En el año 2013, la Academia Sueca otorgó el premio Nobel de literatura a la escritora Alice Munro a la que calificó como «la maestra del cuento contemporáneo».
Adoraría escribir ahora una novela, pero el cuento resulta la forma en la que me siento cómoda. Yo siempre pensé que iba a ser novelista. Me decía que cuando mis chicos fuesen grandes y yo tuviese más tiempo para escribir novelas, iba a hacerlo. El cuento estaba puramente determinado por el largo de las siestas de mis hijos. Pero después resultó que ésa fue la manera en la que aprendí a escribir y ya no pude hacer otra cosa. (A.M. 2009)
La autora: Alice Munro.
Alice Ann Laidlaw nació en un pequeño pueblo de Ontario, Canadá, en 1931. Hija de un granjero y una maestra de escuela sus primeros años transcurrieron en una época de depresión económica y un ambiente rural que resultaron ser decisivos como trasfondo de gran parte de sus relatos. A los 18 años marcha a la Western University de Ontario, donde inicia sus estudios de inglés y periodismo; un par de años después los abandona para casarse con Michael Munro. Viven en Vancouver desde 1951 a 1963, año en que se mudan a Victoria, donde fundan una librería.
«Danza de las sombras felices (Título original: Dance of the Happy Shades, 1968) es la primera de sus recopilaciones de relatos; está compuesta por quince cuentos escritos entre 1953 y 1967, que la hacen merecedora del Premio del Gobernador General, el más prestigioso de su país. En ese título ya están presagiados temas y estrategias narrativas de lo que será su quehacer literario.
Tras divorciarse en 1972 y regresar en 1974 a Western University como escritora residente, contrae de nuevo matrimonio en 1976 con Gerald Fremlin y ambos se mudan a una granja. Su segundo marido muere en abril de 2013. Alice Munro vive actualmente en Clinton, cerca de su ciudad natal, en el sudoeste de Ontario.
Aunque en 2006 Munro anunció su retiro como escritora; ha publicado dos libros desde entonces («ya no sirvo para una vida normal: he escrito tantos años que no sé hacer nada más») .
Estas son sus obras publicadas en castellano:
- Las lunas de Júpiter / traducción de Esperanza Pérez Moreno. – Barcelona : Versal, 1990. – Título original: The Moons of Jupiter (1982)
- El progreso del amor / versión castellana de Flora Casas. – Madrid : Debate, 1990. – Título original: The Progress of Love (1986)
- Amistad de juventud / traducción de Esperanza Pérez Moreno. – Barcelona : Versal, 1991. – Título original: Friend of My Youth (1990)
- Secretos a voces / versión castellana de Flora Casas. – Madrid : Debate, 1996. – Título original: Open Secrets (1994)
- El amor de una mujer generosa : relatos / traducción de Javier Alfaya Bula, José Hamad, Javier Alfaya McShane. – Madrid : Siglo XXI de España, 2002. – Título original: The Love of a Good Woman (1998)
- Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio / traducción de Marcelo Cohen. – Barcelona : RBA, 2003. – Título original: Hateship, Friendship, Courtship, Loveship, Marriage (2001)
- Escapada / traducción de Carmen Aguilar. – Barcelona : RBA, 2005. – Título original: Runaway (2004)
- La vista desde Castle Rock / traducción de Isabel Ferrer y Carlos Milla. – Barcelona : RBA, 2008. – Título original: The View from Castle Rock (2006)
- Demasiada felicidad / traducción de Flora Casas. – Barcelona : Lumen, 2010. – Título original: Too Much Happiness (2009)
- La vida de las mujeres / traducción de Aurora Echevarría. – Barcelona : Lumen, 2011. – Título original: Lives of Girls and Women (1971)
- Mi vida querida / traducción de Eugenia Vázquez Nacarino. – Barcelona : Lumen, 2013. – Título original: Dear Life (2012)
La obra : Demasiada felicidad
(información ofrecida por el editor)
Una joven madre recibe consuelo por la muerte de sus tres hijos, otra mujer reacciona de forma insólita ante la humillación a la que la somete un hombre; otros cuentos describen la crueldad de los niños y los huecos de soledad que se crean en la vida de pareja. Como broche de oro, en el último relato acompañamos a Sofia Kovalevski, una matemática rusa que vivió a mediados del siglo XIX, en su largo peregrinaje a través de Europa en busca de una universidad que admitiera a mujeres como profesoras, mientras vive una historia de amor con un hombre que hace todo por decepcionarla. Anécdotas en apariencia banales se transforman en las manos de Munro en pura emoción.
«Ella odiaba la palabra escapismo referida a la ficción. Era más bien la vida real la que merecía ser tildada de escapismo». Esta afirmación, pronunciada por uno de sus personajes, podría referirse a toda la prosa de Munro, que pasea heridas con inteligencia e ironía, con esa hondura feroz y austera que sorprende a quien lee, como si algo de nosotros mismos que no sabíamos, que quizá no queríamos saber, de pronto se hubiera deslizado en las páginas de un libro.
- Dimensiones
- Ficción
- El filo de Wenlock
- Pozos profundos
- Radicales libres (puedes escuchar el relato)
- Cara
- Algunas mujeres
- Juegos de niños
- Madera
- Demasiada felicidad
El último de los diez cuentos que componen esta colección de relatos publicada en 2009 da título a la misma y es el que puede parecer en principio algo diferente de los restantes, tanto por su mayor extensión (es en sí una pequeña novela) como por la elección de un personaje protagonista extraído de la realidad: la matemática y novelista rusa Sofía Kovalevski (1850-1891). No obstante, no hay que dejarse llevar por las apariencias de aquello que le diferencia sino en todo cuanto tiene en común con los nueve relatos restantes.
- Ocho comparten el punto de vista de los narradores con más edad que buscan volver a incidentes formativos fundamentales de su juventud.
- Seis dan testimonio de dinámicas socialmente sancionadas, o de las consecuencias de las mujeres dominadas en sus relaciones por el poder masculino.
- Tres historias tienen lugar en el presente.
- Dos tienen protagonistas masculinos.
- Todos merecen (necesitan) múltiples lecturas.
Alice Munro crea un universo propio para sus personajes, y los mueve con destreza a través de sus recuerdos, sus decisiones, de los hechos inesperados (adversos, desastrosos, terribles a veces) que ocurren en sus vidas. Pero además lo hace con la fría precisión del cirujano que disecciona la vida porque la comprende en profundidad.
A través de situaciones cuidadosamente elaboradas, Munro nos muestra a sus protagonistas, sus relaciones y sus traumas y, por muy tremendos que éstos sean, los muestra sin tremendismo. Sus personajes sobreviven al desastre, a la desgracia, se sobreponen como pueden, no son víctimas ni héroes, y siguen adelante con sus vidas.
La escritura es de una sencillez expresiva tan engañosa que con frecuencia conduce a la perplejidad del lector, quien no se explica cómo comprendiendo todo lo que el relato muestra en primer término, no es capaz de entender qué es lo que está sucediendo de verdad en la historia, aunque sospecha que se le está escapando una parte crucial de la misma. Y es cierto: la sensación de extrañeza que queda al finalizar cada uno de los relatos, obliga a una relectura detenida para detectar los detalles que han pasado inadvertidos y que, ante una revisión más atenta, iluminan de repente, como un relámpago, la historia narrada.
La lectura de la obra.
Para empezar a leer
⇒María Jesús Hernández Lerena (Universidad de la Rioja).
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- 0:00 Alice Munro y el premio Nobel de LIteratura
- 3:50 La obra de Alice Munro.
- 4:55 El género del relato breve.
- 8:25 Consejos para la lectura de Alice Munro.
⇒Texto de la conferencia de Soledad Puértolas, escritora y miembro de la Real Academia, dictada en la Residencia de Estudiantes el 7 de mayo de 2014 con motivo del Encuentro en torno a Alice Munro.
A Munro hay que leerla muy despacio. Todo cuenta. Cada frase, cada personaje, por mínima que sea su intervención, todo parece estar medido y calculado. Esa es su maestría, porque nos transmite la sensación de que todo fluye de forma natural, casi espontánea. En eso consiste, efectivamente, la maestría: en la naturalidad del resultado, en el extraordinario fluir de las palabras, tan plenas de sentido y, a la vez, tan enigmáticas. Son historias intensas, pobladas de grandes emociones, salpicadas de casi insignificantes gestos. Pequeñas emociones, también.
Una historia no es un camino a seguir; es más bien una casa. Entras en ella y te quedas un rato, yendo de un lado a otro, parándote donde te apetece, viendo cómo se conectan la habitación y los pasillos, y cómo cambia el mundo exterior si lo contemplas desde las ventanas.
También tú, el visitante, el lector, cambias al estar en este espacio cerrado, tanto si se trata de uno amplio y cómodo o sinuoso y retorcido, tanto si está escasa como lujosamente amueblado.
Puedes volver una y otra vez y, siempre, la casa y la historia contienen más de lo que viste en la última ocasión. Da una fuerte sensación de haberse construido por propia necesidad, no solo para resguardarte o seducirte.
Para fijarse al leer
Los lugares
«En la vida tienes unos cuantos sitios, o quizá uno solo, donde ocurrió algo; y después están todos los demás sitios». (Cara)
La mayor parte de las historias de la autora tienen lugar en una ubicación geográfica muy concreta: transcurren en sur de Ontario, en el Condado de Huron, en un ambiente básicamente rural y provinciano, rígido, estricto, con fuerte presencia de los convencionalismos sociales y del pragmatismo moral.
Ambiente y decorado (la poética del linóleo)
La vida de la gente, en Jubilee como en todas partes, era aburrida, simple, asombrosa e insondable, cuevas profundas cubiertas de linóleo de cocina. (La vida de las mujeres)
«Las grandes obras de la literatura universal son vastos panoramas globales o minúsculos retratos de la vida cotidiana. Alice Munro es el genio indiscutible de estas últimas, capaz de hacernos ver a través de una banal circunstancia toda la gama de nuestras pasiones y de nuestras pequeñas derrotas y victorias» (Alberto Manguel, crítico literario)
La estética y los dispositivos narrativos
La prosa debe tener cierta aspereza, y actualmente me gusta escribir así. Me gusta escribir de un modo que, no sé… ¿qué asuste un poco a la gente? (Alice Munro)
La prosa es elegante, nítida, clara; carece de artificiosidad o grandilocuencia, su estilo es casi austero (tanto en su vocabulario como en su sintaxis), sencillo… y deliberadamente engañoso, ya que está repleto de detalles sin importancia, vocablos o situaciones que podrían ser de relleno si no fuera porque al avanzar la historia nos damos cuenta de que son los causantes de los giros repentinos en la misma, y porque contienen matices que amarran lo que, como lectores, intuimos que se nos están escapando.
Nada en los relatos de esta autora ocurre en vano; todo lo que hay está «por algo»; cada personaje, cada frase y cada palabra, cada trivialidad que aparece en una escena tiene un motivo y responde a la suave y firme (¡firme!) pluma de Munro que nos sitúa ante algo que ella decide que debemos ver.
En los relatos de Alice Munro hay un momento en el que se produce un hecho que golpea la realidad con tal fuerza que llega a resquebrajarla; las consecuencias de ese golpe trascienden el momento y marcan la vida futura de los protagonistas. Estos hechos desencadenan un giro en la historia, independientemente de que sean:
- episodios terribles: Dimensiones ; Radicales libres ; Juego de niños.
- anécdotas triviales: Ficción ; Pozos profundos .
- sucesos encubiertos, escondidos: Algunas mujeres ; Madera.
El narrador de estas historias suele ser omnisciente, aunque en ocasiones el protagonista, de forma autodiegética cuenta sucesos de su propia vida sobre los que hace recaer la atención del lector. No obstante, la primera persona no es mayoritaria, pero el punto de vista del narrador es muy cercano al del protagonista, casi acechando desde detrás e incluso desde dentro de él. Esto hace que, como lectores, lejos de distanciarnos de los hechos, sintamos inquietud por lo que está ocurriendo en el relato.
El tiempo
“Cuando eres pequeño te transformas en una persona distinta todos los años. (…) Durante mucho tiempo te desprendes del pasado con facilidad y de una forma que parece automática y adecuada. Las escenas del pasado, más que desvanecerse, dejan de tener importancia. Y entonces se produce una brusca vuelta a atrás, lo que estaba acabado y bien acabado resurge de repente, requiere tu atención, incluso que hagas algo al respecto, aunque salte a la vista que no se puede hacer nada.” (Juego de niños)
El tiempo es un componente fundamental en la estructura narrativa de Munro. Cronológicamente sus historias poseen un largo alcance y a la vez una medida fragmentación que incluye saltos en el tiempo (hacia atrás y hacia adelante) o elipsis narrativas. El resultado muestra instantáneas que ofrecen distintos pasados y distintos presentes, y que aportan una definición del personaje en su esencia más que en el transcurrir de su existencia.
Los temas.
La complejidad de las cosas, las cosas dentro de las cosas, parece sencillamente inagotable. Quiero decir que nada es fácil, nada es simple (Alice Munro)
«Ya tengo casi todos los cuentos listos, espero que los lectores no los encuentren demasiado lúgubres. No los pensé de esa manera. Pero por lo que yo sé de la vida, siempre es dura»,(sobre Demasiada felicidad)
En Demasiada Felicidad aparecen en primer plano algunos temas muy evidentes y llamativos (asesinato, celos, humillación y traición, violencia, adulterio, crueldad extrema, duplicidad, robos, suicidios). Otros, más sutiles, al fondo del relato: los secretos, la actuación, la memoria y los recuerdos. la dinámica de las relaciones de amistad de familia, de pareja y su evolución, la conciencia del propio yo, el destino, el tiempo, el amor, los resultados inesperados, el deseo de escapar de una vida para empezar otra. Y otro siempre en el aire : la verdad oculta de las cosas.
Todos ellos contienen alguna complejidad moral que enfrenta al protagonista (¡ y al lector!) a lo mejor y a lo peor de sí mismo.
Los personajes:
La vida de la gente es suficientemente interesante si tú consigues captarla tal cual es, monótona, sencilla, increíble, insondable (Alice Munro)
Alice Munro muestra la vida extraordinaria de la gente corriente, y para ello no se preocupa por crear personajes «agradables». Muy al contrario, son complicados, sorprendentes y esencialmente humanos, capaces tanto de la bondad como de la crueldad. La franqueza y la honestidad emocional de cada uno de los narradores de Munro, es escalofriante y desconcertante, hasta el punto de que el lector queda desarmado, quizá descubierto en alguno de sus propios sentimientos más oscuros. Los protagonistas de estos relatos muestran una naturalidad exenta de artimañas. La autora no juzga su comportamiento, pero obliga al lector a asomarse de forma descarnada a la vida íntima de los personajes.
Atención especial merecen los personajes femeninos, mayoritarios en sus historias, sobre los que la mirada de la autora no propone una visión de género, sino que son el material con el que replantea una y otra vez su mirada sobre el ser humano.
Los títulos…. y la última frase.
Los títulos de los relatos son mínimos, simples, sosos de tan desnudos ¿o no tanto? Y la última frase de cada uno de los relatos ¿es el fin de la historia?
Citas
La obra está llena de frases que resuenan en la cabeza, citas y párrafos memorables que son enunciados definitivos.
Para el debate
- Dimensiones. ¿Conoces algún caso que te recuerde al del relato? ¿Hay consuelo para la protagonista (religión, psicología, amigos)? ¿Se siente una víctima? ¿Por qué visita Doree a su esposo? ¿Qué sugiere el final de la historia?
- Ficción. ¿Cómo insinúa Munro que el matrimonio de Joyce y Jon no va a durar mucho? ¿Que opinas de esta cita?: » ‘Cómo hemos de vivir’ es una colección de relatos, no una novela. Eso ya supone una decepción. Parece mermar la autoridad del libro, da la impresión de que la autora se queda a las puertas de la literatura en lugar de encontrarse acomodada dentro»? ¿Cómo crees que te sentirías si alguien escribiera de ti en una novela? ¿Cómo es posible que la protagonista y la escritora no se recuerden la una a la otra?
- El filo de Wenlock. La narradora y Nina son tan diferentes… ¿Por qué la primera acepta los deseos del Sr. Purvis? ¿Qué sensación le deja su propio comportamiento? ¿Por qué escribe la nota al señor Purvis? ¿Y qué hacen aquí el espejo del pasillo y la caverna de Platón?
- Pozos profundos. Pozos, islas… ¿Hay amor más «profundo» que el que existe entre una madre y su hijo?
- Radicales libres. En el relato se hace referencia a diferentes muertes y modos de morir ¿por qué? ¿Es tan inocente e indefensa Nita como nos parece al principio? ¿En qué elementos se materializa la violencia en el relato? «¿Quién ha matado a quién?» ¿Te parece adecuado el título? ¿Y la última frase?
- Cara. ¿Qué actitud muestran los personajes ante la mancha del narrador en su infancia? ¿Por qué su madre reacciona así ante Nancy? ¿Cómo es posible que el narrador olvide esa historia?
- Algunas mujeres. ¿Cómo se llama la protagonista de esta historia? ¿Qué actitudes toman los personajes femeninos de este relato ante el hombre y/o ante sí mismas? ¿Por qué «A veces me sorprendo de lo vieja que soy«? Hombres y mujeres, ricos y pobres, jóvenes y viejos.
- Juegos de niños. Aunque desde las primeras líneas la narradora apunta al desenlace de la historia , éste no se muestra hasta las dos últimas páginas ¿Cómo determina ese suceso la vida las protagonistas? ¿Por qué Marlene se convierte en antropóloga? ¿Qué poder tiene Verna? ¿Por qué Charlene pide a Marlene que vaya a ver al Padre Hofstrader? ¿Por qué «Lo hecho, hecho está»? Sobre la culpa y el perdón, la crueldad y la compasión: ¿Cómo puedes echarle la culpa a una persona por haber nacido así? ¿Acaso tiene ella la culpa?
- Madera. Érase una vez un bosque, y un leñador… ¿Qué crees que está pasando, de verdad, en esta historia?
- Demasiada felicidad. Aparentemente distinto de los relatos anteriores ¿en qué coincide con ellos? ¿Cómo se expresa la ambición y la frustración de Sofía? ¿A qué renuncia y a qué no quiere renunciar? «Esto le permitirá descansar un poco si se le hace pesado el viaje» ¿Qué pueden significar sus últimas palabras «Demasiada felicidad»?
Después de escuchar la presentación-guía de Ana R. sobre Alice M., donde ha brillado la serenidad de la transparencia, me he rendido a la autora de Demasiada felicidad.
Por Cierto, mi felicitaciones a Raquel por su apasionada presentación del autor ganador, a Larsen y a María Dolores por sus hermosos textos Cortazianos.
Mañana empiezo Rayuela.
Antes de Irme para Argentina, les felicito por el Blog. Se lo recomendaré a mis amig@s de la Recoleta.
Estimado Sr. Gauna:
Muchas gracias por sus palabras. Nos alegra en particular que su visita haya coincidido con la lectura del autor ganador de nuestro concurso. Su presencia (¿la de cuál de los dos?) en la sesión del club ha sido una gentileza que agradecemos todos cuantos asistimos a él habitualmente.
Queda aquí, por escrito, nuestra perpetua invitación a estos encuentros, a pesar de que quizá no sean posibles para usted si, como parece, su viaje a Argentina es inevitable.
Aún así, y puesto que la realidad lucha de continuo por saltarse sus normas, tal vez en alguna ocasión desee usted sorprendernos en cualquiera de sus varias manifestaciones (cómo cansa ser todo el tiempo uno mismo…). Será bien recibido.
De momento, buen viaje. Y hasta siempre.