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Día de la mujer: 8 de marzo.

Y 9 de marzo,  y 10 de marzo, y 11 de marzo….

Por Adelina Rodríguez Pacios

¿Es sexista la Universidad?

Esta es la pregunta que me han formulado y que me sirve de reflexión. Nos encontramos con una organización formalmente neutra y objetiva, cuya misión principal es contribuir al conocimiento y a la investigación científica. La carrera académica se presenta bajo el prisma de la igualdad de oportunidades, es una trayectoria meritocrática en la que prima el estudio y el esfuerzo para alcanzar la meta, pero existen códigos de género que dificultan este acceso y esta promoción a las mujeres, a pesar de contar con buenos expedientes académicos y buenos historiales profesionales Es precisamente un 8 de marzo de 1910 cuando la universidad pública española abre las puertas a las mujeres. La universidad es un espacio masculino al que se invita a las mujeres. Las demandas y reivindicaciones de las mujeres han hecho posible que puedan estar presentes en todos los niveles educativos Es el feminismo académico, a través de los Estudios de Género o Estudios feministas, el que analiza la presencia femenina en la Academia, cuestionando esa imagen de neutralidad y de igualdad de oportunidades. Efectivamente, las aulas universitarias se han feminizado: las estudiantes son el 55,6% del alumnado de Grado y de Máster, según datos proporcionados por el Ministerio de Educación para el curso 2019/2020. Y son la mitad del alumnado de Doctorado. Pero encontramos una segregación de género en la elección académica, que ya viene determinada por las modalidades de bachillerato: Ciencias de la Salud, Artes y Humanidades, Ciencias Sociales y Jurídicas, Ciencias, e Ingeniería y Arquitectura. Esta asimetría se argumenta en base a los contenidos androcéntricos que se imparten en el sistema educativo y al curriculum oculto que envía mensajes estereotipados de género. Es aceptada como algo natural, sin cuestionar que la educación es sexista: invisibiliza a las mujeres que forman parte del conocimiento y de la ciencia, se han ocultado sus aportaciones, permaneciendo al margen del saber oficial, se utiliza un lenguaje sexista, no se presentan modelos de mujeres diferentes al tradicional, etc. Como señala Pilar Ballarín (2001), la educación produce y reproduce las desigualdades. Nos encontramos con una contradicción: las desigualdades persisten y cada vez se ven menos. Es lo que Rose Marie Lagrave (1993) denomina la segregación sofisticada. Como nos advierte la profesora Ana Isabel Blanco García (2005), la opacidad de género nos impide ver la realidad tal y como es, desincentivando la movilización. El sexismo permanece bajo el discurso de la igualdad de oportunidades. Es lo que Fátima Arranz (2004) denomina la sumisión paradógica: la educación juega un papel importante para que las víctimas no tengan conciencia de ello y no se subleven.

Si analizamos la presencia de las mujeres en la docencia universitaria, los datos no se corresponden con lo que cabría esperar sabiendo que las aulas están feminizadas. La actividad educadora ha formado parte de la vida de las mujeres a lo largo de la historia. Ellas se han encargado de la transmisión de la cultura a sus hijos y a sus hijas. Pero, además, la enseñanza se ha considerado una de las ocupaciones más apropiadas para las mujeres, por ser una extensión de las actividades domésticas en el ámbito público. En términos cuantitativos hay más profesoras que profesores en los niveles no universitarios, pero su distribución por ciclos, por etapas, por áreas de conocimiento, reflejan, nuevamente, la división sexual del trabajo.

La presencia de profesoras disminuye a medida que aumenta la edad del alumnado, el grado técnico de las asignaturas a impartir y los cargos de responsabilidad y poder docente. Si la segregación y discriminación en la enseñanza no universitaria es un hecho, en la enseñanza universitaria es una evidencia. Para el curso 2020-2021, el 43,33% del profesorado universitario (universidades públicas y privadas) era femenino. Se produce un incremento importante del profesorado universitario a finales de la década de los setenta, siendo las profesoras las que más contribuyen a este crecimiento. Sin embargo, el incremento de profesoras universitarias no concuerda con el incremento de alumnas, y la distancia con el profesorado masculino no se acorta. Esta situación es objeto de reflexión y crítica. Las explicaciones a este hecho tienen un denominador común: el poder. La universidad concentra el poder docente, investigador y está cerca del poder político. La carrera académica tiene unas características singulares con respecto a otras trayectorias laborales. Requiere de mucho tiempo, esfuerzo y dedicación. En este proceso intervienen factores objetivos, pero también intervienen factores de orden interpersonal, informal, arbitrario. Son estos últimos los que más han perjudicado a las mujeres. La universidad se ha creado sin las mujeres y tiene su propia cultura. Socializarse en ella puede tener un coste: elegir entre el trabajo o la familia. Formalmente es un espacio igualitario, se rige por la meritocracia. Pero las mujeres sufren la discriminación de forma más sutil y sofisticada: son valoradas bajo el prisma androcéntrico del conocimiento, por lo que se penaliza su trabajo.

Las profesoras universitarias suponen el 37,14% del Personal Docente e Investigador funcionario de las universidades públicas, y el 46,55% del profesorado contratado. Por categoría docente, a menor categoría mayor presencia femenina. Es lo que denominamos la segregación vertical. Están infrarrepresentadas en la categoría de catedráticos de universidad. Las catedráticas son el 25,66% del profesorado de esta categoría; y el 42,17% de los Titulares de Universidad. Pertenecer a categorías docentes elevadas, da la opción de llegar al poder universitario. Para ocupar el cargo de Rector es imprescindible pertenecer al cuerpo de catedráticos de universidad. Si es escasa la presencia femenina en la universidad y si es minoritaria en este cuerpo, la probabilidad de estar en los puestos de toma de decisiones es muy pequeña, por lo que sigue siendo un reducto masculino. El 25,8% de los Rectorados de las universidades españolas están en manos de mujeres. Este es un ejemplo claro del techo de cristal en la carrera universitaria.

Madrid, 11 de octubre de 2017. Los rectores de Crue Universidades Españolas, asociación que agrupa a 76 universidades españolas (50 públicas y 26 privadas), han elegido a D. Roberto Fernández, rector de la Universidad de Lleida, como nuevo presidente de esta institución que representa la voz mayoritaria de las universidades españolas.

Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas. Madrid, 11 de octubre de 2017. Los rectores de Crue, asociación que agrupa a 76 universidades españolas (50 públicas y 26 privadas), eligieron a D. Roberto Fernández, rector de la Universidad de Lleida, como nuevo presidente de esta institución que representa la voz mayoritaria de las universidades españolas. (Fotografia tomada de la página oficial de la CRUE)

Esta diferencia también supone una situación de desventaja para formar parte de comisiones evaluadoras, para formar equipos de investigación, para ser elegidas para cargos de gestión académica.

Las profesoras universitarias se concentran en determinadas ramas de conocimiento y están ausentes en otras: las técnicas, que son más valoradas.  Al igual que sucede con el alumnado femenino, el profesorado sufre una segregación horizontal por su mayor presencia en unas ramas de enseñanza que en otras: Ciencias de la Salud (50,55%), Artes y Humanidades (50,25%), Ciencias Sociales y Jurídicas (47,71%), Ciencias (38,15%), e Ingeniería y Arquitectura (23,88%).

Título: Acoso. #MeToo en la ciencia española Autora: Ángela Bernardo Álvarez

Acoso. #MeToo en la ciencia española (Autora: Ángela Bernardo Álvarez)

Trabajar en ambientes donde hay más hombres que mujeres o en entornos donde el liderazgo es mayoritariamente masculino, se observa una incidencia más frecuente de acoso sexual hacia las mujeres. Además, el mundo académico es un sistema muy jerarquizado y existen fuertes dependencias con los niveles superiores. Así se lo pone de manifiesto Ángela Bernardo (2021) en su libro “Acoso: MeToo en la ciencia española”. El 8,6% de las mujeres y el 1,2% de los hombres que participaron en un estudio sobre la situación de las jóvenes investigadoras en España, realizado por el Observatorio Mujeres, Ciencia e Innovación del Ministerio de Ciencia e Innovación, en 2021, se declararon víctimas de acoso sexual. Este es un comportamiento que afecta más a las mujeres, es difícil de reconocer y de denunciar. Por una parte, porque este tipo de comportamientos en estos ámbitos pasan desapercibidos. Pero, por otro lado, existe el miedo, la vergüenza, ser el punto de mira, por parte de la víctima. Y luego está la tolerancia, el silencio, el silencio cómplice. Esta conducta es más probable en los hombres que en las mujeres, incluso cuando el acoso va dirigido a otros hombres.

Como conclusión, puedo decir que la universidad sigue siendo un espacio masculino en el que se reproduce la cultura masculina androcéntrica. Pero no dejo de reconocer que se han hecho grandes avances y que las mujeres asumen importantes responsabilidades. Lo importante está en introducir la perspectiva de género en la ciencia y el conocimiento para alcanzar esa igualdad real que demandamos las mujeres de la academia.

Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas en 2022.
Manifiesto 8M, Día Internacional de la Mujer:

 

 

Referencias bibliográficas:

AGUDO ARROYO, Y. (2006). El lado oscuro de la mujer en la investigación científica: ¿es la ciencia “empresa” masculina? Cuestiones de género,  nº 1, pp. 15-51.

ARRANZ LOZANO, F. (2004). Las mujeres y la universidad española: estructuras de dominación y disposiciones feminizadas en el profesorado universitario. Política y Sociedad, vol. 41, nº 2, pp. 223-242.

BALLARÍN DOMINGO, P. (2001): La educación de las mujeres en la España contemporánea (siglos XIX-XX). Madrid: Editorial Síntesis.

BERNARDO ÁLVAREZ, A. (2021). Acoso. MeToo en la ciencia española. Pamplona: Next Door Publishers SL.

BLANCO GARCÍA, A. I. (2005). Sobre la opacidad de género y la mística de la feminidad. En Virginia Maquieira DÁngelo, Pilar Folguera Crespo, Mª Teresa Gallego Méndez, Otilia Mo Romero, Margarita Ortega López y Pilar Pérez Cantó (eds.), Democracia, feminismo y universidad en el siglo XXI (pp. 529-540).Madrid: Ediciones de la Universidad Autónoma.

LAGRAVE, R. M. (2000). Una emancipación bajo tutela. Educación y trabajo de las mujeres en el siglo XX. En George Duby y Michell Perrot (dir.), Historia de las mujeres en Occidente. Tomo 5.(pp. 506-556 ).  Madrid: Taurus.

RODRIGUEZ PACIOS, A. (2015). Trayectorias laborales: el caso de los catedráticos y las catedráticas de la universidad de León = Carrer paths: the case of the University of León professors. (Tesis doctoral)


Y un poco más:

Indicaciones para ser una dama en el Día Internacional de la Mujer

 

Be a lady, they said 

Be a lady, they said (Sé una dama, decían ellos) es un texto de Camille Rainville que hace un recorrido por las tensiones a las que se ve sometida la mujer en la sociedad occidental, cuyas pretensiones sobre la identidad femenina (su cuerpo, su comportamiento o su actitud) son no solo machistas, sino tiránicas, titánicas, contradictorias, poco menos que imposibles e inevitablemente muy, muy frustrantes.

Camille Rainville, una joven posgraduada de la Universidad de Vermont, escribió este texto mientras estudiaba en la biblioteca de su centro en diciembre de 2017. Nos complace comprobar que las bibliotecas son espacios de pensamiento libre, donde todo el mundo tiene su propio lugar para encontrar ideas y expresarlas de la forma más creativa posible.

En una biblioteca no medimos a las personas por su talla, por su edad, por su sexo, por su poder adquisitivo, por su contorno de pecho, por su número de seguidores en redes sociales, por su color, por su… puesto. Pedimos y ofrecemos un compromiso común de respeto, convivencia e igualdad de oportunidades.   

Dos años después de ser creado, este texto regresa, por derecho,  a una biblioteca, y  la actriz Cynthia Nixon  lo recita  en el vídeo de la revista Girls. Girls. Girls.  (publicado originalmente  en Vimeo)

Desde la biblioteca queremos celebrar contigo el
Día Internacional de la Mujer.
Créenos: nos va el alma en ello.

 

Atribución de los créditos

Texto: Camille Rainville
Narradora: Cynthia Nixon
Director: Paul McLean paul-mclean.com
Música: Louis Souyave @ OPM.london
Post: Mini Content mini-content.com
Productor: Claire Rothstein claire-rothstein.com

Sé una dama, dijeron

Sé una dama, dijeron. Tu falda es muy corta. Tu camiseta es muy baja. Tus pantalones están demasiado ajustados. No muestres tanta piel. No muestres tus muslos. No muestres tus senos. No muestres tu estómago. No muestres tu escote. No muestres tu ropa interior. No muestres tus hombros. Cúbrete. Deja algo a la imaginación. Viste con modestia. No seas una tentadora. Los hombres no pueden controlarse a sí mismos. Los hombres tienen necesidades. Te ves desaliñada. Aflójate un poco. Muestra algo de piel. Muéstrate sexy. Luce ‘hot’. No seas tan provocativa. Lo estás pidiendo. Viste de negro. Usa tacones. Estás muy vestida. Estás demasiado vestida. No uses esos pantalones; parece que te has dejado llevar.

Sé una dama, dijeron. No seas demasiado gorda. No seas demasiado delgada. No seas demasiado grande. No seas demasiado pequeña. Come. Adelgaza. Deja de comer tanto. No comas demasiado rápido. Pide una ensalada. No comas carbohidratos. Sáltate el postre. Necesitas bajar de peso. Entra en ese vestido. Ponte a dieta. Cuida lo que comes. Come apio. Come goma de mascar. Bebe mucha agua. Tienes que ponerte esos jeans. Dios, pareces un esqueleto. ¿Por qué no comes? Te ves demacrada. Luces enferma. Come una hamburguesa. A los hombres les gustan las mujeres con algo de carne en los huesos. Se pequeña. Sé ligera. Sé pequeña. Se femenina. Sé talla cero. Sé un doble cero. Sé nada. Sé menos que nada.

Sé una dama, dijeron. Quítate el vello corporal. Afeitate las piernas. Afeitate las axilas. Afeitate la línea del bikini. Encera tu cara. Depila tus brazos. Cera para tus cejas. Quítate el bigote. Blanquea esto. Blanquea aquello. Aligera tu piel. Broncea tu piel. Borra tus cicatrices. Cubre tus estrías. Aprieta tus abdominales. Rellena tus labios. Pon botox a tus arrugas. Levanta tu cara. Métete la barriga. Adelgaza tus muslos. Tonifica tus pantorrillas. Sube tus pechos. Luce natural. Sé tú misma. Sé genuina. Ten confianza. Lo estás intentando demasiado. Te ves exagerada. A los hombres no les gustan las chicas que se esfuerzan demasiado.

Sé una dama, dijeron. Usa maquillaje. Prepara tu cara. Oculta tus imperfecciones. Contornea tu nariz. Resalta tus pómulos. Alinea tus párpados. Rellena tus cejas. Alarga tus pestañas. Colorea tus labios. Polvo, rubor, bronce, resaltado. Tu cabello es muy corto. Tu cabello es muy largo. Tienes orzuela. Resalta tu cabello. Tus raíces se están viendo. Tiñe tu pelo. No azul, eso parece antinatural. Te estás volviendo gris. Te ves tan vieja. Luce joven. Vete juvenil. Ten una apariencia sin edad. No te hagas vieja. Las mujeres no envejecen. Lo viejo es feo. A los hombres no les gusta lo feo.

Sé una dama, dijeron. Cuídate a ti misma. Sé pura. Sé virginal. No hables de sexo. No coquetees. No seas una puta. No duermas por ahí. No pierdas tu dignidad. No tengas sexo con demasiados hombres. No te delates. A los hombres no les gustan las zorras. No seas una mojigata. No seas tan tensa. Diviértete un poco. Sonríe más. Da placer a los hombres. Sé experimentada. Sé sexual. Sé inocente. Sé lasciva. Sé virginal. Sé sexy. Sé la chica genial. No seas como las otras chicas.

Sé una dama, dijeron. No hables demasiado alto. No hables demasiado. No ocupes espacio. No te sientes así. No te pares así. No seas intimidante. ¿Por qué eres tan miserable? No seas una perra. No seas tan mandona. No seas asertiva. No exageres. No seas tan emotiva. No llores. No grites. No jures. Sé pasiva. Sé obediente. Soporta el dolor. Sé agradable. No te quejes. Aumenta su ego. Haz que se enamore de ti. Los hombres quieren lo que no pueden tener. No te delates. Haz que trabaje por ti. Los hombres aman la persecución. Dobla su ropa. Cocina su cena. Mantenlo feliz. Ese es el trabajo de una mujer. Serás una buena esposa algún día. Toma su apellido. ¿Conservaste tu nombre? Loca feminista. Dale hijos. ¿No quieres hijos? Algún día lo harás. Cambiarás de opinión.

Sé una dama, dijeron. Que no te violen. Protégete a ti misma. No bebas demasiado. No camines sola. No salgas demasiado tarde. No te vistas así. No muestres demasiado. No te emborraches. No dejes tu bebida sin cuidado. Ten un confidente. Camina donde esté bien iluminado. Permanece en los barrios seguros. Dile a alguien a dónde vas. Carga spray de pimienta. Compra un silbato de violación. Sostén tus llaves como un arma. Toma un curso de defensa personal. Revisa el maletero de tu coche. Cierra tus puertas. No salgas sola. No hagas contacto visual. No pestañees. No parezcas fácil. No llames la atención. No trabajes hasta tarde. No hagas bromas sucias. No sonrías a extraños. No salgas de noche. No confíes en nadie. No digas que sí. No digas no.

Simplemente dijeron «sé una dama».

11 de octubre: Día Internacional de la Niña

 

Hace un par de años te preguntamos:
«¿Cómo vas a celebrar el Día Internacional de la Mujer?»

Ahora queremos saber cómo vas a celebrar el Día Internacional de la Niña

Desde el año 2012 la ONU  ha declarado el  11 de octubre como  el Día Internacional de la Niña, y desde su web explica  cómo puedes ayudar con tus donativos y la importancia de esta fecha:

Alrededor de mil cien millones de niñas forman parte de una gran y vibrante generación mundial preparada para asumir el futuro. Como observa ONU Mujeres, la agencia de la ONU encargada de promover la igualdad de género, las niñas van al colegio, ayudan en casa, trabajan en fábricas, hacen amigas y amigos, cuidan de sus familiares mayores y menores y se preparan para asumir las responsabilidades de la vida adulta. Las niñas desempeñan diversos papeles en el hogar, la sociedad y la economía. Por tanto, su progreso no solo es bueno para ellas; también lo es para sus familias, sus comunidades, las naciones y el mundo. Las niñas siempre han cambiado el mundo, y esta generación puede hacerlo aún mejor.

Sin embargo, la mayor parte de ellas están en desventaja y sufren discriminación de género. Por poner algunos ejemplos, solo dos tercios de los países en desarrollo han logrado la equidad de género en la educación primera, muchas niñas sufren aún prácticas horribles como la ablación, otras son obligadas a casarse muy jóvenes o con alguien que no es de su elección, o se ven discriminadas en favor de un hijo varón.

En ese contexto, se enmarca la meta fijada en el Objetivo número 5 de la Agenda para el Desarrollo Sostenible que busca «lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y la niñas» para que  tengan más oportunidades de aprendizaje, para trazar nuevos caminos para ellas y  para que ingresen con éxito en el mundo laboral.

(Fuente:  página de las Naciones Unidas)

Nuestro ámbito de actuación es mucho más modesto 😳  Desde tULectura nos hemos implicado con anterioridad  en proyectos que visibilizan  la autoría de la mujer en la historia del arte y la cultura.

¿Qué pasa con las mujeres cuyo trabajo ha sido adjudicado a un hombre?
¿Qué ocurre cuando ya han triunfado en su profesión y, sin embargo, la historia las ha silenciado y arrinconado?
¿A cuántas mujeres importantes del pasado conocen nuestr@s hij@s?
Realmente, a muy pocas:
menos del 10% de los nombres citados en los libros de texto son de mujeres.

De nuevo nos implicamos  con el fin de sacar adelante un precioso libro para disfrutar, crear, admirar a nuestras antepasadas y también para aprender y despertar la curiosidad de nuestr@s  niñ@s. «Pintoras» es un libro que contiene los autorretratos y las biografías de 25 grandes artistas femeninas de todos los tiempos,  en el que Ángeles Caso ha escrito las vidas de esas artistas como si fueran cuentos. La pintora Laura López Balza ha hecho unas magníficas ilustraciones, basándose en los autorretratos verdaderos e interpretándolos como si ella misma fuera una niña.

Impulsar  los cambios sociales  que hagan realidad las promesas de igualdad de género en el mundo que vivirán nuestr@s hij@s es un objetivo que solo se conseguirá si tod@s participamos. Del mismo modo, esta pequeña promesa de edición solo podrá ver la luz con el apoyo de tod@s.

Te invitamos a colaborar en esta iniciativa (nosotr@s ya lo hemos hecho 🙂 ). Aquí tienes   el  enlace a la plataforma de recogida de fondos (crowdfunding), donde puedes ver todos los detalles del libro (y del sistema de funcionamiento de la plataforma Verkami)

Aquí puedes participar

¿Cómo vas a celebrar el Día Internacional de la Mujer?

El  próximo 8 de marzo es el  Día Internacional de la Mujer.
Para que lo celebres, participa en una propuesta especial:

Después de siglos de silencio, las primeras reivindicaciones se acallaron con violencia, y aún hoy se miran por algunos sectores con recelo o condescendencia, cuando no con burla.  La realidad de la mujer en el mundo actual deja bastante que desear: la desigualdad (aún) de los derechos y oportunidades, la brecha salarial, la escasa presencia en la vida económica y política, la falta de reconocimiento y protagonismo en los puestos de responsabilidad. Y eso en la parte «privilegiada» del mundo.,.

La obra artística refleja la realidad de la sociedad de su tiempo y la mirada  y la autoría masculina prevalecen en la Historia del ArtePara celebrar el Día de la mujer trabajadora te presentamos lo que será una obra escrita por una mujer sobre mujeres  cuya valía fue silenciada por el hecho de serlo. Presta atención y, si te convence, colabora en el proyecto de publicación para dar voz y recuperar la figura y la obra de pintoras  borradas de la historiografía tradicional.

 

Las pintoras olvidadas y un crowdfunding

Por Ángeles Caso

Sofonisba Anguissola. Autorretrato pintando a la Virgen y el Niño. 1556. Muzeum Zamet w Lancucie, Lancut.

Sofonisba Anguissola. Autorretrato pintando a la Virgen y el Niño. 1556. Muzeum Zamet w Lancucie, Lancut.

Sofonisba Anguissola, maestra de la pintura de Cremona, fue llamada por Felipe II a la corte de Madrid en 1559, y aquí retrató a toda la familia real, incluido el rey. (Obviamente, un rey solo posaba ante el “el mejor pintor de todos”). Artemisia Gentileschi, pintora barroca, ganó tanto dinero con sus numerosos encargos, que logró casar a sus dos hijas con dos nobles napolitanos, previo pago de enormes dotes. Luisa Ignacia Roldán, la Roldana, fue escultora de cámara de Carlos II y de Felipe V, y trabajó para el mismísimo papa de Roma. Adélaïde Labille-Guiard, retratista oficial de las hermanas de Luis XVI, ingresó en la Real Academia de Pintura y de Escultura de Francia –el máximo honor para un artista de su época– en 1783, al mismo tiempo que Élisabeth Vigée-Lebrun, retratista oficial de María Antonieta. Marie-Guilhelmine Benoist retrató a toda la dinastía Bonaparte. Frances Benjamin-Johnston fue la fotógrafa oficial de cinco presidentes de los Estados Unidos. Hilma af Klint pintó numerosos lienzos abstractos desde 1896, quince años antes de que Kandinsky firmase la que suele considerarse la primera acuarela abstracta de la historia.

Adélaïde Labille-Guiard. Autorretrato con dos discípulas. 1783. Metropolitan Museum of Art, Nueva York.

Adélaïde Labille-Guiard. Autorretrato con dos discípulas. 1783. Metropolitan Museum of Art, Nueva York.

¿Dónde están todas esas artistas? ¿Quién las conoce? La historia –ese invento de unos señores decimonónicos con chistera, bastón y barba blanca, con la mente ensombrecida de prejuicios patriarcales y miradas androcéntricas– las ha dejado fuera. En los cánones no existen. En los índices de los manuales de historia del arte, sus nombres no aparecen. En los museos, están a menudo colgadas en los rincones más inaccesibles, o escondidas en los depósitos, bajo el supuesto de que “no son tan buenas”, mientras que las obras de muchos pintores que “tampoco son tan buenos” se exhiben orgullosas en las salas. A veces, incluso, han sido saqueadas, y sus cuadros han resplandecido bajo el nombre de ilustres artistas varones, hasta que algún especialista ha sacado al museo de su error. Eso sucedió, por ejemplo, con los retratos de Anguissola en el Prado: hasta hace veinte años, figuraron como lienzos de Alonso Sánchez-Coello o Juan Pantoja de la Cruz.

Frances Benjamin-Johnston. Autorretrato (fotografía). 1896. The Libray of Congress, Washington.

Frances Benjamin-Johnston. Autorretrato (fotografía). 1896. The Libray of Congress, Washington.

El trabajo de recuperación de todas estas artistas olvidadas es lento y difícil, pero ya inexorable, a medida que sus nombres y, sobre todo, sus obras, van saliendo a la luz. Permitidme que presuma de ser una de las historiadoras del arte que, laboriosamente, va contribuyendo a ese esfuerzo colectivo, investigando, colaborando con diversos museos como especialista en género y publicando libros, artículos y textos de catálogos.

Mi último libro nace de una constatación hecha tras muchos años de estudiar a las pintoras: muchas de ellas se dedicaron al retrato, un género “menor” respecto a la pintura religiosa, mitológica o de historia, y socialmente aceptable para una mujer, siempre y cuando estuviese bien educada, claro está. Y muchas, muchísimas, se autorretrataron. Algunas lo hicieron incluso en numerosas ocasiones, superando a los siempre citados Durero o Rembrandt en su voluntad de dejar constancia de su propia imagen y del paso del tiempo sobre ella.

Paula Modersohn-Becker. Autorretrato como regalo en el 6º aniversario de boda. 1906. Kunstsammlungen Böttcherstrasse, Bremen

Paula Modersohn-Becker. Autorretrato como regalo en el 6º aniversario de boda. 1906. Kunstsammlungen Böttcherstrasse, Bremen

Ellas mismas. Autorretratos de pintoras. Desde la Edad Media hasta las vanguardias reúne 100 ilustraciones a todo color, desde los graciosos selfies que algunas monjas medievales se atrevieron a deslizar entre las páginas de los manuscritos que ellas miniaban –sí, también las monjas contribuyeron a mantener la cultura a lo largo de la Edad Media, y no solo los monjes, como siempre nos han contado– hasta las extraordinarias artistas de Dada o del Surrealismo. El libro incluye además las biografías de todas ellas, una introducción sobre las mujeres artistas y una bibliografía si no extensa –pues aún no existe–, al menos intensiva. Es, creo, una buena manera de dar a conocer a todas esas magníficas pintoras olvidadas, que se ofrecen al público a través de la imagen que tuvieron de sí mismas.

Lamentablemente, las cosas en el mundo editorial español están tan complicadas, que ninguna editorial ha querido apostar por este libro, caro de producir a causa de las reproducciones en color, el tipo de papel que exige y los derechos que hay que pagar a los museos por todas esas imágenes. Y, tal vez, poco comercial por lo desconocido del asunto. Pero yo no he querido meter mi obra en ese tristísimo cajón donde yacen todas las buenas ideas que nunca llegan a ver la luz. He querido seguir adelante, convirtiéndolo en un acto colectivo que es, además, un doble gesto de resistencia: resistencia frente al canon androcéntrico. Y resistencia también frente a una sociedad cada vez más indiferente hacia la cultura, a punto de dejarse arrasar definitivamente por los bárbaros.

Para poder publicar el libro, necesito la colaboración de muchas personas. Es fácil: se trata tan solo de suscribirse a través de una plataforma en línea, pagando por adelantado el volumen, que llegará a manos de quienes lo adquieran en el mes de junio. Con el añadido de que los nombres de todos esos “micromecenas” aparecerán en él, dando fe de que, al final, lo hemos hecho entre todxs. Os dejo el enlace a la plataforma de recogida de fondos (crowdfunding), donde podréis ver todos los detalles, tanto del libro como del sistema, totalmente transparente, de funcionamiento de la plataforma Verkami. Y os animo a que participéis en este acto de rebeldía cultural.

Aquí puedes participar