Cuando se publicó «Nevermind» en septiembre de 1991, Nirvana cambió para siempre el rock y empujó al genio responsable de su creación, al resplandor de un mundo del espectáculo para el que no estaba preparado. La historia de Kurt Cobain terminó en tragedia menos de tres años después. Incapaz de manejar su fama, en conflicto con las expectativas que tenía de sí mismo y de las que sentía que otros tenían de él, se suicidó en abril de 1994. Pero antes de su muerte, Nirvana lanzó otro álbum de estudio, «In Utero». El pasado 21 de septiembre se cumplieron 25 años de su publicación.
A pesar de que fue un éxito comercial inmenso, los tres miembros de Nirvana habían expresado su insatisfacción con la pulida producción de «Nevermind». Con esto en mente, la producción de «In Utero» se redujo considerablemente y se grabó en solo dos semanas. Producido por Steve Albini, el álbum suena crudo y abrasivo. Fue casi rechazado por el sello del grupo DGC. Finalmente la banda contrató a un productor secundario para hacer cambios menores en los dos singles del álbum. Aún así, el álbum se instaló inmediatamente en la cima de las listas de álbumes tras su lanzamiento, y desde entonces ha recibido cinco discos de platino.
La banda originalmente quería grabar durante el verano de 1992, pero una serie de circunstancias lo hicieron imposible. En octubre de 1992, grabaron varios temas instrumentales durante una sesión en Seattle con Jack Endino, quien había producido el álbum debut del grupo en 1989, «Bleach». En enero de 1993, el grupo grabó otro conjunto de demos durante una gira por Brasil. Usando estas demos, junto con otro material compuesto ya en 1990, Albini y los miembros de la banda decidieron imponerse un plazo de dos semanas para grabar y pagaron las sesiones de su propio bolsillo para limitar las interferencias de la discográfica.
Nirvana tocando en el especial «MTV Live and Loud» (Diciembre 1993)
Fotografía de Jeff Kravitz
Casi todo en «In Utero» es una reacción a «Nervermind»: las letras son a veces confusas y furiosas, atrapadas en la confusión que viene con la fama, mientras profundizan en asuntos personales. Incluso su pista más pop, el single «Heart-Shaped Box» tiene un tono de guitarra sucio y pesado y un solo disonante. Todo gracias al productor Steve Albini.
Albini fue elegido para producir «In Utero» específicamente porque era lo opuesto de Butch Vig, su anterior productor. Albini, mediante diferentes métodos, aparentemente más simples, logra una producción más seca y austera: micrófonos bien ubicados, habitaciones espaciosas con buena acústica y un empeño en emular el sonido en vivo. Incluso con pistas vocales adicionales, cuerdas y sobregrabaciones de guitarra, el registro aún suena crudo.
Como álbum, está lejos de la escucha suave y brillante de su predecesor. Cobain quería demostrar su valía a sí mismo, casi arrepentirse del éxito anterior, porque consideraba que se había vendido. También quería continuar criticando a los universitarios pijos, a los garrulos blancos y a los yuppies que conducían coches de importación, y que se habían sentido atraídos por «Nevermind». Él era un producto del underground musical. «In Utero» aborda esto con éxito.
Krist Novoselic, Kurt Cobain y Dave Grohl (Nirvana)
Quería sentir que no había traicionado a su público o que les despreciara. Necesitaba convencerles que había sido algo coyuntural, la masiva llegada de nuevos fans de la banda que solo conocían «Nevermind». «In Utero» es una instantánea, un vistazo al alma de un hombre en permanente lucha consigo mismo. En última instancia, sería una especie de epitafio
Pero toda la influencia revolucionaria que Nirvana representó como fuerza musical pura, el talento compositivo y la tormentosa personalidad de Cobain fueron la verdadera clave de su gran éxito, y la verdadera razón por la cual su legado continúa, siendo diseccionado y recordado mucho después de que el resto de sus contemporáneos del «Grunge» cayeran en el más absoluto de los olvidos.