Si quiere que algo se haga bien, no lo haga solo: contrate a un profesional. Esa era la mentalidad predominante entre los productores de discos a principios de los años 60, especialmente cuando se trataba de hacer éxitos. La música pop en Estados Unidos había llegado a un punto álgido cuando los Beatles cruzaron el charco, y la presión era constante para seguir entregando éxitos ante el avance de la «invasión» británica. La emotiva voz de Sam Cooke, el encanto de Diana Ross o el Muro de sonido de Phil Spector podrían ser un éxito en esos días, pero el éxito de una canción depende tanto de los compositores e interpretes, como de los músicos de sesión que trabajaron incansablemente entre bastidores.
Para la mayoría de las fechas de grabación, la primera llamada se reservó para los músicos que habían establecido una reputación de ser confiables, versátiles y sólidos en su instrumento. En Los Ángeles, surgió un colectivo informal de unas pocas docenas de jóvenes y hambrientos músicos de jazz, procedentes de la floreciente escena de clubes nocturnos de la ciudad, que más tarde fue bautizado como «The Wrecking Crew» («equipo de demoliciones») por el baterista Hal Blaine.
Carol Kaye era una de esas aspirantes, y aunque para algunos podría ser un poco exagerado llamarla la gran olvidada del apogeo de la industria musical en la Costa Oeste, ella hace tiempo que debería tener un reconocimiento más amplio. Sus líneas de bajo han impulsado canciones clásicas de los Beach Boys, Simon & Garfunkel, Joe Cocker, Frank Sinatra (y su hija Nancy), Ray Charles, Lou Rawls, Glen Campbell, Barbra Streisand, Sonny & Cher y los Monkees, por nombrar unos cuantos. En los años 60 y 70, Kaye también fue la bajista de numerosos productores de discos y compositores de bandas sonoras, entre ellos Quincy Jones, Michel Legrand, Phil Spector, Lalo Schifrin, Jerry Goldsmith, Henry Mancini y Billy Goldenberg. Ella ha tocado en miles de grabaciones (se calculan unas 10.000 sesiones), y eso sin contar los años de trabajo como guitarrista, que fue la forma en que comenzó en 1957, en una sesión para Sam Cooke. En ese momento, ella tenía apenas 21 años.
Nacida en 1935 en Everett, Washington. Kaye creció en una familia muy musical: su padre era un trombonista que actuaba con bandas de jazz, mientras que su madre tocaba el piano profesionalmente. En 1942, la familia se mudó a Wilmington, California. Cuatro años después, los padres de Kaye se separaron, pero su madre pudo ver que Carol, de 11 años, estaba inclinada musicalmente, así que le compró una guitarra. Kaye tenía una aptitud natural para el instrumento. Su madre la animó a tomar clases de guitarra con el guitarrista Horace Hatchett.
El aprendizaje de Kaye le dio una base sólida en los rudimentos del jazz, desde Charlie Christian hasta Django Reinhardt. Siendo muy joven, ya estaba tocando jazz de forma semiprofesional. Huelga decir que era inusual que una mujer estuviera sentada codo con codo con experimentados músicos, en lo que era ampliamente aceptado como un «negocio de hombres».
Su ilustre carrera como músico de estudio comenzó en 1957 con la oferta del productor Bumps Blackwell, y fue el momento que le cambió la vida. Su primera sesión fue con Sam Cooke. Las habilidades musicales de Kaye, así como su habilidad para tocar bien con otros, le abrieron la puerta a grabaciones constantes y su ascenso a ser la primera a quien llamaban.
La transición de Kaye a tocar el bajo ocurrió en 1963, cuando reemplazó a un músico que no se presentó a una sesión. El bajo Fender Precision, dijo una vez en retrospectiva, «no era un gran instrumento, pero obtenía un sonido que ningún otro instrumento le daba». «No era un instrumento de jazz, pero fue excepcional para ese momento», dice ella. «Obtuvo un gran sonido en el estudio para el rock & roll y la música pop».
Entre los miles de éxitos en los que Carol contribuyó con su bajo a lo largo de los 60 y los 70, podemos encontrar: “California girls”, “Help me Rhonda”, “Sloop John B” y “Heroes and villains” de The Beach Boys; “I’m a believer” de The Monkees; “River Deep, mountain high” de Ike & Tina Turner; “Somethin’ stupid” y “These boots are made for walking” de Nancy Sinatra y “Light my fire” de The Doors, entre muchos otros temas de gran variedad de artistas.
En 1969, Kaye estaba exhausta. Estaba harta de beber varias tazas de café malo todos los días, y la música comenzó a sonar como «cartón». Para entonces, Kaye había creado una editorial para lanzar su libro, «How to Play the Electric Bass». Ella todavía trabajaba en el estudio, pero fue principalmente para trabajos en bandas sonoras, Cada vez más, las bandas de rock sentían que tener otros músicos tocando en sus álbumes no era auténtico. Quizás la más famosa fue con Lalo Schifrin, «Misión imposible», que sigue siendo una explosión icónica de la cultura pop de los años sesenta. También contribuyó a la banda sonora de Schifrin en «Bullitt», recientemente revisada en este espacio.
The «Wrecking Crew» con Carol Kaye en una Sesión de Grabación.
A finales de los 70, Kaye dejó el trabajo en los estudios por sufrir artritis, pero siguió tocando en grupos y enseñando. En su web oficial ha recopilado más de 150 consejos para bajistas. Habla sobre ritmo, improvisación, instrumentos, consejos. Deberían hacer un libro con todos ellos.
Carol Kaye ha sido, y es muy respetada por sus compañeros. Paul McCartney ha hablado de lo mucho que le influenció su bajo melódico en «Pet Sounds», mientras que Sting dijo que aprendió a tocar el bajo en uno de los libros que Carol escribió sobre el tema.
Mientras que el trabajo de Kaye solo para los Beach Boys, podría consolidarla en un lugar de honor en la historia del rock & roll. Su discografía en el tramo de 10 años entre 1963 y 1973 es tan vasta, que linda con lo sobrehumano.
A continuación, la propia Carol Kaye selecciona lo que considera que son sus 10 mejores grabaciones. «Este es un gran lote de canciones, pero podría tener una lista completamente diferente la próxima semana», enfatiza. «Ya sabes cómo es: enciendes la radio y oyes algo y dices: ‘¡Ah, sí! toqué en esa grabación. Es una buena canción».
The Beach Boys (Sloop John B) 1966
Nancy Sinatra (These Boots Are Made for Walkin’) 1966
Ray Charles (America the Beautiful) 1972
Ray Charles (In the Heat of The Night) 1967
Glen Campbell (Wichita Lineman) 1968
Lou Rawls (A Natural Man) 1971
Barbra Streisand (The Way We Were) 1973