicos y su distanciamiento de las modas literarias. 

Si tuviéramos que destacar algo dentro de la producción narrativa de la autora, lo que a priori atrae más la atención es su predilección por recrear el universo rural gallego en muchas de sus obras más significativasPara dicha recreación bebe de múltiples fuentes, fundamentalmente de las orales y populares, pero también las históricas, pasando por los ecos de autores literarios de referencia en las letras galaicas como Rosalía de Castro, Valle-Inclán, Wenceslao Fernández Flórez, Rafael Dieste, Álvaro Cunqueiro o Carlos Casares, entre otros. Todo ello se suma a un rico entramado de influencias que pespuntean la obra de la autora y dialogan con corrientes literarias foráneas, como es el caso de sus paralelismos con el gótico sureño estadounidense, tan afín al peculiar cosmos de la escritora.  

Es esta ligazón con lo rural que hace erigirse a la autora como una de las máximas exponentes de la prosa de las «nuevas ruralidades» en la literatura gallega y española contemporáneas. A diferencia de muchos autores últimamente tildados de neorrurales, desarrolla un estilo inconfundible. Así, en sus obras más destacadas dentro de esta tendencia ―como son Las Inviernas (2014), La nostalgia de la Mujer Anfibio (2022) o la reciente Habitada (2025)―, y en algunos de los relatos del volumen El niño que comía lana (2019), visita el entorno aldeano gallego y lo sitúa históricamente, pero reinterpretándolo desde las vivencias íntimas de las voces más humildes o tradicionalmente relegadas del pueblo. No se trata, y en esto radicaría uno de los aspectos más loables y originales de la autora, de un ejercicio de añoranza, sino de un regreso a la ruralidad para transitar nuevas vías.  

Entre ellas, destaca en sus páginas la capacidad de dotar a la mujer rural de un protagonismo indiscutible, de hacerla narradora de sus tribulaciones, desde las más pedestres a las más profundas. Pero no se propone Sánchez-Andrade ajustar sin más cuentas con el pasado agrario galaico, sino insertarlo dentro de una evolución histórica global enlazándolo, certeramente, con nuestra contemporaneidad y, dotándolo, así, de un sentido ulterior que excede los límites de una ruralidad abandonada, vacía o vaciada.  

En efecto, las aldeas en sus narrativas son populosas, un hervidero de gentes lenguaraces, memoria de un tiempo quizá más feliz y próspero para la campiña. Pero no nos engañemos, la escritora no cae en sentimentalismos, sus pueblos no son arcadias felices, sino escenarios poliédricos donde vicios y virtudes son proyectados por igual: ni menosprecio de corte ni alabanza de aldea. Sánchez-Andrade es, quizá, el ejemplo más consistente y depurado del neorruralismo o las nuevas ruralidades en la literatura española ofreciendo, al mismo tiempo, una excelente muestra de las posibilidades de renovación y enriquecimiento de dicha tendencia más allá de los senderos narrativos más transitados. 

CRISTINA SÁNCHEZ-ANDRADE: OBRAS Y RECONOCIMIENTOS

La producción literaria de nuestra autora es extensa y ha sido traducida al inglés, portugués, italiano, polaco y ruso.

Novelas:

  • Las lagartijas huelen a hierba (1999). (Reeditada en 2024) 
  • Bueyes y rosas dormían (2001) 
  • Ya no pisa la tierra tu rey (2003). Premio Sor Juana Inés 2004 
  • Alas (2005) 
  • Coco (2007) 
  • Los escarpines de Kristina de Noruega (2010). Finalista del Premio Espartaco de Novela Histórica 
  • El libro de Julieta (2010) 
  • Las Inviernas (2014). Finalista del Premio Herralde de Novela, PEN Award para la Traducción y PEN Award para la Promoción 
  • 47 trocitos (2015) 
  • Alguien bajo los párpados (2017) 
  • La nostalgia de la Mujer Anfibio (2022) 
  • Habitada (2025) 

Libros de relatos (aparte de otros relatos publicados en volúmenes colectivos): 

  • El niño que comía lana (2019). XVII Premio Setenil al mejor libro de relatos 

Poesía: 

  • Llenos los niños de árboles (2019) 

Ensayo: 

  • (en co-autoría con Alberto Echavarría) Escribir un árbol, plantar un hijo y tener un libro (2020) 
  • Fámulas (2022) 

Además de los arriba incluidos, la autora ha recibido también los siguientes galardones: 

  • Premio Nacional Cultura Viva en la categoría «Narrativa» (2017). 
  • Premio Internacional Julio Camba de Periodismo por el artículo «En manos de Dios» en La Voz de Galicia (2019). 

 

CRISTINA SÁNCHEZ-ANDRADE POR ELLA MISMA Y A TRAVÉS DE LA MIRADA DE OTROS

Aquí puedes explorar enlaces que te ayudarán a pergeñar una visión más completa de la autora y de sus trabajos:

Sobre La nostalgia de la Mujer Anfibio:

Sobre otras obras de la autora:

LA POÉTICA DE CRISTINA sÁNCHEZ-ANDRADE

Trabajadoras del rural gallego

«Conserveiras». Fotografía perteneciente a la serie «Facedoras de Bueu», de Mar Caldas. (En El País https://elpais.com/gastronomia/2025-10-09/percebeiras-conserveiras-regateiras-un-tributo-a-las-trabajadoras-del-rural-gallego-con-guinos-a-maruja-mallo.html).

La prosa de Cristina Sánchez-Andrade es rica en temas y matices. Aquí vamos a intentar sintetizar algunos de ellos para orientar nuestra lectura de La nostalgia de la Mujer Anfibio: 

  • en casi la totalidad de la obra de la autora late un aliento telúrico, de conexión no solo con la tierra, las plantas y los animales, es decir, su aspecto más físico sino, también, en su sentido figurado, con lo ancestral, las raíces, los legados, la memoria; 
  • esta reivindicación del terruño se plasma con la aparición recurrente de entidades naturales que vuelven una y otra vez en sus distintas narraciones como son, por ejemplo, entre otras muchas, los murciélagos, las berzas, las algas 
  • unido a lo anterior, su narrativa es una exhaustiva búsqueda de un lenguaje propio, acompasado al latir del terruño. De ahí nace un lirismo sensual con texturas sinestésicas que fusiona sensaciones y sentidos en sus narraciones; 
  • con algunas excepcionescasi todas sus tramas se sitúan en territorio rural o en ámbitos aldeanos y, en especial, en el rural gallego más tradicional o en trasuntos de este. El gran conocimiento que Sánchez-Andrade posee de este espacio contribuye al detallismo de las descripciones, de los espacios, de las situaciones y de los personajes;
  • el acercamiento a este territorio narrativo es siempre caleidoscópico, no se trata de visiones idealizadoras del agro, pero tampoco estigmatizadoras, sino complejas, con múltiples dobleces, mostrando todas las posibilidades de las relaciones y sentimientos humanos, combinando, a menudo, lo sórdido y mezquino con lo tierno y entrañable; 
  • en su inmensa mayoría, los protagonistas de las obras de la autora son femeninos. En distintas situaciones y localizaciones, sitúa la autora a decenas de mujeres a las que retrata con una gran meticulosidad psicológica a través de diálogos y descripciones. Se trata de féminas de extracción humilde, pero no por ello menos indómitas, valedoras de sus familias y hogares y, pese a las múltiples adversidades, tremendamente poderosas. Por sus líneas se desliza todo un espectro de seres femeninos con distintas ocupacionesmeigas, pescadoras, labriegas, costureras, cocineras… 

Las Inviernas

(foto tomada de la páginhttps://www.anagrama-ed.es/libro/narrativas-hispanicas/las-inviernas/9788433997746/NH_527 ).

  • esto no es óbice para que sus personajes masculinos estén retratados también con gran meticulosidad y, de hecho, si por algo sobresalen los núcleos rurales que dibuja la escritora es por su carácter de personaje colectivo, comunidades ricas en tipologías humanas; 
  • en este último sentido, destacan las personalidades estrambóticas, excéntricas como una estrategia más para dotar a los núcleos humanos que compone de esa variedad y colorido humano; 
  • también en la composición de sus personajes destaca su perfilado a través de duplicidades; es frecuente la presencia de tándems de protagonistas con interacciones siempre muy estrechas y complejas; 
  • Sánchez-Andrade trabaja el humor y la ironía con especial habilidad y perspicacia en todas sus narrativas; en todas sus obras emergen en numerosas ocasiones como un revulsivo contra la sordidez o como una forma de sátira social. De la mano de este aspecto, camina el recurso a la hipérbole, el grotesco y la deformación paródica; 
  • con enorme maestría, en sus narraciones, la autora bordea varios géneros literarios hilvanando realismo, costumbrismo, fantástico, realismo mágico, pero configurando una suerte de mezcolanza propia, original, que no coincide exactamente con ningún género, pero contiene guiños a varios de los mencionados; 
  • aunque algunas de sus narraciones no acontecen en cronologías específicas, en muchas de ellas sí se realiza un encuadre temporal, generalmente con preferencia por la primera mitad del siglo XX y las primeras décadas de su segunda mitad. Los hechos históricos a los que se apunta en los textos a menudo acompasan la evolución de los personajes y sus situaciones; 
  • accionando estos y otros resortes la autora despliega una enorme maestría en la composición de un cosmos rural que, leídas varias de sus novelas, adquiere un aire de familia, conforma un tapiz donde cada hilo, cada mimbre, es parte de un todo orgánico. 

LA NOSTALGIA DE LA MUJER ANFIBIO

INFORMACIÓN CONTENIDA EN LA CONTRAPORTADA (Anagrama, 2022)

La nostalgia de la Mujer Anfibio

La anciana Lucha está a punto de morir asesinada por su marido ante la mirada atónita de su nieta. El origen del rencor acumulado durante décadas se remonta a la madrugada del 2 de enero de 1921. La joven Lucha vivió el naufragio del vapor Santa Isabel en la bocana de la ría de Arousa, frente a la isla de Sálvora. Mientras los hombres celebraban la llegada del año nuevo, las mujeres se enfrentaban solas al rescate de los náufragos lanzándose al mar con sus dornas. Fueron consideradas heroínas, pero también se escucharon rumores acerca de comportamientos no tan épicos, en los que convivían la codicia y el pillaje. Aquella noche Lucha acudió a la playa vestida de novia: arrastraba su larga cabellera, y dejó que la confusión la condujese frente un náufrago desnudo pero tocado con un sombrero de copa. ¿Quién era? ¿Un músico inglés o la encarnación del diablo? ¿Por qué Lucha acabó desnuda como él? Lo que sucedió aquel día marcará su vida, la de su hija y también la de su nieta. 

La combinación de un hecho histórico de enorme repercusión en su día, con la ficción permite a Cristina Sánchez-Andrade hacer un singular recorrido por tres generaciones de mujeres de una pequeña comunidad pesquera llena de personajes memorables (como el enigmático hippie Stardust, o la mojigata Jesusa). Una vez más, la autora mezcla con pericia el realismo más crudo con el delirio surreal, convocando certeros aromas del tremendismo de Cela, el realismo mágico de Cunqueiro y el esperpento de Valle-Inclán. El resultado es una novela fascinante: una reflexión sobre la memoria en la que intervienen secretos y celos, la culpa colectiva y el deseo femenino; un desafío al lector, escrito con una destreza técnica y una prosa excepcional, capaz de crear un juego hipnótico que no concluye hasta la última página. 

ESTRUCTURA, CONTENIDO Y CUESTIONES PARA EL DEBATE

La nostalgia de la Mujer Anfibio tiene la capacidad de condensar en su título lo que podría ser un perfecto resumen de la novela. Se articula como un extendido flashback por el que Lucha Amorodio, la protagonista, ya en un momento crítico de su vejez, revive los hechos acaecidos en su isla de Sálvora natal a raíz del hundimiento del vapor Santa Isabel y del naufragio de su tripulación. Entre los desafortunados, un pasajero inglés que se encontrará fortuitamente con una joven Lucha y provocará en ella una vivencia efímera pero intensísima y que será el arranque de esa «nostalgia» que la asediará por el resto de su vida.  

La narración es una reivindicación del dicho de Carl Jung «la vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir», que Sánchez-Andrade introduce como uno de los epígrafes de la novela. Pero también es un alegato, como muchas otras de sus novelas, del testimonio acallado de los humildes, especialmente de las mujeres; la novela dignifica y enmarca la leve huella de quien atraviesa este mundo por sus márgenes. En esta obra Cristina Sánchez-Andrade recupera vidas en apariencia mínimas y las hace resonar con su destreza literaria. 

La novela se divide en dos extensas partes a su vez parceladas en un número desigual de capítulos. Ambas secciones recorren periodos vitales e hitos de la historia de Galicia y España.  

«Figuras» (1937). Maruja Mallo. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. (En El País https://elpais.com/gastronomia/2025-10-09/percebeiras-conserveiras-regateiras-un-tributo-a-las-trabajadoras-del-rural-gallego-con-guinos-a-maruja-mallo.html) 

Aquí tienes algunas cuestiones que te pueden ayudar a enfocar mejor tu acercamiento al texto: 

  1. Más arriba me he referido al epígrafe de Carl Jung, ¿cómo conecta con la novela el segundo de ellos de Ana María Matute?
  2. ¿Cómo definirías el estilo de la obra?  
  3. ¿Si tuvieras que adjudicarle un género o géneros a la narración, cuáles sería/n? 
  4. ¿Os ha parecido sugerente la estructura de la obra, con la larga retrospectiva que proyecta? 
  5. ¿Qué te han sugerido los sucesos de carácter fantástico como la epidemia de olvido que inocula la meiga entre la población de Sálvora? 
  6. ¿Cómo interpretas el protagonismo femenino dominante en la obra y la recreación de una saga familiar de mujeres? ¿Qué papel juega cada una de ellas ¿Lucha, Purísima de la Concepción y Cristal― y que podrían simbolizar? 
  7. ¿Y qué te parecen los personajes masculinos? ¿Cómo valoras el retrato de Manuel, el marido de Lucha? 
  8. ¿Qué te sugieren caracteres excéntricos como Purísima de la Concepción, Ollomol o Ziggy Stardust, entre otros? 
  9. ¿Cómo consigue Sánchez-Andrade perfilar el retrato de sus personajes? 
  10. ¿Qué aportan los diversos encuadres históricos que se introducen en la obra? ¿Te parecen efectivos? 
  11. La presencia del elemento natural, animales, plantas, mar, tierra, son esenciales en el paisaje rural que esboza la autora. La relación de los seres humanos con la naturaleza también es primordial, no en vano nuestra protagonista es «anfibia», ¿qué aporta esta coalición entre naturaleza y sociedad en la obra? 
  12. ¿Hay alguna escena donde el uso del humor te haya parecido más destacado? 

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(foto tomada de la página Wikipedia  https://es.wikipedia.org/wiki/Cristina_S%C3%A1nchez-Andrade#/media/Archivo:Cristina_S%C3%A1nchez-Andrade_(copyright-_Mar%C3%ADa_Gaminde).jpg