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Concurso: Lecturas de Scrabble. Reto 1

La leyenda del maquech o escarabajo yucateco

maquech

maquech.(Del maya macech).1. m. Méx. Escarabajo sin alas que se lleva sobre la ropa vivo, atado con una cadena, como si fuera un broche o prendedor de adorno.

Esta es la leyenda de una princesa maya llamada Cuzán (golondrina en maya).

Cuando tuvo edad para el matrimonio, su padre, el señor de Yaxchilán, concertó la unión con el príncipe del reino de la ciudad de Nan Chan. Sin embargo, la princesa Cuzán se enamoró de Chalpol, el hombre prohibido. Su padre se enteró del romance y para castigar a los desobedientes enamorados, sentenció a muerte a Chalpol.

Ante las súplicas de la princesa el rey consideró su decisión. Así, un hechicero se le acercó ofreciéndole un escarabajo y le dijo: «Cuzán, aquí tienes a tu amado Chalpol. Tu padre le concedió la vida, pero me pidió que lo convirtiera en un insecto por haber tenido la osadía de amarte».

La princesa Cuzán lo tomó y le dijo: «Juré nunca separarme de ti y cumpliré mi juramento».

Desde entonces la princesa decidió transformarlo en una joya para llevarlo por siempre junto a su corazón.CÓDICE MAYA

 El maquech  se puede adquirir en mercados artesanos de Mérida y otros lugares de Yucatán. Recientemente se ha prohibido su recolección al estar la especie en peligro de extinción.  A pesar de eso, todavía se puede ver sobre la vestimenta de algunas mujeres yucatecas, como amuleto de amor y símbolo de longevidad, ya que es considerado una tradición cultural.

calendario maya blanco

Maquech es la única palabra del diccionario de la RAE válida para el juego del scrabble terminada en -ch, que admite plural en -es. La RAE admite también como correcto el  mismo plural  para otra voz, pero no es aceptada por la FISE. ¿Sabrías cuál?  😉 (Pista: no es aceptada porque la w no juega…)

Según la FISE: (18.4.3)  Uso de plurales. Palabras terminadas en consonante. En -ch:

Los sustantivos y adjetivos que terminan con –ch se mantienen invariables en plural.ch caligraf

  • Ejemplos: los capararoch, los crómlech, los crónlech, los mach, los pech, los poch, los zarevich.
  • Excepción: • maquech–maqueches.
  • No pluralizan al ser extranjerismos: speech y lunch.
  • No pluraliza “huich” al ser una interjección.

En el Máster de Girona de 2009, el jugador del club de scrabble Sant Andreu de la Barca, Joan Lázaro, ganó el premio a la mejor palabra con maquech.

Concurso de anagramas. Bases

 Y ahora, identifícate con tu correo  @unileon.es y participa en  el concurso      

     

 ¡Suerte! 

¿Te gusta jugar? Concurso de anagramas

 

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Durante las próximas semanas, conjuntamente con la entrada “Lecturas de Scrabble”, tULEctura organizará un concurso de juegos de palabras dirigidos a miembros de la Comunidad Universitaria.

Contamos con la tutela de Juan Carlos Ayala, campeón nacional y subcampeón del mundo en esta disciplina, de manera que el asunto promete.

Cómo concursar. Bases 

  1. El concurso está abierto a toda la comunidad universitaria de la Universidad de León: estudiantes, docentes y personal de administración y servicios.
  2. Para participar será necesario disponer de un correo con el dominio unileon.es que servirá como identificación del usuario para acceder a las pruebas del  concurso.
  3. Somos conscientes de los recursos que los diccionarios y buscadores en red ofrecen a los concursantes (aunque nuestro objetivo es que juegues y te diviertas). Por ello,  para optar al premio, la última de las pruebas se realizará presencialmente y sin ningún recurso on line.
  4. El concurso constará de 4 pruebas: las 3 primeras  se darán a conocer  a través de sucesivas entradas del blog tULEctura
  5. Los participantes con mejores puntuaciones de las 3 primeras pruebas se clasificarán para la prueba final, que será presencial (para participar en esta última prueba y poder optar a los premios, será necesario haber participado en las 3 rondas anteriores)
  6. Cada  reto estará compuesto por  un número de anagramas y respuestas variable.
  7. Para participar no es obligatorio revolver todos los anagramas: se puede enviar la respuesta con los anagramas descifrados.
  8. La recepción de respuestas de cada reto se cerrará al hacerse público el siguiente. Cada nuevo reto irá acompañado de la solución del anterior.
  9. Puntuaciones
    1. Cada palabra oculta o anagrama acertado se valorará con 1 punto.
    2. Se evaluará según las reglas oficiales de scrabble, y el lexicón de la FISE. El reglamento oficial del juego del scrabble, ha sido elaborado por una comisión de expertos internacionales y consensuado con la Real Academia de la Lengua Española.
  10. Calendario del concurso
    1. Prueba 1: 25 de febrero de 2015 (Hora de publicación 07:00)
    2. Prueba 2 : 11 de marzo de 2015 (Hora de publicación 07:00)
    3. Prueba 3 : 25 de marzo de 2015 (Hora de publicación 07:00. Cierre de recepción de respuestas: 13 de abril de 2015, 15:00)
    4. Prueba 4 :15 de abril de 2015. Prueba presencial en la sala de conferencias de la Biblioteca General San Isidoro a las 17:00 horas.
  11. Premios
    1. Ganador: El ganador recibirá una Tablet Acer Iconia A1-830 16GB 
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    2. Accesit (si lo hubiera). Recibirá una Tablet Unusual 7iUnusual-7i-primer-plano-frontal-700x400
    3. Se sorteará  entre todos los participantes de una segunda Tablet Unusual 7i
    4. Entre los concursantes se sortearán participaciones de un mes para jugar a scrabble en la página oficial de la Federación Internacional de Scrabble  donde compiten los grandes jugadores internacionales, campeones del mundo incluidos.
  12. Cualquier duda e interpretación del concurso será resuelta por el jurado en una decisión inapelable.
  13. La participación el en concurso supone la aceptación de estas bases.

 

¿ De verdad eres tan bueno como dices ?

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Una tarde con Miguel Delibes

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Hemos concertado  una cita muy especial:

el próximo 25 de febrero  

pasaremos una tarde con Miguel Delibes.

tULEctura y la Fundación Miguel Delibes  se han puesto en contacto para trabajar juntos  y ofrecer una  velada cuyo marco será  la Semana Cultural del Programa Interuniversitario de la Experiencia de la Universidad de León, pero que  estará abierta, como todas nuestras actividades,  a  la comunidad universitaria y a toda la sociedad leonesa.

Hemos concitado a profesionales de distintos campos, cada una de  cuyas intervenciones está enfocada a un perfil de público específico, interesado especialmente en  aspectos literarios, medioambientales o documentales; pero será la suma de todas las ponencias de la tarde lo que nos permita tener una visión  plena del valor  profesional y humano de la figura de Miguel Delibes,  así como del modo en que la Fundación está trabajando para recopilar, custodiar y difundir el legado cultural del escritor.

La entrada es libre, gratuita y abierta a todo el mundo. Quien desee asistir será bienvenido. Más aún, nosotros te invitamos a ti, pero tú puedes ayudarnos e invitar a otras personas difundiendo el cartel con la información sobre esta velada allí donde creas que puede interesar: en tu centro de estudios, en tu trabajo, en el centro de ocio al que acudes, en tu grupo de amistades…

PROGRAMA

Elisa Delibes de Castro
Presidenta de la Fundación Miguel Delibes
Título: “Saludo-presentación”

José Enrique Martínez
Catedrático de Teoría Literaria de la Universidad de León
Título: “Breve recorrido por la novelística de Miguel Delibes: La hoja roja, Los santos inocentes y El hereje”

 Alfonso León López
Director Gerente de la Fundación Miguel Delibes
Título: “La Fundación Miguel Delibes: gestión cultural y preservación de un legado literario”

DESCANSO

Javier Ortega Álvarez
Asesor Técnico y Director del Proyecto
Título: “De Fondo a Archivo: Proyecto de Organización y Digitalización del Fondo Documental Miguel Delibes”

Rafael F. J. de Garnica Cortezo
Profesor Titular de Biología Animal de  la Universidad de León
Título: “Cómo conocí a Delibes. Su personalidad a través de los libros”

 

HORA:
17:00

LUGAR:
Aula Magna San Isidoro (Rectorado de la Universidad). Avda. de la Facultad nº 25 (León)

 

¡Te esperamos!

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Francisco Umbral, libro a libro

Lo que deseo decir es que yo tenía una espada de madera y quizá aquella fue la última espada del Reino de León. Habíamos llegado a la ciudad en una tarde de calor, en un tren de tercera, por la llanura castellana, hasta que las orillas del paisaje fueron poniéndose verdes, al llegar a la provincia. Cerca ya de la capital, había chopos y álamos en inesperadas formaciones, afilados, cortando la rica brisa del verano en largas rebanadas que entraban por las ventanillas del tren y nos daban en la cara y en el flequillo al otro chico y a mí.

 Así es como comienza la novelita titulada por Umbral Días sin escuela que se publicó en el nº 6 de la revista «Tierras de León» en 1965, texto ambientado a orillas del Bernesga que explica suDSC_0087 emplazamiento en el hecho -desconocido aún hoy por muchos leoneses- de que el célebre Francisco Umbral fue nuestro convecino allá por los últimos años de la década de los 50. Así, hasta el día 20 de febrero se puede visitar en la Biblioteca General San Isidoro una exposición titulada  Francisco Umbral, libro a  libro promovida por el Área de Actividades culturales de la Universidad y producida por la Fundación Francisco Umbral en la que a través de paneles con fotografías explicadas, se hace un recorrido a lo largo de la vida de Francisco Alejando Pérez Martínez siendo un niño hasta el momento de recibir el Premio Cervantes siendo ya nuestro célebre Paco Umbral.

No han sido pocas las veces que en los últimos años la figura del escritor se ha vuelto a imagenreivindicar de alguna u otra manera en el ámbito cultural leonés. El diario El Mundo fue publicando hace tiempo un adelante del volumen que ha visto la luz hace unos días, Francisco Umbral, diario de un noctámbulo, donde se recogen los textos vertidos en la primera época de Umbral coincidiendo con su estancia en León, que han pasado bastante desapercibidos en su producción ya que se trata de sus primeros atisbos literarios y periodísticos que poco tienen que ver con los del Umbral maduro. El pasado año, diversos periódicos y blogs de nuestra ciudad se hicieron eco de la relación de Umbral con León en artículos de diverso tipo, entre ellos uno en el Diario de León que, junto con la revista Arco supuso su inicio en el periodismo escrito y que explica las causas ya sabidas de la mala relación del escritor con la ciudad. Poco se puede añadir a las palabras que últimamente han aparecido sobre la relación del Umbral con León, tomamos como resumen de ellas la vertida por Bruno Marcos en astorgaredaccion.com, donde se llama la atención sobre el hecho de que «hubiera un tiempo en el que un Crémer eclipsara a un Umbral».

El mal humor de Francisco Umbral es sin duda lo más conocido de él públicamente desde aquel famoso encontronazo con Mercedes Milá, que parece va a ser el episodio de su vida por el que pase a la historia con minúsculas. Aunque reconociera en vida que su relación con León nomortal-y-rosa-Francisco-Umbral fuera solamente de odio, sus impresiones sobre la ciudad no dejan lugar a dudas de que su honestidad en las críticas no solamente procedía de lo político sino del «aldeanismo» cuyo ejemplo más claro es la anécdota alrededor del cinefórum y aquella película de Cocteau. También en su momento reconoció no guardar ningún rencor a la ciudad, al igual que nosotros con él. Aunque en este país es cosa generalizada el juzgar al todo por la parte y sobre todo por lo anecdótico, no se puede dejar de reclamar hacia Umbral la atención que merece su obra. Las enemistades de la vida literaria dejan de tener sentido cuando el peso de la letra va por delante, y por eso uno puede ser un gran admirador de Bolaño y no hacerle ningún caso a su decálogo del buen cuentista, donde repite tres veces que nunca hay que leer a Umbral. Para quien le apetezca leer sobre la vida leonesa en los 50 el testimonio de Umbral en La ciudad y los días es altamente recomendable, y es que hasta de los nuestras tabernas más célebres hizo escarnio: un ejemplo, la que del mesón El Besugo rescataban nuestros amigos de El palillo leonés. Pero se quieran escribir cuentos o no, es innegable que en lo que se refiere a la literatura en sus cotas más altas, desde la lectura o la escritura Las ninfas o Mortal y rosa son una maravilla poética dentro de la prosa en español del siglo XX.

Muchas gracias: el libro que me cambió la vida (VI).

arjan-van-gentholanda-1970-voluptasDeseamos (¡debemos!) agradeceros la acogida que habéis dispensado a nuestro concurso «El libro que me cambió la vida».

Hemos recibido vuestros textos y los hemos recogido cuidadosamente, con humildad y respeto, pues somos muy conscientes de que cada uno de ellos contiene una parte íntima de quien lo escribió. Desde la sorpresa hasta la conmoción, desde la dulce compañía a la salvaje dependencia, habéis sido muy generosos al mostrarnos  cuál es vuestra relación con la lectura, cómo sois cuando los libros os hablan y, en definitiva, quiénes sois…

Queremos también dar las gracias a todos aquellos que han difundido nuestro concurso a través del boca a boca,  de sus páginas y de sus redes sociales.

Vosotros habéis escrito.  Y nosotros, ahora, tenemos mucho trabajo por delante.

El libro que me cambió la vida (V). De pinchauvas a chef



Francine Van Hove. Capítulo XX (1999)Apúrate porque quedan pocos días, pero aún estás a tiempo de hacernos llegar tu participación. Hasta las 12 de la noche del 7 de febrero puedes enviarnos un texto en el que nos cuentes qué libro fue el que te cambió la vida.

Tal vez alguna lectura logró que te gustase  desde entonces el nombre de Ana, que aún hoy sientas desasosiego  ante  los insectos,  o que   desconfíes de una mujer que dice su verdadera edad. Pero no.  Lo que queremos es que nos cuentes qué libro fue el que, al terminarlo, te hizo preguntarte «¿cómo he podido yo sobrevivir hasta ahora sin haber leído esto?»  😯

Nos referimos a un antes y un después;  a un giro cualitativo en tus  acciones o en tus ideas (viene siendo lo mismo…)  que haya sido producido por la lectura de una obra escrita.

¿Te parece que exageramos?  No siempre nos damos cuenta, pero a veces un libro logra cambiar nuestra actitud ante determinados aspectos, lo  que a la larga influirá en las decisiones determinativas que adoptemos.  Puede que incluso lo haga reforzando esa aptitud con la que disfrutamos  y que no hemos tenido oportunidad de encauzar.

En el año 2011 la Editorial Penguin Books lanzó una divertida  campaña gráfica  de animación a la lectura titulada «Un libro puede cambiar la historia de tu vida«. En las diferentes imágenes de la campaña (nosotros te traemos una de ellas) se muestran las alternativas que se abren ante una persona con determinadas  habilidades, y cómo un libro adecuado puede, en una situación concreta, cambiar la vida de esa persona.

(Y ahora pincha, tú también 😉 , para ver mejor la imagen)

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La viñeta es una broma, una exageración, pero sirve de pretexto porque queremos que nos cuentes  si ha habido un antes y un después  en algún aspecto personal  de tu vida tras encontrarte con un libro.

 

Y a ti ¿qué libro, qué lectura, qué historia  te cambió la vida?

Cuéntanos  ahora que eres adulto,

cómo la ficción ha podido llevarte a cambiar algo de tu vida.

Consulta las bases del

CONCURSO  EL  LIBRO  QUE  ME  CAMBIÓ  LA  VIDA

y participa  hasta el 7 de febrero

a través de nuestro correo tulectura@unileon.es

El libro que me cambió la vida (IV). Y 100 € para leer

 

 

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¿Enseñar, deleitar, ser útil? ¿Son los libros solo bloques de papel con palabras juntas que instruyen o que expresan belleza? ¿Qué es escribir, por qué hacerlo y para quién?

Un texto literario  es algo más que la expresión escrita de la belleza: es el resultado de un compromiso del autor con su vocación, con su obra, con la palabra y con sus lectores.

En términos absolutos, el escritor escribe y el lector lee. Fin. Una vez acabada la redacción de la obra, cada lector puede hacerla suya a su manera. Pero en este punto conviene recordar las palabras de Mario Vargas Llosa en la última Feria Internacional del Libro de Guadalajara, 2014. (Fuente: Babelia, 31 de mayo de 2014)

«Sartre nos decía que la literatura no era una actividad gratuita, que las palabras eran actos, y que las palabras que un escritor escogía para poner en sus historias repercutían inevitablemente en la vida, y dejaban en ella una huella, producían cambios. Eso significaba que el escritor tenía una gran responsabilidad al usar las palabras, escribir y dirigirse a un público, no debía actuar irresponsablemente, ni frívolamente como lo habrían hecho algunos escritores del pasado o del presente, pensando que el papel aguanta todo y que se puede escribir sin ningún sentido de la responsabilidad cívica, histórica, moral, o cultural. Sartre decía que escribiendo uno podía también cambiar el mundo, que la escritura era una manera de actuar, que influía sobre la realidad y permitía enmendarla, corregirla, mejorarla o empeorarla».

Puede que a muchas personas este planteamiento les parezca anticuado, demasiado ambicioso, utópico. Excesivo. Más aún: puede que  a algunos se les pusiera cara de «noli me tangere  ni a mi ni a mi arte»  si llegasen a leer (¿espantados, desdeñosos?) esta entrada.

“Todo arte es completamente inútil” afirmó contundente Oscar Wilde en el prefacio de su novela «El retrato de Dorian Gray». Es verdad: la obra literaria  carece de función definida, y su valor es subjetivo.  Muy lejos queda la idea del autor como responsable de guiar a sus  lectores hacia un comportamiento moral y/o social adecuado. Escritor, obra y lector forman habitualmente una secuencia yuxtapuesta en la que los extremos no se tocan. (¿O no tanto? Volveremos  a retomar esta idea  en una futura entrada).

Sin embargo a veces ocurre que, tras la lectura de una obra, nada vuelve a ser igual para el lector; algo cambia  dentro de él después de convivir a través de las palabras  con unos personajes cuyas  vidas pasan a formar parte de la  suya propia. Sin entrar en las honduras sociales y existencialistas de Sartre: ¿hasta qué punto es el escritor consciente de que puede modificar la vida de alguno de sus lectores? (Pocas veces sabemos cómo y hasta qué punto influimos en la vida de los demás, pero la voz de un escritor tiene la posibilidad de llegar a un público muy amplio).

Si has descubierto en una novela lo que tanto tiempo llevabas buscando dentro de ti; si has vivido como tuyas las vidas de los héroes; si una lectura  te ha no solo conmovido, sino conmocionado; si alguna vez te has encontrado con un libro que llegaba en el momento preciso, y que suponía un bálsamo en el corazón,  un revoltijo en las tripas,  una pedrada en la cabeza, o lo que quiera que fuese que resultó justo lo que necesitabas en esa época… tenlo por cierto: eres afortunado. Porque cuando lo necesitaste, estuviste acompañado del mejor amigo, y porque durante ese tiempo te sentiste eterno.

Y ahora, cuéntanoslo.

Y a ti ¿qué libro, qué lectura, qué historia  te cambió la vida?

Cuéntanos  ahora que eres adulto,

cuando es más difícil esa relación tan atrevida con lo leído,

cómo la ficción ha podido llevarte a cambiar algo de tu vida.

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y participa  hasta el 7 de febrero

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El libro que me cambió la vida (IV): Marta Sanz

Bayas rojas, de Albert Joseph Moore

Bayas rojas, de Albert Joseph Moore

Marta Sanz, autora de la cuarta lectura del Club para este curso, al igual que Juan Jacinto Muñoz Rengel habló sobre la novela de su vida en Culturamas. Estas son sus palabras:

Recuerdo que estaba en la cama. Debía de tener fiebre. Un gripe. Un catarro. Estaba sumida en un estado de aletargamiento propio del gusano de seda. Yo qué sé. Creo recordar que no se me quitaba el frío y que me costaba estirar las articulaciones.

Aun así, disfrutaba de la placentera experiencia de las enfermedades leves. La laxitud.

Aún vivía en casa de mis padres. Tenía a mi madre muy pendiente de mí. Yo estaría en el último año de instituto o en el primer año de carrera. No lo sé. Tengo mala memoria para las fechas exactas. También tengo una memoria débil para los argumentos de los libros. Me quedo con otras cosas que ahora no me apetece explicar.

En todo caso, sí sé que aún no había publicado ningún libro ni había vivido “mi experiencia sentimental traumática”. Todos vivimos una. O dos. Hay quien las encadena y ríe. Yo solo he pasado por una. Ha sido como la secuela de un sarampión. Un soplo cardíaco. Reuma. Inyecciones dolorosas de decenas de miles de unidades de benzentacil.

Recuerdo que estaba en la cama y que tenía a mi madre muy pendiente de mí. “Bebe agua”. “La pastillita”. “Cómetelo todo”. “¿Quieres que te traiga algo para leer?” Cuando se disfruta del sopor de la febrícula, todo sobra. “Déjame dormir”. Mis brazos –un papel de celofán mantenía unidos sus huesos- no podrían sostener el peso de un libro, la carga de gramos de las páginas. “Déjame dormir”.

Ni siquiera me molestaba mucho el ruido de la televisión al otro lado de la puerta.

No se me quitaba el frío y aún no había vivido “mi experiencia sentimental traumática”. Un día el letargo se me hizo aburrimiento, y mi madre me trajo un libro que no me costase sujetar y no me obligase a sacar demasiado los brazos de debajo del edredón.  

Sentí muchas cosas con El amante de Marguerite Duras. Sobre todo, las aprendí. Sentí cosas que ya sabe todo el mundo –el hielo quema- y otras menos fáciles: las palabras pueden cortar. Un vidrio de botella que penetra profundamente en la planta del pie. Entendí por qué me gustaba regodearme en mi fiebre. Arrancarme las costras. Sacar espinillas.

“Bebe agua”, “Cómetelo todo”, “Apaga la luz. Ya es tarde”. Leí todo el día y parte de la noche. Tardé mucho en leer un libro muy corto porque, después de cada frase, volvía a mirar, por enésima vez, la foto de la portada: Marguerite a la edad en que fornicaba a todas horas con su amante chino. Las ojeras, la boquita pintada. Los signos que deja el sexo en un cuerpecillo minúsculo. Abierto al cansancio. También al gozo.

El día en que el letargo se me hizo aburrimiento, aprendí que el amor era algo que tenía que ver con la imposibilidad y la fusión de sustancias antagónicas: rico y pobre, enfermo y vigoroso, niña y viejo, los de distintas razas y condiciones sociales. Deseé que el amor fuese así. Lo busqué. Me encerré dentro de una alcoba. Sudé mucho sin que me bajara la fiebre. Se me marcaron las ojeras. Me hice daño a mí misma.

Leí El amante. Propicié mi dolor. Lo anticipé. Pero también encontré su cura: una manera de contarlo.

 

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Y a ti ¿qué libro, qué lectura, qué historia  te cambió la vida? Cuéntanos cómo la ficción ha podido llevarte a cambiar algo de tu vidas siendo ya adulto, cuando es más difícil esa relación tan atrevida con lo leído.

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El libro que me cambió la vida (III): Alice Munro

 

Siren song - Victor Nizovtsev 1965 - Russian Fantasy painter - Tutt'Art@ (5)

 

Me interesé muy pronto por la lectura gracias a un cuento, La sirenita, de Hans Christian Andersen, que alguien me leyó. No sé si se acordará usted de la sirenita, pero es un cuento muy triste. La sirenita se enamora del príncipe, pero no puede casarse con él porque ella es una sirena. ¡Era tan triste…! No recuerdo los detalles. Pero en cualquier caso, en cuanto terminó el cuento salí fuera y estuve dando vueltas y vueltas alrededor de la casa donde vivíamos, una casa de ladrillo, e inventé un cuento con un final feliz, porque pensaba que la sirenita tenía derecho a ser feliz; me inventé un cuento distinto solo para mí, que no recorrería el mundo, pero pensé que lo había hecho lo mejor que pude; la sirenita se casaría con el príncipe y viviría feliz para siempre, lo que ciertamente se merecía, puesto que había hecho cosas terribles para ganarse la voluntad del príncipe. Había tenido que transformarse hasta conseguir unas piernas como las que tiene la gente corriente y caminar, ¡pero cada paso que daba era dolorosísimo! Estaba dispuesta a pasar por eso para conseguir al príncipe. Así que pensé que merecía algo más que morir en el agua. No me preocupó el hecho de que seguramente el resto del mundo no conocería el nuevo cuento, porque para mí era como si se hubiera publicado desde el primer momento en que pensé en ella. Así que ahí lo tiene. Fue un temprano inicio en la escritura.

Extraído de la entrevista de Stefan Asberg a Alice Munro en noviembre de 2013, tras la concesión del premio nobel de Literatura a la escritora canadiense.

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El libro que me cambió la vida (II) : Juan Jacinto Muñoz Rengel

H9f2a29357f26e5bdbfd2938e3821e04cace aproximadamente un año aparecía en Culturamas un artículo de Juan Jacinto Muñoz Rengel en el que contestaba a la pregunta acerca de la novela de su vida. Como les suele pasar a los amantes de la literatura, no es capaz de escoger en principio una sola obra y por eso no se resiste a citar a varios autores y títulos, algunos de los cuales recogemos en las imágenes de las cubiertas.

Leyendo a Juan Jacinto ha sido imposible no recordar a Bonilla hablando de la adolescencia como la edad en la que uno es susceptible de sufrir esas conmociones literarias queecaebe6dce23a8f8e64d5018867162aa te acompañan toda la vida, por lo que nos ha apetecido acercaros no solamente algunas de las predilectas del autor malagueño, sino el testimonio de cómo en la edad adulta aún podemos ser sorprendidos de esta manera por la ficción. Como colofón a ese breve homenaje a Solaris, Juan Jacinto Muñoz Rengel apunta no solamente la idea de que esta impresión depende de los libros y de nosotros mismos, sino de la importancia del momento.

Parece que hay una edad para todo, y que por desgracia siempre llega un momento en la vida del hombre en el que selibro_1362277233dejan de sentir ciertas cosas, o se sienten con menor intensidad. Es así de triste y me tomo como uno de los retos de mi vida conservar encendida la llama de esa intensidad. Sin embargo, una vez que pasa la candidez inicial, el estado de pureza, una vez que queda atrás el asombro y la perplejidad, y se va mermando o adormeciendo la capacidad de ser impresionado, todo se vuelve diferente. Por eso a partir de entonces las nuevas lecturas no consiguen conmoverte en un grado semejante. Te puedes encontrar con libros estupendos, puedes sorprenderte de cierta manera y disfrutar de ellos intelectualmente también de cierto modo. Pero rara vez será de nuevo lo mismo que aquella primera vez.

Y un buen día, no hace muchos años, me topé con Solaris, de Stanisław Lem. Y me demostró que estaba equivocado. No mucho, pero al menos lo suficiente y esperanzadoramente equivocado. Podía volver a sentir algo parecido con algunos libros; aquella lectura inflamada, aquel pasar las páginas viviendo el libro por dentro, Otra vuelta de tuercaaquel ser vivido por el libro muchos y muchos días después. Así que tengo que pensar que, si pudiéramos dejar aparte las ventajas y desventajas de partida, toda la carga del devenir personal, el mérito de Solaris fue aún mayor. […]

Ahora, en ocasiones, cuando pienso sobre estas cosas, me pregunto qué habría ocurrido si hubiera leído Solaris, de Stanisław Lem, a mis quince años, cuál habría sido la explosión. Aunque, en realidad, la verdadera pregunta que planea detrás de esto es si todo depende de los libros o si también son determinantes el azar de nuestra vida y nuestra disposición. (Fragmento extraído de Culturamas)

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