Jethro Tull (Thick as a Brick) 1972

En 1971, el grupo de rock británico Jethro Tull tuvo su mayor éxito en todo el mundo con el LP “Aqualung”, que los críticos describieron como un álbum conceptual sobre la religión, a pesar de que el líder Ian Anderson negó que el disco estuviera destinado a ser como las clásicas Suites del rock progresivo que se habían hecho cada vez más populares a principios de los setenta.

El mito dice que Anderson estaba enojado por este error: “No estoy enojado, no”, explicaba casi cuatro décadas después. “En realidad estaba ligeramente irritado e  irónicamente divertido”. Por mucho que insistiera en que “Aqualung” no era un álbum conceptual, los medios de comunicación todavía persistían en tratarlo como tal. Parecían creer que todo el disco era una crítica de la religión: “La verdad era que tres o cuatro canciones estaban vinculadas a cuestionar la naturaleza de la religión. Pero el resto eran canciones independientes”. Así que, con este panorama pensó: “OK, no sólo vamos a hacer un álbum conceptual real, sino que vamos a hacer que sea la madre de todos los álbumes conceptuales”.

Entonces Anderson decidió expresar sus sentimientos acerca de los álbumes conceptuales y del prog-rock en general a través de la parodia, grabando un álbum llamado “Thick as a Brick”. Vendió millones de copias, pero su ingenio es tan seco y tan sutil que muchos no se dieron cuenta de  la broma.

Jethro Tull en 1972. Ian Anderson es el 2º por la Izquierda.

La piedra angular de la obra fue un poema, escrito presuntamente por Gerald Bostock, un niño de 8 años de edad, reciente ganador de un premio de poesía que le es retirado cuando se comprueba que ha dejado embarazada a una chica de 14 años. Sin embargo, este es un personaje totalmente ficticio, creado por Anderson. A pesar de los intentos a lo largo de los años de descubrir la verdadera identidad del niño poeta, la verdad es que Bostock no tiene conexión con nadie del pasado de Anderson.

“Si, hay un elemento autobiográfico en lo que escribí. Cuando era niño, yo era un poco rebelde. La mayoría de mis compañeros aspiraban a ir a la escuela primaria, convirtiéndose luego en parte de la sociedad más convencional. Eso nunca me atrajo. Yo era el tipo de niño que le gustaba pasar el tiempo observando la vida  y luego analizándola. También me encantaron las historias de ciencia ficción de la época (la década de los cincuenta), porque hablaban de un futuro diferente y emocionante. Así pues, dibujé esto para el carácter de Gerald Bostock. Pero él mismo es una ficción”.

Finalmente, en diciembre de 1971, la banda entró en los Morgan Studios en el noroeste de Londres y, bajo la producción del propio Anderson, grabó el álbum (que es una composición dividida en dos movimientos) durante un período de quince días, incluyendo el Mezcla.

Las cubiertas y el interior del disco de vinilo fueron diseñados imitando un diario de un pequeño pueblo, el “St. Cleve Chronicle & Linwell Advertiser”, en el cual se incluye la letra de la canción y diversas noticias y pasatiempos típicos de un periódico local. Algunas de las noticias, creadas por Anderson, son absolutamente delirantes. Es recordado el pasatiempo de unir los puntos, dando como resultado una mujer desnuda.

Musicalmente, “Thick as a Brick”es una joya de una belleza imperecedera, sencilla y compleja a la vez (el propio Anderson admitía que le resultaba más fácil componer una obra así que un conjunto de canciones al estilo convencional), y por supuesto, una de las más grandes obras de la historia del Rock.

“Solo en los últimos tiempos he apreciado la complejidad de la música”, admite Anderson. El álbum consta de una sola canción que ocupa todo el disco, dividida en dos partes a causa de las limitaciones del vinilo original. A pesar de lo larga que pueda parecer, la atención en ningún momento decae. Cada nueva parte que suena es vigorosa, capta nuestra atención y nos introduce en el siguiente segmento. Destacable en este álbum es posiblemente la repetición. Pequeñas variaciones que permiten darle un nuevo énfasis emocional a cada momento y una perspectiva diferente a la estructura.

La estructura musical de varias de las partes que van emergiendo cíclicamente es más propio de una sinfonía clásica que del rock. El número de instrumentos que van interviniendo a lo largo de todo el disco de 43 minutos se hace incontable, incluyendo, aparte de los instrumentos tradicionales del rock, xilófonos, órgano Hammond, violines e, inevitablemente, la flauta de Anderson; sin embargo, este disco, a diferencia de los anteriores, incluye como instrumento principal los teclados.

A base de querer parodiar y mostrar los excesos del rock progresivo, Ian Anderson creó uno de los álbumes fundamentales del género.

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